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jueves, 12 de enero de 2017

ANÈCDOTAS DE LA ABUELA. Roci H. Murrieta

La foto de Ely Ortiz
RECORDANDO.
ANÈCDOTA COMPARTIDA POR NUESTRA AMIGA Roci H Murrieta.
ANÉCDOTAS DE LA ABUELA.
Mi abuela siempre creyó en que había un lado oscuro, el bien y el mal , al fin y al cabo tenía a una hermana que había vendido su alma al diablo y conocía toda la maldad de la que era capaz .
En fin mi abuela siempre nos contaba historias antes de dormir , nosotros la íbamos a visitarla todos los veranos , así que la pobre nos tenía que soportar dos largos meses.
Visitar a la abuela era ya de por si toda una aventura , en el pueblo no había electricidad y como a las seis de la tarde empezaba a oscurecer, mi abuela alumbraba su casita con candiles hechizos y las veladoras de su altar que de verdad era grande.
Siempre nos daba de cenar a las seis de la tarde y a las siete y media u ocho ya estábamos en la cama , entonces mi abuela nos decía que nos durmiéramos rápido porque no tardaba en pasar la llorona, la carreta o el volar las brujas, entonces nosotros curiosos le preguntábamos si ella ya había visto a la llorona , ella nos contestaba que no , sin embargo mi abuelo era ‘’cliente ‘’ frecuente de la llorona , pues se cuenta que a los infieles se les aparece y para eso mi abuelo se pintaba solo .
– A ver tu Aurelio , -le decía mi abuela a mi abuelo - , cuéntales a los nietos por que se te aparecía la llorona -.
Mi abuelo nos contaba que cuando salía a tomar aguardiente a la tiendita del pueblo y venía de regreso con la oscuridad de la noche, de repente veía a una mujer delgada , alta con pelo largo y negro y lo trataba de seducir con su contoneo.
Mi abuelo la seguía , pero dice que había un momento en el trayecto que no recordaba , invariablemente despertaba en el cementerio, en una lápida ante una cara de yegua horrible.
Empezaba a correr y lo mismo, había un pedacito del trayecto que no recordaba, de repente se encontraba frente a su casa.
En otra ocasión en que alcanzó a oír el aullido de la llorona , mi abuelo que nada más iba medio tomado acelerò el paso para llegar a su casa , sin embargo el sentía que por cada paso que daba, la llorona daba tres, al grado de sentir que le pisaba los talones.
Entonces sacò su caravana cuata y le apuntò y le disparò, pero las balas se trabaron dentro de la carabina, mi abuelo tocò a la puerta de su casa con desesperación, mi abuelita que también había escuchado el grito de la llorona abrió la puerta pero se puso detrás.
Entró mi abuelo a la casa y el aire les dio a una gallina y sus pollitos que estaban cerca de la entrada, tanto a la gallina como a los pollitos se les torció el cuello, se les fue hacía atrás.
Al día siguiente, cuando mi abuela les enseñò a sus vecinos lo que les pasò a la gallina y a sus pollitos todos se aterraban.
Por consejo del sacerdote, enterraron a la gallina y sus crías en el campo santo.

LA EXTRAÑA MUERTE DE ESTEFANÌA GUTIÈRREZ LÀZARO Roci H Murrieta.



ESTA HISTORIA ES REAL, SUCEDIÒ EN ESPAÑA Y NOS LA COMPARTIÒ NUESTRA AMIGA ROCI H. MURRIETA.
LA EXTRAÑA MUERTE DE ESTEFANÌA GUTIÈRREZ LÀZARO POR LA OUIJA.
Nada hacía presagiar en la casa de los Gutièrrez Lázaro, que el año 1990 marcaría un antes y un después en sus sencillas vidas.
Todo comienza en marzo de 1990, cuando Estefania Gutierrez Lázaro de 18 años de edad, practicó el juego de la Ouija en compañía de varias compañeras de Instituto.
Una de ellas estaba empeñada en conectar con un novio fallecido en accidente de motocicleta.
Es entonces cuando la profesora las sorprende jugando y rompe el tablero de la Ouija, tirando el vaso que utilizaban al suelo, el cual se rompe en mil pedazos.
El vaso que instantes antes estaba lleno de un humo blanco, sale al romperse el vaso y entra por la nariz de Estefanìa Gutièrrez.
Desde entonces, la joven comenzó a tener unas enigmáticas convulsiones y estados alterados de conciencia en los que afirmaba que veía figuras a su alrededor que la llamaban por su nombre.
Estas figuras eran un grupo de personas altas, famélicas, delgadas, que dándose la mano la llamaban y la decían: “Ven, ven hacia nosotros”.
Había situaciones en las que su cuerpo parecía poseído por una fuerza sobrehumana, en las que arremetía rabiosamente contra sus propios hermanos y otras en las que hablaba con voz ronca de hombre, de una fuerza poderosa que llegaba incluso a proferir graves insultos.
Durante seis meses, Estefanìa visitó distintos Centros de Salud y ningún médico pudo certificar, qué tipo de enfermedad padecía.
Desgraciadamente el 14 de agosto de 1991 entra en el hospital Gregorio Marañòn en coma profundo y fallece en extrañas circunstancias.
Según palabras de los Doctores Pedro Cabeza y Gregorio Arroyo “su muerte fue súbita y sospechosa”.
A partir de entonces, en la casa de Estefanìa comenzaron los fenómenos paranormales.
Las puertas de los armarios y habitaciones se abrían y cerraban violentamente, los aparatos eléctricos se encendían y apagaban solos y pequeños objetos decorativos como cuadros y fotografías parecían cobrar vida propia.
La virulencia de los fenómenos fue en aumento.
Sombras y figuras etéreas comenzaron a acosar a los Gutièrrez Lázaro.
Una noche, estando Concepción Lázaro acostada en la cama, sintió que había algo que le estaba aprisionando y le tocaba aquellas zonas del cuerpo que tenía fuera de las sábanas, como eran los pies y las manos.
Al principio le parece sentir la mano de su hija Estefanìa, pero sin embargo de inmediato siente inquietud, no hay confort ni recuerdo amable.
La situación se volvió tan desesperada que incluso instalaron alarmas de movimiento en diferentes estancias de la casa.
Una de ellas la pusieron en el pasillo y una noche sonó la alarma.
La familia salió corriendo al pasillo, pero allí no había nada ni nadie.
En una de las habitaciones en donde dormían dos de las hermanas de Estefanìa en una litera pegada a la pared, escuchan un sonido peculiar que las despierta y describen la visión de una figura o sombra negra que reptando por el suelo poco a poco va entrando en la habitación.
La agresividad de la fenomenología llegó a tal punto, que una de las fotografías de Estefania ardió sin motivo quedando intacto el marco y cristal que la sujetaban.
La fotografía la tenía la madre de Estefanìa encima de un cubre radiador de mármol.
Cuando ésta se da cuenta de que falta la foto de su hija, mira hacia el suelo y allí encuentra ésta boca abajo, al recogerla y darle la vuelta, observa con estupor como la fotografía de su hija aparece medio quemada y sin embargo el marco y el cristal de la misma, están intactos.
La madrugada del 27 de noviembre de 1992, la Comisaria de Vallecas Moratalaz, recibe una llamada sorprendente.
En la calle Luis Marín número 8, se estaban produciendo una serie de fenómenos paranormales.
Según el testimonio del padre de familia, los cuadros y crucifijos de la casa estaban dando vueltas y en mitad del pasillo han visto una figura oscura, alta y sin pelo que estaba allí esperàndoles.
Hasta allí se desplazaron dos coches patrulla de la Policía Nacional y el Inspector Jefe José Negri.
Eran las 2:30 de la madrugada y el inspector lo primero que se encuentra es a la familia Gutièrrez Lázaro en la calle aún a pesar del frío que hacía en aquella noche de noviembre.
Estando los seis policías en el salón junto con la familia, se quedan atónitos al ver cómo una de las puertas del mueble bar se abría violentamente y oscilaba con fuerza durante varios segundos.
Es entonces cuando a tenor de este fenómeno, cuatro de los seis policías deciden irse y quedarse en el portal del inmueble.
Mientras uno de los policías se queda en el comedor junto a Concepción Lázaro, el Inspector José Negri y Máximo Gutierrez entran en la habitación de la hija de éste.
Al parecer algo había arrancado un Cristo de la Cruz de madera en la que estaba adherido y había dejado la marca de tres arañazos en el póster sobre el que estaba colgado el crucifijo.
Por otro lado, la habitación tenía salida a una terraza y mientras revisaban la habitación, escucharon un gran estruendo en la terraza, en donde al salir corriendo a ésta no hallaron nada ni a nadie.
Allí le cuenta Máximo al inspector que estando un día con su hijo charlando en la habitación, una fuerza extraña lanzaba a su hijo de un lado a otro de ésta.
Por otro lado, pudieron comprobar que en el mantel que tenía la mesita en la que estaba el teléfono, aparecía una mancha de color marrón.
También es inspeccionado el baño por el inspector Negri, centro de todos los fenómenos de voces, bajada de temperatura y fuerza extraña, el cual ante el pavor que producía a la familia lo utilizaban de trastero.
Al entrar en él José Negri, sintió como se le ponían los pelos de punta y como un frío helado le llega a hasta los huesos, según sus propias palabras: “Un frío que no había sentido nunca”.
El resumen de lo acontecido de madrugada en aquel domicilio, quedó reflejado en un informe oficial que ha pasado a los anales de la historia paranormal en ese Paìs.
La familia Gutièrrez Lázaro acabó vendiendo su vivienda y por fin encontraron la tan ansiada paz, en un nuevo domicilio.
Aunque hay que destacar que cuando el equipo una prestigiosa revista fue a ese nuevo domicilio para grabar la entrevista a los padres de Estefanía, hubo una serie de voces susurrantes que se colaron en el audio de las cámaras.
Una de los voces decía “No puedo”, otra correspondiente a una voz femenina “déjala está tarada” y “ojo no hemos comenzado”.
Los inquilinos de la antigua casa de Estefania, nunca han notado nada extraño en ella.
De este extraño expediente X español, podemos sacar como conclusión que la Ouija es un juego al que no se debe jugar en colegios ni institutos por adolescentes.
La Ouija es una herramienta que ciertos profesionales suelen utilizar para contactar con ciertos entes, pero no un es un juego de mesa para pasar una tarde de domingo.

EL MONITO Ely Ortiz.

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EL MONITO.
Creepy pasta.


Me divorcie de mi esposo porque èl tenìa otra familia, mi hijo estaba consciente de esto y constantemente me motivaba para que saliera a divertirme y tal vez conocer a alguien, pero sinceramente, aunque él era ya todo un adolescente, yo seguía viéndolo como un bebé y me daba miedo dejarlo solo .

Un día simplemente accedí, el se veía muy contento, hasta me esperó despierto en el sillón de la sala para preguntarme sobre mi noche.

Fue sensacional, comencè a salir muy seguido, hasta que empecé a notar sus ojeras, ya que me esperaba despierto en el sillón.

A veces lo encontraba dormido sobre mi cama en pleno día.

Preferí pasar màs tiempo con él, preparamos botanas y vimos algunas películas, pero, cada vez que yo mencionaba que era la hora de dormir, él parecía tomar más energías y nos extendìamos hasta la madrugada.

Amanecìamos dormidos en la sala.

Al siguiente día me di cuenta de que la puerta de su habitación estaba cerrada, y que no entraba èl ahí para nada.

Tratando de comprobar que no era mi imaginación, le pedí que entrara, no quiso hacerlo, pero tampoco dejó que yo lo hiciera.

Me contó una historia poco creíble que quise terminar cuanto antes y entré en la habitación.

Había un olor algo extraño, entre suciedad y humedad, se sentía frìo y aunque el piso era completamente sólido, crujía a cada paso que dábamos.

Una risa como de niño, se escuchaba bajo la cama, después en el armario, parecía que nos rodeaba y le causaba gracia, pero ninguno de los dos podía ver nada.

Se me enchinó la piel, la cara de mi hijo estaba pálida, y muy seriamente me dijo: -si quieres verlo…tienes que recostarte en la cama-.

Movida por la curiosidad más que por el miedo, me tiré en la cama, viendo fijamente hacia donde mi hijo me había indicado.

No pasaron más de cinco segundos, cuando se escucharon unos arrastrados pasos, y una pequeña mano se posó a los pies de la cama.

Jalaba las sàbanas lentamente, pero me hice la fuerte por mi hijo y contuve las ganas de gritar.

Tras aquella manita vino otra, parecían pertenecer a un niño por el tamaño y forma, pero eran demasiado regordetas y fuertes, además el color era algo extraño, pálido y opaco.

Mientras pensaba en lo que estaba viendo, un bulto empezó a levantarse entre aquel par de manitas, lentamente, pero a mí me pareció como si hubiera saltado de repente, aquella siniestra cara, esa sonrisa macabra , ya no pude contener los gritos.

Mi hijo decía que era un monito… pero era el ser más horrible que haya visto en mi vida, la cara cubierta de arrugas, sus ojos rojos, el cabello enmarañado, y todas las intenciones de hacer daño se reflejaban en su rostro.

Reía y reía, y en cada una de sus risas mis gritos salían sin control , parecía gustarle mi temor, entonces, subió a la cama para hacerme gritar màs.

Tocó mis piernas con sus heladas y callosas manos... yo no me podía mover, el miedo me había paralizado, su ropa cubierta de sangre me hizo temer aun màs, estaba punto de desfallecer cuando mi hijo lo molió a golpes con un bate de béisbol, pero aquella cosa no se quejaba, al contrario, en actitud retadora mostraba sus pequeños dientes, pero más filosos que navajas, porque de una sola mordida, arrancò una astilla grande del bate que sostenía mi hijo, algo balbuceaba pero no logramos entenderle.

Cuando al fin pude reaccionar, me uní a mi hijo para golpear a la criatura extraña, pero esta no paraba de reír, en un rápido movimiento se fue a esconder debajo de la cama… lo buscamos por cada rincón, pero no pudimos encontrarlo.

Sus risas se escuchaban como un ambiente de fondo por toda la casa.

Ese sonido nos estaba llevando a la locura, veìamos los dìas transcurrir y se escuchaba a cualquier hora en cualquier lugar de la casa.

No podíamos dormir, esperábamos que en cualquier momento saltara sobre nosotros, así que mejor nos fuimos a un hotel, pero he de confesar, que aùn ahí no pude pegar los ojos, tenía su risa grabada en mi mente, donde se repetía sin cesar y apenas me iba quedando dormida, imaginaba su rostro frente al mío y me llenaba de terror, sobre todo, porque ni siquiera tenía idea de lo que había sido.

En tres días juntamos el valor suficiente para volver y descubrir lo que había sido aquello, pero para nuestra desgracia, una noticia en la televisión, cambió nuestras vidas de repente.

Ahí estaba nuestra casa, rodeada de policías y prensa, los paramédicos salían con un cuerpo…el de mi ex marido, y se mostraban nuestras fotografías como principales sospechosos.

La teoría encajaba muy bien, madre e hijo enloquecen después de que el hombre de la casa se marchara con una nueva familia, y en venganza lo asesinan dentro de su casa.

Nadie podría creer que el culpable fue… “un monito”… no nosotros, asì que desde entonces huimos, todo causado por el poseedor de aquella macabra risa… -- jijijijiji,jijijijiji-….-jijijijiji,jijijijiji-…. Aun la escucho…

lunes, 9 de enero de 2017

HONOR Y FUEGO Christian Perales.

La foto de Cuentos de Terror para antes de ir a dormir
HONOR Y FUEGO
Todos los bomberos pasamos por una etapa difícil en nuestra carrera, la etapa de novato en la que toda la teoría que aprendiste se pone a prueba, en una mórbida batalla contra la adversidad. Es duro, es complicado y da miedo, ver esas enormes bolas de fuego consumiendo todo a su paso, sentir ese calor sofocante buscando acabar contigo y esa incertidumbre de no saber si regresarás de un servicio.
En enero de 1999 estuve a cargo de una cuadrilla, la mayor parte de ellos veteranos, sin embargo una mañana llegó uno Ricardo Olvera, y como no lo voy a recordar, pues hasta hoy sigo preguntándome ¿eso que fue?....
Pues bien: Ricardo "dolor de muelas" Olvera era un bombero fuera de serie, era asustadizo, y parecía que jamás fue entrenado, nos llegó de otra estación y solo lo admití por que en nuestro trabajo se forma una hermandad aun cuando realmente no daba el ancho para esta labor. Recuerdo que en su primer llamado a un incendio salió corriendo, y se subió al camión. Cuando fui a ver que le pasaba simplemente lo encontré en el suelo de la cabina de nuestra unidad, en posición fetal, y llorando amargamente.
-¡¿me quieres decir que te pasa Olvera?!....-
-¡tengo miedo! ¡es mucho fuego! ¡es mucho fuego!....-
-Mañana quiero ver tu renuncia en mi escritorio-
Y sin embargo no lo hizo, no renunció, de alguna forma se las aregló para convencerme de que no lo despidiera o lo tranfiriera a otra estación. Y poco a poco fue tomando valor, tenacidad y lo que se requería para ser bombero.
Una noche, a las tres de la madrugada sonó nuestro llamado, era hora de acudir a una fábrica de colchones que se estaba incendiando, por la naturaleza de los materiales que se almacenaban allí, era terrible no que nos esperaba. Al llegar nos dimos cuenta de la gravedad de lo que sucedía, era una sucursal del infierno aquel sitio, con llamas tan elevadas que ya había alcanzado una bodega donde se almacenaba alcohol, y desgraciadamente una casa habitación. Era poco el tiempo para coordinarse con los bomberos de otras estaciones que iban llegando a la conflagración, pero los bomberos regularmente somos una máquina perfecta, así que nos tomó poco tiempo encontrar la armonía para apagar ese incendio.
-¿ustedes son de la 264?-
-Si señor....-
-muy bien, quiero que se concentren en mantener las llamas alejadas de la fábrica de colchones... los de la 321 mantengan frías las paredes de la bodega de alcohol... que no llegue el fuego vivo a ese sitio o no alcanzaremos a salir ni siquiera nosotros....¡Paredes, Rivas, García, Solís y Olvera, vengan conmigo tenemos que apagar la casa habitación para ver si encontramos a alguien con vida!.....-
Era como media cuadra la que debíamos recorrer arrastrando la manguera de agua, tiempo que fue suficiente para que yo pudiera entablar una pequeña charla con Olvera....
-Vi que hoy llegaste tarde Olverita, pero si lo haces bien, me voy a hacer como que no vi....-
-Capitán es que hay algo que debo decirle....-
-Después Olvera, ya concéntrate....-
Comenzamos a rociar agua sobre el inmueble, pero todo parecía indicar que la batalla estaba perdida para nosotros, el fuego ya había invadido toda la vivienda, la envolvía en un manto infernal y unos gritos desde el interior nos decían que alguien estaba muriendo lentamente en ese calor abrasador, resultó ser el llanto de una pequeña niña... estaba atrapada en el fuego. Su mamá llegó hasta nosotros implorando que salváramos a su hija, y aunque sientas que esa podría ser tu propia hija, como bombero tienes que ser fuerte, fingir que eres duro y que nada ten consterna.
-Señora, hacemos lo que podemos, aléjese por favor....-
Y fueron necesarios dos paramédicos de los que ya habían llegado al sitio a apoyar para sujetar a la señora y evitar que quisiera entrar a la casa en llamas...
-¡Olvera... dame más presión!....-
Pero Olvera no me hacía caso, estaba ahí parado, petrificado viendo el fuego, como si se tratara de un programa de televisión, y de pronto me hizo una pregunta que me descontroló en muchas formas.
-Capitán... leí que el cuerpo humano puede refractar el fuego mientras nos se deshidrate... y que las quemaduras no lo afectan mientras el agua en el cuerpo no se desaloje....-
-¡¿qué?!¡enloqueciste Olvera!....-
-¿Cree que las almas juzgadas soporten el fuego del infierno?....-
-¡dame más presión de agua Olvera....!....-
-Voy por esa niña capitán.....-
Y entonces lo hizo, se quitó el casco, el traje de protección y entró a esa casa envuelta en llamas como si nada, como quien entra a su domicilio en u día normal, como si todo aquel fuego, no estuviese ahí.....
-¡Olvera regresa!.....-
No me hizo caso, simplemente lo vi desaparecer entre las llamas, internarse en la casa y desparecer entre el humo....
-¡Todos!¡más presión...Olvera está dentro!....-
Aumentamos la presión aun cuando sabíamos que Olvera no lo lograría, me interesaba mi compañero, pero mi deber era el de velar por que el fuego no se extendiera aún más... y entonces, pasados unos minutos, aquel bombero desquiciado salió de ahí, con la nena en sus brazos, había inhalado humo, y tenía algunas quemaduras pero definitivamente se iba a salvar.....Nadie de nosotros podía creerlo. Cuando Olvera le entregó a la niña a los paramédicos tenía yo que despojarme de la inquietud, así que hablé con él mientras recuperaba el aliento.
-¿Cómo hiciste eso?....-
-Ya se lo dije... las almas juzgadas soportan el calor del infierno mismo....-
-Ok.... me dejas muy sorprendido.... felicidades héroe... ahora ¿por qué no descansa un poco?... era la única vida en riesgo... parece que las otras cuadrillas tienen esto controlado.... -
-Si señor... ya puedo descansar... Gracias por confiar en mi, es algo que no olvidaré jamás.-
-Bien hecho amigo.....-
Las horas pasaron y finalmente vimos apagarse el fuego, afortunadamente sin víctimas mortales, y esa pequeña niña se había salvado con lesiones menores, gracias a la determinación de aquel bombero. Era hora de regresar a la estación. Antes de subir a nuestro camión uno de los compañeros me preguntó por Ricardo Olvera.....
-oiga: falta Ricardo Olvera....-
-Lo mandé a que descansara... creo que se lo tomó literal.... ya ha de estar en la estación o en su casa, no se preocupen por el, hay que irnos ya-
Apenas llegábamos a la estación, cuando vimos la enorme sombra del luto, que se había apoderado de nuestra guarida, los compañeros tenían esa mirada de pesadumbre que solo se ve cuando uno de nuestros hermanos cae... de inmediato me bajé del camión y pregunté que era lo que estaba sucediendo, Clarita, la operadora me dijo entre lágrimas lo que pasaba.
- Perdimos a uno de los nuestros....-
-¡¿cómo?!..... ¡¿a quién?!..... -
-A.... a Ricardo Olvera... perdimos a nuestro dolorcito de muelas....-
-¡No!¡no es posible Clarita! anoche estuvo con nosotros en el incendio... salió vivo de ahí....-
-Con todo respeto capitán, no pudo ser anoche... él murió a la seis de la tarde de ayer... en un choque.... quedó tan dañado que apenas supieron quien era hasta hoy.... Si... si era él capitán....-
Ahora me doy cuenta de que Ricardo "dolor de muelas" Olvera, había hecho su último rescate, ya como un alma... como un alma juzgada pues así lo dijo el mismo... Ahora mientras guardamos un minuto de silencio por él, nos damos cuenta de que quizás... nos acompañe a más rescates, por que en el fondo siempre fue un bombero.
FIN