Amigos de grupo Anècdotario, êste blog ha sido creado para que se nos facilite la bùsqueda de todas las anècdotas,historias, reflexiones, cuentos cortos, leyendas de Mèxico y el mundo, etc. Es un blog apto para todas las edades y en èl todos hemos puesto nuestro granito de arèna. Aquì està la recopilaciòn de nuestras aportaciones y se los dedico con todo mi cariño.

viernes, 30 de septiembre de 2016

LA NIÑA Francisco Pasco


¡Vieeerneees deee teeerrooor!
Buena noche, amigos, me voy a permitir contarles una historia.
El domingo 18 de este mes, mi Goidita y sus hijos no salieron de su casa porque mi sobrino Abraham tenía mucha tarea; en la tarde mi Hermana y mi Sobrina fueron a comprar la cena que se les antojo, le pidieron a mi sobrino que cuidara a mi sobrina nieta, porque estaba lloviendo. Cuando regresaron, no se llevaron llave, tocaron, mi sobrino abrió y se puso pálido al ver que la niña venía con ellas, les preguntó: ¿se la llevaron? mi hermana riendo le contestó que se la tuvieron que llevar porque hizo berrinche, mi sobrino les comentó: "entonces con quien estuve platicando, si vi la sombra e inclusive me pidió un yakult y le dije que lo sacara del refri, como estaba ocupado no le puse atención, pero le decía que no hiciera travesuras y me contestaba"; de repente ya no escucho ruidos y se levantó para buscarla, justo en el momento que ellas tocaron.
Cabe señalar que mi sobrino no cree en esos fenómenos, ni es miedoso, pero no encuentra explicación lógica a eso que le ocurrió.

lunes, 26 de septiembre de 2016

LUISA Ely Ortiz

LUISA.
Luisa había cumplido once años, y sus padres pensaron que era tiempo de que dejara de compartir la habitación con su hermana menor, construyeron una habitación sobre la cochera, y mudaron ahí todas sus cosas.
La niña estaba muy contenta, tenía mucho espacio para sí, y la privacidad que comenzaba por necesitar de acuerdo a su edad.
Aun no tenía muchas cosas con las cuales llenar la habitación, así que su madre la invito a un bazar, donde se pueden encontrar todo tipo de cosas, algunas de segunda mano, con dueños anteriores, se encontró con un pequeño armario de madera, con detalles de enredaderas, ya estaba muy maltratado, pero aun así lo llevaron a casa para que papá la reparara, junto con otras cosas.
El padre de Luisa lijó y pintó el armario dejándolo como nuevo, lucia hermoso en la habitación. Ella pensaba guardar ahí su diario y cosas privadas que necesitaba estuvieran fuera de la vista de los demás.
Esa noche se escuchó desde dentro del armario un golpeteo, como si alguien tocara, abrió las pequeñas puertas, no pudo ver nada, pero el sonido continuaba. Ella estaba segura que venía de ahí, pero decidió creerle más a sus ojos.
La siguiente noche, ella dejó las puertas del armario abiertas, no se escuchó el golpeteo, así que lo hizo costumbre, pero no podía guardar cosas en él, porque cuando lo hacia estas eran arrojadas hacia fuera en su primer descuido.
Pidió a una amiga viniera a dormir a su casa para montar guardias juntas. Se divirtieron un poco al ver que el armario “escupía” lo que le ponían dentro, se desvelaron un poco hablando de sus cosas, cuando desde el pequeño mueble un hombrecillo regordete y diminuto, asomó su cara entre las repisas, era de color verde grisáceo, estaba desnudo, tenía una especie de cuernos a los costados, sus ojos apenas parecían abiertos, en su boca redonda había dientes delgados, largos y afilados, sus dedos largos y delgados se tomaban de las puertas para impulsarse hacia fuera, las niñas corrieron a la habitación del padre, este para evitar más escándalo por la noche se llevó el mueble a la cochera, pero como esta estaba debajo del cuarto de las niñas, la criatura subió a través de las paredes, golpeteando dentro del armario de ropa dijo -1,2,3 Aquí estoy otra vez- dando un salto a la cama y devorando a las dos pequeñas.

AQUI NADIE ESCUCHARÀ TUS GRITOS Christian Perales


AQUÌ NADIE ESCUCHARÁ TUS GRITOS.

Comenzó como un sueño, me enviaron al espacio exterior, con personas de otras nacionalidades, nuestra capitana Sandy Williams de Estados Unidos, Nikolai Stoijanovich de Rusia, Hercel Björk de Alemania y yo, Carlos Vázquez, el primer mexicano que participar en un viaje de reconocimiento y mantenimiento a un satélite. Despegamos de Cabo cañaveral apenas amaneciendo un ocho de agosto, nunca pensé que lo que vendría después iba a sellar mi destino.
El espacio era para mi un lugar maravilloso, siempre miraba las estrellas en la noche, e imaginaba como sería surcar entre ellas, y recuerdo que desde siempre trabajé duro para estar en esta nave espacial. Pues bien la misión era muy larga, duraría algo así como siete u ocho meses, y toda vez que nos pusieron en orbita, comenzamos a trabajar en nuestro objetivo, nos llevábamos muy bien pese a las barreras de idioma y las costumbres, todos habíamos perseguido y alcanzado el mismo sueño: conocer los confines del espacio. Lamentablemente, en la tierra no reinó la armonía que teníamos aquí en nuestra tripulación, en un momento nos llegó un comunicado que Estados Unidos y Rusia habían entrado en conflicto, y que aguardáramos instrucciones.
Nosotros, no teníamos la más mínima intención de ser partícipes del conflicto que se gestaba en la tierra, así que empezamos a trabajar en un plan para mantenernos unidos, pues a final de cuentas esto es el espacio, y no existe lugar para pugnas, no sabíamos que iba a suceder, pero por si el conflicto terrestre duraba un poco más, por si nuestros gobiernos nos hacían quedarnos un tiempo más decidimos racionar un poco le agua y la comida, aunque hoy tristemente me doy cuenta de que esta durará más de diez años.
Pocos días después nos fuimos enterando que a una velocidad estrepitosa, Alemania había entrado a la conflagración bélica que se había iniciado en nuestro planeta, luego Italia, Francia, China, Inglaterra... en pocas palabras, se había suscitado la tercera guerra mundial.
A nosotros solo nos quedó como única opción mantenernos unidos y esperar, a que nos dijeran que hacer o cuando y en que territorio volveríamos a la tierra, y al día de hoy no recuerdo como, pero solo vimos horrorizados esos enormes hongos formando una nube radioactiva en nuestro planeta hogar, eran decenas, estaban por todos lados, desde nuestros macabros lugares de primera fila contemplamos con mucho miedo, y mucha tristeza como una a una, las bombas atómicas dejaban una nube de muerte a su paso, Nikolai y yo, nos abrazamos, Sandy se refugió en un rincón de la nave a llorar ante la total desesperanza, nadie a bordo dijo nada, pero sabíamos que en la tierra, la vida como la conocíamos... se había acabado.
-quizás no fueron atómicas-
fue lo que dijo Hercel en un intento por tranquilizar nuestras desoladas mentes, pero eso era más que mero protocolo, como en aquellos presagios mortales, la raza humana había perecido en una de sus guerras, y lo sabíamos por que ya no recibimos ninguna transmisión desde la tierra por espacio de una semana, estábamos solos a miles de miles de kilómetros de casa..
-¿Ahora qué?-
Fue la primer pregunta que nos hicimos ante nuestro cambio tan drástico de situación, finalmente llegamos a un consenso y determinamos que la mejor y única opción que teníamos, era la de permanecer en ese sitio del espacio, sin hacer nada, hasta que no supiéramos que había pasado, en cuanto a los efectos devastadores de la guerra, seguramente en pocos días sabríamos si alguien o algo había sobrevivido, y de ser así quizá podríamos tener instrucciones para aterrizar, era peligroso intentar bajar esa nave sin un control en la tierra, y sobre todo por que no sabíamos como había cambiado la geografía de nuestro planeta a consecuencia de las bombas, no teníamos ni siquiera una imagen clara de como avanzar entre aquella formación de nubes radioactivas. Así que desde ese día esperamos y esperamos, hasta que sin darnos cuenta transcurrió un año.
Con el tiempo nos volvimos una familia, no hablábamos mucho, y a veces teníamos ideas locas de movernos con la intención de buscar otro planeta donde vivir, otras veces la desesperación se apoderaba de nuestras voluntades y decidíamos que era hora de aterrizar, pero el solo movernos un poco con la intención de entrar a la atmósfera terrestre hacía que nuestras alertas de temperatura entraran en alerta, el planeta estaba 500 veces más caliente que nunca. Luego en una ocasión, sucedió, Sandy nos dejó, tenía una enfermedad degenerativa no detectada cuando inició todo, sin tratamiento, se fue como agua entre los dedos, la pusimos dentro de su traje espacial y simplemente dejamos ir su cuerpo al espacio, luego fue Hercel, el hacía una caminata espacial, para reparar el aislamiento térmico de la nave, su eslinga se rompió y salió proyectado para perderse en ese cúmulo de negrura y estrellas, se que tenía oxígeno para dos días y hoy se que ese fue el tiempo que duró su agonía espacial. Finalmente en una ocasión al entrar al área de descanso de la nave noté como se formaba una nube rojiza en el interior, era la sangre de Nikolai, se había cortado las muñecas, ya no resistió un día más, lo puse dentro de su traje espacial, y lo sujeté al exterior de la nave con una eslingas, y así lo dejé, flotando a la par de la nave...a veces lo veo pasar en círculos alrededor de la nave, no se si ya me volví loco, pero siento que a veces él puede verme y me habla o no se si es mi imaginación, Otras veces solo acabo afónico, por gritar en el interior de la nave ¡ayúdenme por favor!