Amigos de grupo Anècdotario, êste blog ha sido creado para que se nos facilite la bùsqueda de todas las anècdotas,historias, reflexiones, cuentos cortos, leyendas de Mèxico y el mundo, etc. Es un blog apto para todas las edades y en èl todos hemos puesto nuestro granito de arèna. Aquì està la recopilaciòn de nuestras aportaciones y se los dedico con todo mi cariño.

sábado, 30 de enero de 2016

EL CALLEJON DEL DIABLO Victor Manuel Monroy Hinojosa





EL CALLEJÒN DEL DIABLO.

Hasta hace algunos años existía, a corta distancia de lo que hoy es el centro de la Ciudad de México, una estrecha callejuela conocida con el nombre de el Callejón del Diablo.


Empezaba en el descampado de la calle de San Martín y desembocaba en la calle de la Zanja.

Aquella callejuela de tenebroso nombre, estaba formada por un pasadizo sombrío, bordeado de árboles frondosos, que además atravesaba un paraje solitario. 

Dentro de ese paraje, se encontraba una casucha humilde y de nulas comodidades, habitada por un enfermo de tuberculosis, muy común en aquellos años. 

Como bien se puede comprender, ya sea por el enfermo, por el nombre del callejón o quizá por la oscuridad, pocas personas se aventuraban a tomar el callejón de día y mucho menos de noche, ya que después del ocaso reinaba una lúgubre oscuridad.

Los habitantes además, contaban que a las 12 de la noche, en el mencionado callejón se aparecía el Diablo, situación que entre los jóvenes resultaba toda una odisea digna de enfrentarse.

En cierta ocasión, un hombre bravío y haciendo gala de su valentía, ignoró todos los avisos que de el callejón se decían y tras una amena reunión con sus amigos, los reto a atravesar por el pasaje.

Sólo se internó en dicho callejón y, hallándose casi a mitad del camino, miró una figura que se apoyaba en el tronco de uno de los árboles. Tuvo un ligero sobresalto, pero inmediatamente se recuperó y se dijo para sus adentros: -¿Con que forajidos a mí, eh? ¡Ahora verás!-. Y empuñando las manos, se dirigió resueltamente hacia el sujeto.

Ya se encontraba a unos metros del individuo cuando, de pronto, se iluminó la escena y surgió ante sus ojos un ser horrendo que reía malignamente. El joven aventurero sintió que la tierra se hundía bajo sus plantas, pero, animado por su instinto de conservación, en lugar de desmayarse salió despavorido, logrando así evadirse de una segura desgracia.

La noticia de que en el callejón se aparecía el demonio, cundió rápidamente entre la población y, a consecuencia del incidente ocurrido, se divulgó rápidamente a otras personas que ya habían sido asustadas por el monstruoso espectro. 

Si el callejón era escasamente transitado por las noches, al comprobarse que el demonio se había establecido en él, nadie osaba ya, ni por equivocación o bravura, usar ese camino después de ocultarse el sol.

Pronto las autoridades decidieron tomar cartas en el asunto y consultaron con una persona experta en estos menesteres de magia y apariciones diabólicas.

Rápidamente el perito aconsejó que para evitar que el diablo comenzara a incursionar fuera de su refugio y se volcara sobre la comunidad, se depositaran diariamente bajo un árbol cercano algunas ofrendas en joyas y monedas de oro. Aunque al principio nadie quería ser el primero en entrar al callejón, pronto en grupos y a plena luz del día, se aventuraron a dejar las ofrendas tal cual se había consignado.


Lo curioso del caso es que los supersticiosos que todas las mañanas iban a dejar las nuevas ofrendas, observaban que los artículos del día anterior se habían esfumado, lo que les afirmaba en su convicción de que el diablo se complacía con los regalos que el pueblo le brindaba.

Pronto el misterio llegó a oídos de dos fornidos pescadores que llegaron a la ciudad de visita. Marineros que después de sobrevivir a feroces tormentas, peligrosas travesías e infinidad de leyendas del mar, encontraban en ésta historia del callejón, una infantil odisea. 

-¿Qué te parece lo del diablo en la calle de San Martín?- , le dijo el marinero más experimentado a su compañero y prosiguió, -Me parece que hay gato encerrado, y que el diablo ése tiene más costumbres de ratero, que de otra cosa; y tengo para mí que, como buenos hijos de Dios, si hay algo que no debemos permitir es el robo a sus ovejas, aunque el ladrón sea el mismo Belcebú.-

Resueltos a impedir que la leyenda siguiera creciendo y evitar que el desfalco continuara, decidieron poner fin a lo que ellos consideraban más que un mito.


Esa misma noche, al filo de las doce, ambas siluetas penetraron valientemente en el pavoroso callejón.

Y, como es de rigor, el presunto diablo esperó pacientemente en su árbol para infundir el terror del más allá a quien se arriesgara a ingresar en aquellos dominios.

Listo estaba para sorprender a las dos siluetas cuando súbitamente, a la luz de una antorcha que aparecía de la nada, vio emerger la imagen peluda, armada de negros cuernos y larga cola, de algo que parecía el auténtico Satanás.

No se reponía todavía de la sorpresa cuando experimentó en las posaderas la mordedura de un fuego que le quemaba las entrañas, y que no era más que un tizón al rojo vivo que diestramente acababa de aplicarle en esa región uno de los marineros que lo atacaba por detrás.

Preso de un pánico indescriptible, el supuesto demonio sólo atinó a decir -¡Jesús, el diablo quiere llevarme!- y profiriendo tremendos gritos de dolor, emprendió velocísima carrera.

Los dos marineros soltaron tremenda carcajada mientras se quitaban los disfraces que habían confeccionado especialmente para esa ocasión. 

A la noche siguiente, los pescadores se situaron en el callejón nuevamente para ver si algún infortunado “ser maligno” regresaba y aunque montaron guardia hasta el alba, nada apareció en ese lugar nuevamente.

Días después se supo de un un afamado personaje de la localidad que se debatía entre la vida y la muerte a causa de una extraña y repentina enfermedad que, en forma de llagas, se le manifestó en los glúteos, aparentemente producidas por quemaduras profundas.

Tiempo después el individuo sanó, y según opinión del pueblo, ese “falso demonio” se arrepintió de sus culpas y donó a una institución para pobres un lote de joyas, entre las cuales muchos reconocieron algunas que ofrecieron al diablo junto al árbol tiempo atrás.

Hoy solamente queda como recuerdo de los sucesos acontecidos el sugestivo nombre de Callejón del Diablo con que se designó durante largos años al siniestro recoveco antes de que, con el avance de la urbanización, desapareciera definitivamente de la red de vías pintorescas del Centro Histórico

viernes, 29 de enero de 2016

LA TIA LOLA ROCI H. MURRIETA



LA TÍA LOLA
A la tía Lola la conocí cuando tenía seis años , más o menos , siempre se me hizo una persona rara, oscura , malvada, pero no siempre fue así , en realidad era una mujer bella físicamente , delgada , blanca , con cabello largo y negro y ojos café claro , inevitablemente vestía de color negro y su personalidad cambió debido a un evento que la marco de por vida .
Mi tía era de un pueblo donde todos se conocían, a los quince años se enamoró de un muchacho dos años más grande que ella , lo quería mucho y esperaba que la pidiera en matrimonio o se la robara , para poder vivir con él.
Para ella los meses se le hacían muy largos y a él parecía no importarle que pasara el tiempo, poco a poco, los besos se volvieron caricias hasta que tuvo relaciones sexuales con su novio, siendo ella virgen pensó que su novio se la llevaría a su casa en ese momento , pero no fue así , por el contrario el muchacho se alejó de ella.
Pasaron unos meses y mi tía se dio cuenta que estaba embarazada, busco al muchacho y le dijo que iba a tener un bebé, el joven le dijo que se las arreglará como ella pudiera, que él ya tenía novia y que con ella si se pensaba casar; mi tía se encolerizó llego a su casa y no dijo nada del embarazo. 
Primero pensó en abortar y para eso tenía que buscar un yerbero, se trasladó a un pueblo vecino y encontró a un brujo, pero no la quiso ayudar a abortar, ella impresionada por lo que veía en el jacal del brujo le pidió de manera muy insistente, que entonces le enseñara a curar, en lo cual el brujo, no tuvo reparos.
Los meses pasaban y el embarazo avanzaba, mi tía se fajaba y usaba ropa muy holgada para que no se le notara el embarazo, entonces se enteró que el muchacho que ella había amado se casaba y que su novia estaba embarazada, enloqueció de rabia, dejó de ir a ver al brujo y fue a buscar a una bruja , esta señora se dedicaba a la magia negra y cuando mi tía abuela le contó todo lo que le había pasado , la bruja le dijo que le iba a enseñar todo lo que sabía ya que ella no tenía hijos y era su obligación heredar su conocimiento.
La bruja le explico que tenía que hacer un ritual para vender su alma al diablo y que sus hechizos serían efectivos y en esto consistía el ritual:
Tenía que hacer un sacrificio de un ser vivo, depende de lo que sacrificara iba a ser su poder y lo que mi tía abuela decidió sacrificar fue a el bebé que llevaba en su vientre. 
El día que le empezaron los dolores de parto ella ya tenía en el granero lo que necesitaba para el ritual, hizo un algunas formas raras en el piso y colocò velas alrededor, también hizo una gran fogata.
Empezó a dar a luz y en cuánto salió el bebé cortò el cordón y así vivo lo arrojó al fuego hasta que murió. 
Su hermana que miraba en silencio a través de una rendija, cuando vio que mi tía arrojaba a su bebé al fuego, dejo escapar un grito de horror , mi tía imperturbable siguió con el ritual, mientras su hermana se metía a casa llorando y sin decir nada se fue a su cama. 
La tía Lola espero hasta que se quemó casi todo el cuerpo del bebé, entonces hizo un hoyo donde escondió todo lo que había utilizado y los restos que quedaron del bebé…..conservo un poco de las cenizas del bebé y triturò un pedacito de uno de sus huesitos.
La tía Lola a partir de ese momento se convirtió en una persona mala y vengativa, con un conjuro metió la fotografía del que fue su novio en una botella de alcohol, es por demás decir que el muchacho se la pas
Pero la venganza real fue cuando en atole de maíz tierno mi tía le dio un brebaje , que contenía los restos del bebé que mi tía había quemado, el muchacho pareció enloquecer y en un acto impredecible salió corriendo de su jacal como si hubiera enloquecido.

Fue a caer en una fogata que estaban preparando para hacer carnitas, sobre de la fogata ya estaba el caso con aceite hirviendo que cayo totalmente encima de él, tuvo una muerte horrible, parecida a la de su bebé y es aquí donde realmente empiezan los relatos de terror de la tía Lola , que daño a familiares y conocidos ……..pero esas son otras historias.

EDWARD GALINSKI Y MALA ZIMETBAUM Monserrat Charles








EDWARD GALINSKI Y MALA ZIMETBAUM.

Era primera hora de la tarde del 24 de junio de 1944. El guardia de puerta del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau vio que se aproximaban a la salida un funcionario de las SS y una prisionera que portaba en sus brazos un pequeño lavabo de mano. 
El funcionario de las SS entregó el pase de salida al guardia de la puerta como era habitual pero éste no consideró necesario revisarlo. Abrió la puerta y permitió que ambos salieran.
Ese mismo día pocas horas después las sirenas de alarma comenzaron a sonar en el campo de Auschwitz. Dos prisioneros habían desaparecido. Edek Galinski y Mala Zimetbaum habían desaparecido de sus respectivos pabellones y nada se sabía de ellos.
Mala había sido arrestada durante una redada de judíos en la estación de Antwerp en 1942 y había sido trasladada al campo de concentración de Auschwitz en septiembre de ese mismo año. Era la prisionera 19.980. Por su parte Edek llevaba recluido desde Junio de 1940 y formaba parte de los prisioneros políticos de Tarnow. El era el prisionero número 531.
Edek trabajaba en el taller de cerrajería y mantenimiento del campo de concentración y eso le permitió acceder al pabellón de mujeres en varias ocasiones. Allí conoció a Mala y ambos supieron, desde el primer momento, que estarían juntos para siempre.
Comenzaron a preparar su plan de fuga en 1943. Mala tenía acceso a la oficina de oficiales del campo para su limpieza y se encargaría de robar los formularios que se utilizaban para los pases de salida. Edek, gracias a su trabajo de mantenimiento, tenía acceso a los vestuarios de los oficiales de las SS y llegado el momento podría hacerse con un uniforme. El 24 de Junio de 1944 Mala se vistió con su ropa de trabajo como de costumbre, en el bolsillo llevaba el pase de salida que había falsificado. Edek fue a realizar una reparación en el vestuario de los oficiales y aprovechó la ocasión para vestirse con un uniforme de las SS. Una vez vestido fue a recoger a Mala al pabellón de mujeres y portando un lavabo de mano salieron por su propio pie por la puerta principal del campo.
Tras salir del campo llegaron con éxito a la aldea próxima de Kozy y allí consiguieron refugio gracias a Antoni Szymlak, un viejo amigo de Edek. El plan original consistía en refugiarse unos días en Kozy y tras ello, cuando las cosas se calmaran, dirigirse hacia Zakopane. Sin embargo, a petición de Mala, modificaron el plan original y en vez de dirigirse a Zakopane decidieron huir en dirección a Eslovaquia. Allí vivían unos parientes de Mala y podrían refugiarse en su casa hasta el final de la guerra.
Por desgracia la suerte les había abandonado. El día 6 de julio de 1944 fueron descubiertos por una patrulla de frontera alemana cuando intentaban llegar hasta Eslovaquia. La patrulla alemana sólo había visto a Mala que caminaba unos pasos por delante de Edek. Él podría haberse escondido y huído con facilidad, pero no lo hizo.
Ambos fueron detenidos y llevados de regreso a Auschwitz. Allí fueron recluidos en celdas separadas del Bloque de la Muerte y durante días fueron torturados para que confesaran quién había colaborado con ellos en la huida. Ni Edek ni Mala dijeron una sola palabra.
Pocos días después de su detención se dispuso que Edek y Mala debían morir ahorcados. Para no darles la ocasión de volver a verse de nuevo los dos serían ahorcados por separado. Ambos intentaron suicidarse antes de ser ajusticiados, Edek, ya con la soga al cuello, se arrojó voluntariamente antes de que pudieran leerle la sentencia. Los oficiales nazis pudieron evitarlo y Edek murió en la horca algunos minutos después. Mala, por su parte, consiguió hacerse con una cuchilla de afeitar que llevaba escondida en su mano cuando se dirigía a la lectura de la sentencia. Utilizó la cuchilla oculta para cortarse las venas de ambas manos y con ellas ensangrentadas abofeteó a los guardias cuando intentaban evitar que se desangrara. Su desfachatez indignó a los guardias hasta tal punto que Mala fue apaleada por los oficiales de las SS de forma brutal. Aún viva decidieron trasladarla al crematorio aunque finalmente falleció antes de llegar allí a causa de los golpes recibidos.
La historia de Edward Galinski y Mala Zimetbaum trascendió más allá de los muros de Auschwitz. Sus compañeros del campo de concentración les consideraban unos héroes. El verdugo de Edek, Jupp Windeck, recogió un mechón de cabello de Edek y otro de Mala y se los entregó a Wieslaw Kielar para que los hiciera llegar a su familia. Esa fue la última voluntad del condenado. Junto a los mechones de pelo se encontraba una nota manuscrita del propio Edek. La nota decía “Mally Zimetbaum 19.880 – Edward Galinski 531″. Esta misma inscripción pudo encontrarse años después en la celda que Edek había ocupado pocos días antes de su muerte.

TERROR EN EL QUIROFANO Maritè Martinez

TERROR EN EL QUIRÒFANO
Pocas veces en la vida se pasa tanto miedo como en el momento en el que tú mismo, un familiar o ser querido debe ser hospitalizado e intervenido quirúrgicamente. 
Durante minutos, o incluso horas, uno es completamente vulnerable y la vida pende de un hilo, sabes que cualquier error médico te puede costar la vida o dejarte con graves secuelas. No es por eso de extrañar que existan tantas leyendas urbanas en relación a los hospitales, los errores médicos y las operaciones que salieron mal. ¿Pero cuánto hay de verdad y qué es falso en los relatos que casi todos hemos escuchado alguna vez?
Despertar en medio de una operación
Por desgracia es un peligro real y se estima que, una de cada 1.000 personas que son intervenidas quirúrgicamente en el mundo, se despierta durante la operación. Normalmente no se recupera totalmente la conciencia y sólo se recuerdan fragmentos de la conversación del personal sanitario o un leve malestar. 
Las técnicas han avanzado mucho y cada vez existen más métodos de monitorear al paciente; por lo que, cuando se detecta que está recuperando la conciencia, simplemente se aumenta la dosis de anestesia.
Pero existen multitud de testimonios de individuos que sentían como su cuerpo permanecía inmóvil; incapaces de avisar que estaban despiertos, no podían gritar, ni tan siquiera llorar, y nadie parecía darse cuenta de que sentían dolor cuando cortaban sus cuerpos y h
urgaban en su órganos. Incluso los que no sentían dolor, podían percibir claramente cómo manipulaban su interior, y escuchar con claridad cómo su carne se desgarraba. Sin duda una de las mayores agonías que se pueden vivir.
Ejemplo: Erin Cook se sometió a cirugía para la extirparle un tumor en su ovario. Recuerda haberse dormido con la anestesia, pero minutos después despertó con un intenso dolor al sentir cómo cortaban su cuerpo. Se sintió atrapada en su cuerpo, incapaz de moverse o respirar. El hospital le informó después que un gas había estado cayendo durante la operación y sólo recibió el 5% de la anestesia necesaria.
Objetos olvidados en tu interior
Durante una intervención quirúrgica se usa diverso material que es necesario para la operación, como bisturís, gasas, pinzas, tijeras, etc. En algunos casos, por descuido de médicos o enfermeras este instrumental se ha olvidado en el interior del paciente y se ha cosido su cuerpo con esos objetos anómalos dentro. Esto puede provocar gran dolor al paciente, fiebre, inflamación o incluso causarle una infección que le puede costar la vida.
Ejemplo: Nelson Bailey dejó la sala de operaciones con una gasa de 30 centímetros de largo por 30 de ancho dentro de su abdomen. Cuando los médicos descubrieron su error y abrieron nuevamente su herida, la gasa estaba podrida y había perforado sus intestinos.
Operar al paciente equivocado
Esta negligencia médica es la que más historias urbanas ha generado, y es que es aterrador pensar que un error al verificar la identidad del paciente puede ocasionar que se le practique una operación que no le era necesaria. Una de las leyendas urbanas que más frecuentemente he escuchado es la del hombre que despertó con una operación de cambio de sexo porque le confundieron con otro paciente con nombre similar, pero no es la única, y en algunos casos el relato cambia y lo que se le hizo fue amputar una pierna u operar a un paciente sano.
Ejemplo: A Kerry Higuera se le practicó una radiografía de rayos X en el abdomen, a pesar que tenía tres meses de embarazo. Los médicos la confundieron con otra paciente del mismo nombre. Este procedimiento aumentó el riesgo del bebé de padecer leucemia o defectos de nacimiento. Afortunadamente su hijo, Nathan, nació bien.
Operar el lado equivocado
Conocido médicamente como “error de lateralidad”, se podría considerar una negligencia médica relativamente común por la cantidad de noticias reales que circulan por la red . Casos como el de un anciano peruano al que se le amputaron ambas piernas porque inicialmente se equivocaron de lado, gente que queda ciega tras ser operada de un ojo sano o incluso testimonios de personas a las que se les extirpó un riñon sano obligándoles a vivir conectados a una máquina de diálisis hasta que reciban un trasplante (si tienen esa suerte).
Ejemplo: Jorge Villanueva Morales (un anciano peruano de 88 años) se quedó sin ambas piernas en enero del 2010, cuando le fue amputada su pierna izquierda por error; según su historia médica, debía habérsele cercenado la pierna derecha.
Abusos sexuales mientra se está sedado
Son varios los casos probados y en los que se ha sentenciado a varios años de prisión a médicos y enfemeros que, aprovechando que los pacientes estaban bajo los efectos de la anestesia, violaron a sus víctimas, la mayoría nunca supieron nada o no podían probar lo sucedido pues ni ellas mismas sabían si había pasado realmente, ya que seguían atontadas después de la intervención .
Ejemplo: Paul Patrick Serdula, un enfermero anestesista, fue descubierto casi por casualidad cuando una empleada de una clínica dental encontró una cámara oculta en el baño de mujeres. Cuando la policía fue a su casa, encontró cientos de cintas en las que se le podía ver violando, sodomizando y manoseando a varias paciente mientras estaban bajo los efectos de la anestesia, una de ellas tan sólo tenía quince años. Fue sentenciado a cadena perpetua más 25 años.
Robo de órganos en la sala de operaciones
Esta es la única leyenda urbana en la que no he podido encontrar casos reales probados. La historia contaría el caso de personas, a las que por ejemplo, se les saca un riñón sano alegando que era necesaria la operación para posteriormente trasplantar el órgano a una persona que pagaría grandes cantidades de dinero a los médicos.
Pero éste no es el caso más escalofriante, otras versiones de la leyenda aseguran que incluso muchas víctimas morirían en la mesa de operaciones en intervenciones quirúrgicas que eran teóricamente rutinarias (como una apendicitis) o simplemente no eran necesarias. De este modo, médicos sin escrúpulos podrían extraer los órganos de la víctima en las condiciones óptimas, en un ambiente esterilizado y sin despertar muchas sospechas.

JUSTICIA DIVINA Christian Perales








CUENTO CORTO.
JUSTICIA DIVINA.
Por sexta vez en lo que va del año, los peritos en materia de tránsito acuden al kilómetro 66, en plena lluvia y estremeciéndose ante la caída de cada relámpago que de pronto alumbra de manera casi mortecina el lugar, intentan hacer que su trabajo resulte más sencillo, esta vez fueron dos vehículos los que se involucraron perdiendo la vida el conductor de uno de los coches, el otro, camino al hospital.
Se que la muerte no entiende de economías, pero pareciera que en este caso si, pues resulta que el conductor que se salvó lo hizo gracias a que su costoso vehículo, lo salvó de
partirse en dos....Pero como siempre, la raza humana juega... a ser Dios. 
Así que en ese momento los peritos solo buscan la manera de hacer que todo encaje....
-Que madrazo.... mira...-
-Si, se ve que este güey venía a más de cien...-
-¿qué crees que haya sido....?....-
-no se... pero creo que el del Volvo fue el que se le atravesó al Shadow...-
-Como sea carnal... los muertos ya no hablan... hay que poner en el reporte que el del Shadow venía etílico... y le sacamos una lana al del Volvo... total... que pague la aseguradora...-
Inmersos como estaban en aquella conversación, que en ningún momento se percataron que el conductor del Shadow, convertido en una alma en pena los observaba muy detenidamente, no podía hablarles, pero si podía escuchar todo lo que estos peritos decían así que como un acto de crueldad post-mórtem, el sería culpado de todo aquel accidente....Pero esta noche ustedes serán el jurado....
10 Horas antes.....
Omar se levantó con el entusiasmo de cada mañana, su trabajo le permitía llevar el sustento a su familia recién formada, su esposa Clarita, su nena Diana, y un bebé a pocos meses de nacer, eran la luz de su vida, ese sábado ´Clarita sentía un desasosiego, como que algo la inquietaba, después del desayuno Omar subió sus mercancías a su Shadow modelo 1990, fue como subir un arcoíris a la cajuela de aquel coche, artesanías hechas por su esposa y él, serían vendidas en la feria.
-Con esto, ya podemos pagar lo de la casita... de verdad siento bien feo que nos hayamos atrasado... me voy flaquita, hay que llegar temprano para ver si vendo todo...-
-¿regresas, temprano...?-
-No se amor... yo creo que si se pone buena la venta, regreso por las muñequitas...te me pones guapa, al rato vamos a dar una vueltita....-
Después de despedirse de su esposa y de abrazar un poco más de lo habitual a su pequeña hija. Omar salió de la casa para buscar el sustento....
Junior Rivadeneira tercero.... Se levantó a eso de las once de la mañana, con el típico sabor del alcohol descomponiéndose en su boca, en la confusión, no sabía el nombre de aquella mujer con la que había amanecido, se levantó y encendió un cigarrillo, buscó los restos de una pizza entre los despojos que habían quedado de una sórdida fiesta que había organizado la noche anterior, en ese momento sintió que el mejor medio para "bajársela" era una cerveza... ese era el cuadro en el momento en el que sonó su celular....
-¿bueno?....chingá... no grites...¿Qué pasó?-
La voz en el teléfono es escuchaba entusiasmada por el hecho de que hubiera una de la ferias más coloridas de la región... Junior solo se limitaba a contestar....
-ajá... ya... ajá... Bueno, nada más deja que llegue mi doméstica y allá le caigo, ¿De verdad va a ir "la Carla"....?... ¡eso no me lo pierdo!... si.... no... no mi papá me dejó el Volvo... órale allá te veo....-
Después de colgar el teléfono, y de terminar su cerveza se dio un baño, media hora después y sin importarle nada más, un enorme Volvo salía de aquella casa con Junior al volante, la música a todo volumen y la cerveza eran sus copilotos....-
Omar puso su puesto... y a las nueve de la noche, con un baúl lleno de sueños e ilusiones decidió que era momento de volver a casa, pues había vendido toda su mercancía...
Junior, bebió todo cuanto le cupo en el cuerpo y a las nueve ya se encontraba camino a la feria....
Momento equivocado, lugar equivocado.... cuando te encuentras a un maniático de frente... en el momento cero, ambos autos se conocieron de una mala manera, el frente de ambos colapsó y Omar quedó prensado dentro de su Shadow, que con el impacto comenzó a incendiarse, dejándolo indefenso a merced de las llamas, Junior también quedó atrapado dentro de su coche, pero los mecanismos de seguridad impidieron que muriera... de cualquier manera yacía inconsciente en el interior con la cara destrozada ante el impacto con la bosa de aire....
El momento actual....
Clarita llegó al ministerio público a reconocer el cuerpo de su esposo, fue la visión más aterradora de su vida, apenas pudo contenerse del desmayo, pero su llanto decía más que cualquier palabra....Las malas noticias empezaban apenas para ella... pues se culpaba a Omar de todo el accidente y como el coche se encontraba a nombre de Clarita, ella, injustamente tendría que pagar los daños sufridos por Junior....
-Omar... por favor... levántate.... esto no puede estar pasando....-
Pero Omar pudo escucharla, estaba parado detrás de ella, no en cuerpo... si no que ahora convertido en ánima, contemplaba el sufrimiento de su esposa....él sabía que hacer, después de todo las almas pueden ir de un lugar a otro en segundos....
En el hospital, Junior era atendido por los mejores médicos que el dinero de su padre podía costear, se había recuperado lo suficiente como para incluso... se mordaz con las enfermeras que lo atendían... nunca se imaginó que en el lugar donde se encontraba podía haber un apagón... y con la obscuridad, una alma... la de Omar, podía hacerse presente....Junior simplemente se quedó paralizado al ver la sombra de Omar frente a su cama..
-¿sabes quién soy....?....-
-No....¡enfermera!...-
-Shhh estamos tú y yo solos....¿tienes siquiera la menor idea de que causaste mi muerte...-
-¡Perdón...!.-
-¿crees que es así de fácil....?...mi esposa... mis hijos... los dejaste sin nada... ahora... no podrás pagar por salvarte de esto...-
-Perdón... yo no sabía....-
Omar trató de tomar a Junior por el cuello, pero eso fue inútil... ahora es una ánima.... fue por eso que me hice presente
-Hola Junior.... ¿sabes quién soy?...-
Como siempre me pasa, este hombre, en su cama de hospital me miró con verdadero terror en los ojos.....
-Eres... eres....-
-Ya.... no lo digas.... soy la muerte...pero ¿sabes a que vine?....-
-¡Vienes a llevarme!....-
-Mhhh.... tal vez....pero no... vine por que cometiste una injusticia muy grande....mira, normalmente no me meto en los asuntos de los mortales... pero viendo la manera en la que estabas desperdiciando tu vida... creo que cometí un error al llevarme la vida de Omar... y dejarte vivir a ti...¿captas?...-
-¿Qué quieres?... mi papá puede...-
-no me importa tu papá... ¡entiende carajo!...quiero algo muy simple... quiero que le digas la verdad al juez... -
-No se puede.. ya mi abogado habló con el, y acordaron que el otro conductor tuvo la culpa....-
- Bueno... entonces... ya que no hay trato prepárate para venir conmigo....-
Por mucho que alguien esté desperdiciando su vida... siempre temerá a perderla, lo hice llorar, y unos minutos después firmó una confesión, la aseguradora le pagará los daños a Clarita y una compensación extra... por el mal entendido. se que eso no reemplazará el que Omar no estará con sus hijos, pero yo misma me encargaré de que tengan la mejor vida posible...pues Omar ahora irá al paraíso. En cuanto a los peritos tramposos...bueno.... ya deberían de saber que siempre estoy detrás de ellos... en cada accidente, en cada caso al que acuden... es cuestión de tiempo.... lo que ahora me ronda por la mente... ya se hizo justicia ¿no?... pero este día vi mucho sufrimiento innecesario por culpa de Júnior... no se.... ¿debería llevármelo?.....
FIN

ZOMBIES Christian Perales






ZOMBIES
Los vimos en muchas películas, los vimos en los cómics, en los videojuegos, pero ¿Qué pasa cuando esto sucede en la vida real?¿qué pasa cuando la realidad supera a toda ficción?¿qué pasa cuando un ser querido se convierte en un "no-muerto"?
Recuerdo esa noche, yo estaba dormida, como toda niña de ocho años, tenía un mundo de cuentos de hadas en la mente y trataba de ser feliz, pese a que la nostalgia me invadía al haber perdido a mi mami unos meses antes, así fue como mi mundo cambió de un momento a otro, cuando mi papá entró a mi alcoba, lleno de un terror que se podía leer en la expresión de su mirada...
-hijita...necesito que te levantes... perdóname por favor... hice algo terrible-
De inmediato y sin mediar mayor palabra, me sacó de mi cama, a partir de ahí todo se convirtió en una pesadilla surrealista. Se que mi papá es el responsable indirecto de el apocalipsis zombie real, y yo alguna vez lo odié por eso, pero hoy entiendo de que a fin de cuentas era un científico que trascendió las barreras entre lo oculto y lo comprobable, que desafió tanto a las ciencias más puras, como al esoterismo.
Existió el libro más terrible de toda la humanidad, el libro que por cierto acabó con la civilización como la conocíamos, el Necronomicón, o mal llamado libro de los muertos, fue escrito por alquimistas, hechiceros y adoradores del mal, en él, se encuentran secretos del más allá, que eran demasiado avanzados para el año 1100 de nuestra era, pero que al combinarse con la ciencia moderna crearon un engendro entre ciencia y cosas difíciles de entender aún hoy. 
Mi padre llevó a casa el genuino Necronomicón, lo habían encontrado en un monasterio en Inglaterra que alguna vez perteneció a la secta de los caballeros templarios, era un libro enorme con dibujos aterradores, esquemas, planos de artefactos y conjuros, estaba muy conservado a pesar de tener 900 años, tenía un "elegante" forro de piel en sus pastas, que por cierto al final entendí que los mitos populares no se equivocan pues en verdad esta piel, del forro, alguna vez perteneció a un ser humano. La ciencia y lo oculto tuvieron un bebé y este bebé macabro creció para destruir la vida.
Mi padre lo usó en sus experimentos, aunque el experimento más audaz lo hice yo, cuando solo tenía ocho años leí el libro y encontré en él un conjuro que prometía traer de vuelta a la vida a mi mamita, o sea que en realidad no fue mi padre quien hizo "algo terrible" fui yo, con los pocos conocimientos que tenía a esa edad. 
Mi mamá había muerto hace unos meses a consecuencia de un extraño padecimiento y mi padre decidió conservar su cuerpo en hibernación criogénica, para investigar más acerca de la enfermedad, yo usé una noche, uno de sus artefactos para hacer el conjuro que venía en el libro, con el afán de revivir a mi mamita.
Ahora volvamos a aquella noche...Salimos de mi alcoba a la sala y pese a los esfuerzos de mi padre intentando evitar que yo volviera la vista hacia el baño de nuestra casa, vi que ahí estaba mi madre, mi papá la había encadenado a los tubos del baño. ¡tenía vida de nuevo! pero no era ella, sus ojos estaban enrojecidos, su piel estaba verdosa, sus labios estaban amoratados y sus dientes llenos de sangre, se movía de una forma errática y no podía hablar, solo gruñía y su cabello estaba ensortijado y sucio, nos miraba a mi papá y a mi con algo que no puedo describir como odio, más bien era un afán irrefrenable de atacarnos, hoy se que quería comernos. 
Salimos al jardín y ahí estaba nuestro perro, un enorme rothweiler, había muerto, su cuerpo estaba destrozado y lleno de sangre, hoy supe que fue la primera víctima de efecto zombie.
Abordamos la camioneta de mi papá, y fuimos a un laboratorio donde él trabajaba, al llegar, nos aguardaba una teniente del ejército, la teniente robles que era amiga de mi padre, eso es todo lo que recuerdo de aquella noche...me dejó a su cuidado, con la sola mirada se comunicaron bastó solo eso para que aquella hija del ejército mexicano entendiera la magnitud del caso
-esa cosa... despertó... no se que sucedió... eso no tenía que pasar...-
-arréglalo, en una hora, si no haz vuelto te mandaré refuerzos...¿dónde fue?-
-en mi casa... ¿te puedo encargar a mi hija?-
-claro... ven pequeñita esta noche dormirás conmigo... ¿quieres un chocolate?-
Caminamos hacia el interior del laboratorio, mientras volvía la vista atrás, pude ver a mi padre abordar su camioneta, y algo me decía que aquella era la última vez que lo volvería a ver.
Después, a las pocas horas, empezaron a sonar las sirenas y a volar los helicópteros de una forma frenética, escuchábamos disparos y gritos por todos lados, no sabíamos que estaba pasando, luego la teniente me llevó a un cuarto enorme debajo del laboratorio. 
La energía eléctrica falló, solo teníamos las luces de emergencia, luego las comunicaciones lo último que alcanzamos a escuchar fue una orden a las fuerzas armadas, de que protegieran los laboratorios, hospitales y lugares estratégicos, y así la teniente y yo, nos quedamos aisladas en ese bunker.
Pasaron siete meses y nosotras seguíamos refugiadas en ese lugar, no padecimos de alimentos, bebidas o higiene, la teniente, a quien con el tiempo aprendí a llamarle por su nombre de pila Bety, me cuidó como una madre cuida de sus hijos.
Durante ese tiempo, ella, esporádicamente subía a la azotea del edificio, llevando con ella un rifle de asalto, y un radio, al volver yo notaba que su semblante era de pavor, de desesperanza. Hasta que un día me lo confesó, me explicó la cruda realidad de lo que estábamos viviendo.
-nena, algo muy malo pasó en la ciudad, hay personas allá afuera... que deberían estar muertas, pero no... no lo están... y... tu sabes que se nos está acabando la comida... tendremos que salir y buscar refugio en otro lado, y me tienes que llevar a donde está un libro muy especial que tiene tu papi.-
Los días siguientes puso en mis manos una pistola de calibre 9 milímetros y aún siendo yo muy niña me empezó a enseñar a dispararla, subíamos a la azotea a practicar, ella me decía que eso salvaría mi vida, y al mismo tiempo estaba preparando una vagoneta del laboratorio que serviría para que las dos saliéramos de allí. 
Hoy comprendo lo que sucedió con más claridad, mi madre había muerto por una enfermedad bacteriana, y el conjuro o el experimento del libro la habían reanimado, también a la sepa de bacterias que se alojaban dentro de su cuerpo, mi madre era una zombie, tenía solo los instintos más básicos del ser humano, comer y caminar esencialmente, ella, por mi culpa, fue la paciente cero, y se habría quedado así, sin propagarse, de no ser por que las bacterias hicieron que fuera contagiosa.
Así que después atacó a un vecino que entró a la casa al escucharla gritar cuando mi padre la encadenó a la tubería del baño, este murió pero a los pocos minutos se convirtió en un zombie de las mismas características de mi madre.
Atacó a mi papá cuando fue a detener los efectos del experimento, entonces, en menos de una hora ya teníamos tres de estos "no muertos", fue entonces cuando la velocidad de propagación del efecto zombi se aceleró exponencialmente, a tal grado que en ese lapso de unos meses, la ciudad había sucumbido ante la ola de contagios, mucho peor, eso ya se había propagado a otros países y Betty y yo estábamos a pocas horas de salir a ese mundo infestado de zombies hambrientos y ni siquiera teníamos una idea de la magnitud de la epidemia, hasta el momento en que salimos.
Al abandonar la seguridad del laboratorio, todo era una zona de guerra, lo primero que encontramos fueron cuerpos mutilados de policías esparcidos en las calles, ellos mismos se habían disparado en la cabeza cuando vieron que habían sido mordidos por zombies, vehículos volcados, incendios por doquier, en pocos minutos, eso se volvió común para nuestra vista, hasta que nos topamos con el primer grupo de "reanimados", eso es lo más aterrador que recuerdo. 
Vestidos con ropas desgarradas, de piel amarillenta, o verdosa en algunos, labios amoratados, mirada vacía y sin alma así lucían los zombies, la ventaja que tuvimos aquella noche, es que la vagoneta nos protegió y que esta clase de zombies  no reaccionaban ante el ruido, por lo que no notaron nuestra presencia.
Así pasaron semanas, que se hicieron meses y luego años... debo decirles que al llegar a mi casa el Necronomicón ya no estaba en su pedestal, por lo que desde aquel momento, sobrevivir y buscar el libro se ha convertido en nuestra prioridad, creemos que la clave para detener esto, se encuentra en ese diabólico libro.
.
Vivimos la vida en constante zozobra, buscamos alimento, balas y combustible, y vivimos como podemos, a veces tomando autos para continuar, aunque a veces a veces encontramos algunos sobrevivientes, pero procuramos no encariñarnos con ellos, pues a veces toman rumbos distintos al nuestro, y otras son devorados por los "no muertos", y peor, ellos mismos vuelven a la "vida" transformados en esas cosas, y tenemos que dispararles. 
Betty y yo, somos muy unidas, y ella es mi única familia ahora, por eso, no logro entender como no logré disparar a tiempo, un zombie la atacó por la espalda y logró morderla, antes de quedar inconsciente me pidió que le disparara en la cabeza. 
No se si exista un futuro, pero no es nada alentador cuando llegamos a este final, hoy en cuanto Betty despierte, transformada en un ser hambriento de carne, tendré que dispararle, tendré que acabar con su sufrimiento, estoy sentada frente a ella, y no se si tendré el valor de jalar del gatillo... 
FIN

jueves, 28 de enero de 2016

DIA DE LOS INOCENTES PARTE 9 Christian Perales.


























DÍA DE LOS INOCENTES
CAPÍTULO 9.
Lo peor del asunto era que nuestro jefe había ido a la estación solo, imaginé que al menos recurriría a la policía o a los guardias de seguridad privada que prestaban servicio a la empresa, y a mi, hasta cierto punto, me parecía sospechosa la forma en la que había llegado, no era posible que entrara al edificio por la puerta principal por el simple hecho de que el vestíbulo estaba lleno de zombis, definitivamente él conocía algo que nosotros no.
-Jefe: déjeme explicarle....-
-¿que me vas a explicar Grizzli?¿que nuevamente hiciste una fiesta de distraces como la del año pasado, sin consultar a tus jefes?...-
-Esos no son disfraces...-
En ese momento Tina quiso también convencer al jefe....
-Jefe, mire mi mano....-
-¿también tú Tina....?.... tienes los ojos muy rojos ¿ya bebiste verdad escuincla?... miren... estoy muy cansado mejor mañana hablamos ¿si? con un poco de suerte a lo mejor no los corren pero.. me paras esa fiesta a la de ya...¿nos vamos?...-
Al menos era una aliciente poderoso el saber que quizás el jefe conocía una manera de salir sin ser comidos por los no-muertos, de tal suerte que decidimos que nuestra versión encajara en la de él, y decidimos seguirlo, le guiñé el ojo a Tina y ella entendió que debíamos seguirlo, así que comenzamos a caminar detrás de él. 
Era cierto, el jefe conocía un pasillo de mantenimiento por el que empezamos a caminar, estaba libre e iluminado, así que por un momento llegamos a creer que la salvación estaba cerca, pero como dicen: cuando más obscuro está es por que va a amanecer... claro eso si sobevives a la noche. 
Llegamos al fondo del corredor y había una puerta de lámina, era enorme y bastante gruesa, se encontraba cerrada, y eso despertó cierta inquietud en nuestro jefe:
-que raro... yo dejé abierto...-
-¿entró por aquí jefe?...-
-Si... esta es la salida confidencial de los ejecutivos... pero... yo había dejado abierto... está atorada... ¿me puedes ayudar Grizzli?.-
En ese momento, justo cuando nuestro empleador comenzó a lidiar con la apertura de la puerta, escuché del otro lado un ruido que era ya macabramente familiar para mi: pasos aletargados, pies que se arrastraban en su caminar por el suelo, y los lamentos... eso era lo más delatador; del otro lado de aquella puerta el pasillo estaba lleno de zombis....
-Jefe... no abra... hay que salir por otro lado....-
-No hay otro lado tengo que abrir la puerta.....-
En ese último jalón la puerta finalmente se abrió y entre la obscuridad del otro lado del pasillo fueron tomando forma los rostros desfigurados de por lo menos diez reanimados, que de inmediato notaron nuestra presencia. y comenzaron a caminar hacia nosotros....
-¡¿Qué es esto Grizzli?!....-
-¡jefe traté de decírselo!¡hay que cerrar!¡Tina corre, entra al ascensor!...-
Pude ver como mi compañera corría a ponerse a salvo mientras el jefe y yo tratamos de detener el paso de los zombis, deteniendo aquella puerta que por desgracia no alcanzamos a cerrar, ellos eran poseedores de una fuerza descomunal y aparte de que nos superaban en número... luchamos tanto como pudimos pero a final de cuentas fuimos derrotados.
Lograron entrar, y ante mi propia incredulidad puede ver como el jefe fue el primero en sucumbir, entre cinco y siete de los no-muertos se arremolinaron sobre él y comenzaron a comérselo; sin embargo eso no fue suficiente para que me dejaran en paz, tres o cuatro de ellos comenzaron a seguirme.
Afortunadamente para mi, no me derribaron y en la pared del pasillo una vieja arma, que ya se había convertido en una especie de tradición se hizo presente, un extintor de fuego, simplemente lo tomé y mi primera reacción fue descargar el polvo del interior en los zombis, eso los confundió y yo pude golpear a dos de ellos, que de inmediato cayeron al suelo convulsionándose, con el cráneo destrozado por el impacto.
Ahora mismo no se si ellos aún sientan afán de venganza pero pareciera que sí... pues aquellos reanimados que se comían a nuestro jefe, interrumpieron su festín diabólico, y ahora centraron su atención en mi, de eso al momento en el que se acercaron para atacarme, solo pasó un instante, me rodearon y por más que trataba de golpearlos con el extintor, eran demasiados, me estaba agotando y ellos parecían no tener puntos débiles.
Cuando había perdido la esperanza, cuando estuve a punto de derrotarme y dejar que simplemente ellos me devoraran, sucedió algo que llamo un verdadero milagro. 
Escuché una especie de explosión y pude ver como el zombi que estaba justo frente a mi se partía en dos, era como un chiste de verdadero humor macabro ver como el tórax de aquel reanimado caía al suelo, mientras que sus piernas, con un trozo de su columna vertebral continuaban de pie, después al otro zombie le estalló la cabeza, en medio de una segunda detonación, esparciendo sus entrañas en las paredes del pasillo.... cuando me recobré un poco de la impresión, pude ver con exactitud la causa de aquel milagro...
-¡doctor estás vivo!....-
-¡agáchate Grizzli...!-
Un tercer y cuarto disparo acabaron con los dos últimos zombis que quedaban de pie, a mi simplemente me parecía inexplicable lo que acababa de suceder, el doctor no solo estaba con vida aún sino que de una manera casi inexplicable se había hecho de una arma de fuego que ahora disparaba desde el otro lado del pasillo, de inmediato sentí la necesidad de abrazar a aquel amigo, no solo por la alegría de verlo si no por el hecho de que me había salvado.
-Estás a salvo...Doc....¿cómo?...-
-No podía andar sobre la vigueta, me caigo con facilidad... fui alcohólico Grizzli....pero pude correr... y me salvé... ten... te traje un arma... y una para Tina....-
-¿de dónde la sacaste doc?...-
-¿que crees?.... hoy si nos iban a depositar a tiempo... estaban los del camión blindado en el estacionamiento de hasta abajo, ellos tenían las armas, pero no alcanzaron a usarlas...-
-¿huyeron?....-
-no, son zombis ahora... pero pude quitarles casi todas sus armas y municiones... si economizamos parque... podemos llegar a la calle...-
-o podríamos usar su camión blindado y salir de aquí...-
-me temo que no.... tuve que quemarlo para hacer una barricada...¿dónde está Tina? por favor dime que sigue con vida....-
-Si... pero la mordieron, tuve que ponerle un torniquete, pensé que eso haría que la infección se propagara más lento....-
-A lo mejor funciona, hay que llevarla a un hospital rápido...-
-¿por qué no te fuiste doc?-
-¿crees que no lo intenté?... alguien nos encerró en el edificio... la única manera de salir será por la ruta que habíamos pensado originalmente... pero ya revisé solo se puede llegar ahí en el elevador de carga o por la escalera de la subestación eléctrica, pero hay algunos de ellos en esa zona...-
Fuimos hasta el elevador en el que se había refugiado Tina, al llegar, nos dimos cuenta de que las cosas estaban muy mal y poco alentadoras para ella, sus ojos se habían enrojecido hasta un punto en que su transición el estado zombi era inminente, sus labios se encontraban amoratados y su piel se había acartonado... estaba casi inconsciente pero aún así fue posible hablar con ella...
-¿Tina?...-
-Grizzli... ¿dónde estamos?-
-Eso no importa, ya nos vamos de aquí...el doctor está vivo....-
-Grizzli... tengo... tengo que decirte algo... mi esposo... mi esposo se va a preocupar si no llego... mi hijo va a llegar de la escuela y está solo... quiero que les digas que los quise mucho... por favor...-
-mañana estarás con ellos Tina.... hay que salir de aquí...-
-No oso Grizzli.... se acabó para mi... quiero... quiero que me mates....-
-No. estamos así de cerca de salir, te van a ayudar.... te vamos a llevar a un hospital....-
-No... por favor mátame....-
-No hables.... doc, ayúdame, no me iré sin ella...-
Apoyamos el cuerpo de Tina en nuestros hombros y salimos los tres del elevador.
-¿hacia dónde Grizzli?-
-Hay una oficina aquí en este pasillo, hay que detenernos un rato a planear-
-Bien... te sigo....-
Entramos a la oficina, era raro, pero en ella todo estaba en orden, y parecía que alguien se había tomado la molestia de limpiar y desinfectar, sentamos a Tina en una silla y por precaución elemental nos vimos en la necesidad de atarla, pese a que casi se encontraba inconsciente. 
Acto seguido el doctor fue a cerrar aquella puerta que había sido la responsable de la muerte de nuestro patrón, después de eso contamos el parque para ver cual era la mejor manera de seguir adelante...
-cuarenta y ocho balas de escopeta... casi setenta balas de pistola, creo que podemos hacerlo....-
-Tal vez....-
-Estaba pensando doc....¿el jefe no tendrá un teléfono?-
-¿quieres profanar el cadáver del viejo?-
-dicho así suena... muy feo... solo quiero su teléfono....¿me cubres?...-
-Si... pero no se de que nos va a servir, la policía sigue creyendo que esto es una broma....-
-Pero quizás aún así nos sea útil....-
-Bien, te cubro la espalda, aunque con la puerta cerrada estamos a salvo....-
Llegamos hasta donde yacía el cuerpo de nuestro jefe, le habían arrancado la piel del cuello y del rostro... su hombro estaba tan dislocado que se podía ver el hueso destrozado emergiendo de entre la piel, me acerqué y comencé a esculcar su saco, apenas había sentido su teléfono celular entre la ropa, cuando sentí como su mano me sujetó violentamente, quise zafarme de inmediato, pues al momento intuí lo peor, pero afortunadamente para mi. aún no era un zombi, era un moribundo, a punto de entregar su alma al creador y que al menos todavía tenía el arrojo y las energías suficientes para manifestar su última voluntad....
-Grizzli... mátame....-
-Dios... hoy todos piden eso...-
En ese momento el doctor se acuclilló al lado del jefe, y por su semblante  pude darme cuenta de que no había nada por hacer, solo era cuestión de minutos quizá. para que falleciera, o peor aún falleciera y se levantara de entre los muertos convertido en una bestia hambrienta, tal como había ocurrido con el resto de nuestros compañeros y amigos hasta ese instante, pero aún así, la coherencia de nuestro jefe dio para algo más.
-Gri... Grizzli... toma mi teléfono... y quiero que llames al 5115...-
-Está bien, pero ¿por qué?...-
-Solo hazlo... esa... esa es la línea directa con el jefe..no le des muchos detalles ¿si?... solo dile que tenemos un código negro nivel 2 ¿entendiste?... ellos te van a ayudar....-
Así es: por increíble que parezca, nuestro jefe tenía un jefe, el Señor Azcuénaga, él era el dueño no solo del ochenta por ciento de las acciones de la radiodifusora, si no que era dueño de una cadena completa de televisión y de al menos cuatro de las nueve estaciones de radio congregadas en el edificio.... ahora me tocaba hacer que me creyera lo que nos estaba sucediendo.
Tomé el teléfono de mi jefe y marqué, la contestación no tardó mucho, en un momento escuché la voz del señor Azcuénaga... se escuchaba cansado, y era normal, él llevaba por lo menos cuarenta años comandando todo el imperio de medios de comunicación.
-¿bueno?...-
-Buenas noches... disculpe jefe... soy el Grizzli Santana....-
-¿Grizzli?... ¿por qué tienes el teléfono de Sámano?... lo siento jefe no puedo explicarle mucho, solo me dijeron que le dijera que estamos lidiando con un código negro nivel 2?...-
-¿es en serio?....-
-Si... el señor Sámano está malherido.... por eso no pudo hablar....-
-No digas más Grizzli, te van a ayudar, intenta salir del edificio....te veré afuera......-
-Está bien... pero por favor dense prisa, también tengo a una de mis compañeras....-
De pronto la comunicación se cortó, y vi como el rostro del doctor se llenó de júbilo....
-¿Vienen para acá?-
-Si, ahora solo hay que esperar.. hay que quedarnos aquí hasta que vengan y nos rescaten.-
Pero en ese momento nuestro jefe no se encontraba tan optimista....
-Grizzli... no pueden quedarse aquí.... el jefe vendrá pero usarán fuerza letal... a lo mejor hacen una fumigación en masa o incendian el edificio....-
-¿no se atreverían o si?...-
-Si... hay algo muy malo que ocurre en este lugar, yo no se mucho al respecto, nunca pedí saber... solo soy un peón en este juego... escucha con atención... el día de navidad se llevaron casi todo... pero dejaron un archivo... está en la oficina que se ve ahí.... en una caja rotulada como... Informe Mc Donalds-Shering... llévatelo son varios discos... aquí se hizo una verdadera porquería y lo único que lo prueba está en esos discos.... tienes que hacer que se sepa....-
-Jefe... ya no hable... está muy débil....-
-Perdóname, Grizzli... debí respetarte... creerte....-
-Eso ya no importa....-
-Ya... váyanse....-
Fueron sus últimas palabras después de eso sus ojos se tornaron como el del resto de los no- muertos y justo cuando aún, con el cuerpo destrozado intentó incorporarse y morderme, una bala disparada por el doctor, terminó con la desventura de nuestro jefe....
Volteé a ver al doc con cierta desaprobación ante la sangre fría con la que había acabado con él... aunque en el fondo sabía que era muy necesario. el simplemente me miró y trató de justificarse con un muy mal chiste:
-¡¿que?!... es el sueño de cualquier empleado....-
-Hay que salir de aquí....-

DIA DE LOS INOCENTES PARTE 8 Christian Perales.









DÍA DE LOS INOCENTES
CAPÍTULO 8.
Comenzamos a subir ante aquella obscuridad teníamos miedo, mucho más miedo que hacía unos minutos, aquella escalera simplemente era la morada de las tinieblas, el hecho de que estuviera forrada por lámina impedía que cualquier resquicio de luz se hiciera presente, aunque la verdad subíamos con relativa facilidad.
-Grizzli.... ¿crees que el doctor haya muerto?....-
-Eran demasiados.... las posibilidades para él eran muy bajas....-
-¿crees que estemos viendo el fin del mundo...?-
-No... quiero pensar que esto solo es una mala pasada... lo van a solucionar...-
-¿quienes?....-
-No se... el gobierno... la DEA... la PGR... no se...-
Nuestro mayor temor se hizo visible, al llegar al primer descanso luego de subir de un piso a otro escuchamos unos pasos en la escalera y tal como lo sospechamos era otro de los zombis... solo que este no representaba ningún riesgo: resulta que era don Luis, un empleado con capacidades especiales, es decir que antes de convertirse en zombi él ya era invidente, cada día acudía a las estaciones de radio a escuchar como se hacían los programas, ya era como parte del todo, Tina me murmuró...
-Es don Luis.....-
-Si... espera... solo no hagas ruido... hay que pasar a un lado de él....-
No queríamos hacerle un daño innecesario era viable esquivarlo, pasar muy despacio rodeándolo simplemente estaba parado ahí desorientado, tratando de que sus oídos y su olfato lo guiaran a donde pudiera comer, y sentí que en algunos momentos, su olfato le decía que estábamos ahí, pero no lograba detectarnos.
En cierto momento pasé tan cerca de él, que pude ver los estragos que le había causado el hecho de convertirse en zombi, sus ojos debilitados por la enfermedad que padeció mientras vivía, se habían salido de sus cavidades y colgaban en su rostro de una manera grotesca, y supongo que ante la falta de alimento también se había comido parte de la piel de sus manos, pues en su boca había mucha sangre, pero en el momento en que vi hacia abajo pude ver como los huesos de sus extremidades ya se encontraban expuestos.
-¿falta mucho?...-
-No. la entrada al ascensor de carga está en el siguiente piso....-
Estuvimos muy cerca de lograrlo, no sabemos a veces las bromas que te puede hacer el destino. En ese momento ante nosotros se postró la figura de otro reanimado, era alguien muy conocido para nosotros, esta vez se trataba de Iris García... era una asistente de medicina que se encargaba de mantener nuestras voces trabajando, nos ayudaba a no enfermar de la garganta, nos acondicionaba la vocalización antes de salir al aire por lo que tanto ella como su labor eran conocidas y reconocidas en nuestro medio.
Solo que ahora no era esa chica dulce y amable que conocíamos, ahora estaba ahí acechándonos, con los ojos convertidos en los de un animal salvaje, con sangre en la boca y la fuerza descomunal que poseen los no-muertos. 
Resultó ser una de las rápidas, corría mucho y su equilibrio casi no estaba alterado, no tardó en derribar a Tina que al caer al suelo simplemente no tuvo más remedio que cubrirse con las manos ante los intentos de Iris, por morder su rostro....
-¡Grizzli ayúdame!....-
En el momento que yo me moví, que corrí para intentar ayudar a Tina, sucedió la segunda broma del destino: aquel zombi que ahora estaba detrás de nosotros, ese zombi que carecía de vista, me detectó y su instinto primitivo lo hizo alcanzarme, yo solo sentí como cayó sobre mí, apretándome con sus brazos.
Se que no era difícil acabar con un reanimado en esas condiciones, pero enfrentaba la doble presión de socorrer a Tina y defenderme yo mismo, solo fueron unos segundos, me quité de encima a don Luis que quedó tirado en la barandilla de aquella escalinata, y una vez más se encontraba desorientado, sin saber hacia donde buscarnos, y gracias a eso logré correr para empujar a Iris, fue un movimiento relativamente rápido, y realmente no se como es que tuve la sangre tan fría, simplemente con el primer empujón la hice caer y al levantarse para atacar de nuevo, casi la cargué y la arrojé por el barandal al vacío.
Fue una caída de tres pisos, ni siquiera los zombis sobreviven a eso. Pude escuchar como llegó al suelo y eso por extraño que parezca, me sirvió para darme cuenta de que, en la planta baja, habían más de ellos, pude escuchar sus lamentos y sus pasos arrastrándose. 
Después de ellos fue más sencillo acabar con don Luis que se arrastraba por el suelo guiándose por lo que podía escuchar, fue lamentable pero tuve que patearlo hasta que dejó de moverse, debo decir que de todas aquellas matanzas esa fue la que lamenté mucho más que el resto.
-Eso fue todo Tina.... hay que seguir...-
Pero Tina no me contestaba, simplemente estaba en shock en el suelo de aquel descanso mirando horrorizada su mano y entonces me acerqué para entender lo que sucedía, la mano de Tina estaba cubierta de sangre, no era de Iris, era sangre fresca que provenía de una herida abierta, que había sido causada en el combate que Tina había sostenido hacía unos momentos.
-¿te golpeaste....?-
-Me mordió Grizzli.... me mordió...es el fin Grizzli....-
-Ay Tina... vamos quizás logremos llegar a un hospital.... te pueden ayudar...-
-¡¿Si?! ¡Dime como!....¡no...! ¡yo no me voy a convertir en una de esas cosas!....-
La desesperación te hace cometer actos de los que luego te puedes arrepentir, Tina se levantó del suelo y corrió al barandal con la única intención de saltar al vacío y terminar con su vida, pero yo no estaba dispuesto a ver morir a otra de mis grandes amistades, por lo que obré más rápido que ella, simplemente la abracé, y evité que se arrojara....
-¡no Tina....no lo hagas!... ¡Escúchame!.... A lo mejor esto tiene una cura, ya estamos cerca de salir de aquí, déjame ayudarte...-
-¡no es justo Grizzli....!¡¿Qué hicimos para merecer esto?!...-
-Nada... no hicimos nada y es por eso que tenemos que mantenernos con vida, tenemos que ganar esta partida....-
-¿que vas a hacer?...-
-Te digo... solo déjame intentar llevarte a un hospital, déjame ayudarte... si ponemos un torniquete en tu brazo, la sangre fluirá mas lento y podremos salir de aquí y buscar ayuda....-
-¿y no tienes miedo de que me convierta y te ataque?...-
-Si, si tengo miedo... pero me da más miedo enfrentar a mi conciencia, que el día de mañana recuerde que pude ayudarte y no lo hice....-
-Prométeme que ante el menos síntoma... me matas...-
-No... no va a ser necesario....-
-quiero que me lo prometas...-
-Está bien... lo prometo, pero tenemos que movernos, el elevador está en la azotea... ya no falta mucho....-
Me quité el cinturón y lo coloqué muy bien apretado alrededor del brazo de Tina, a veces tienes que jugar tus cartas y yo me atreví esa noche, después de ceñir el torniquete en su brazo, seguimos nuestro camino al ascensor de carga. 
Por fortuna para nosotros, la llave que llevábamos era la correcta, siendo aquello todo un milagro, pues se trataba de una área tan restringida que solo existían dos llaves para acceder y la otra solo la tendría si acaso el jefe. 
La ventaja era que ante tales restricciones, el área seguramente estaría libre de zombis, era una zona de abastecimiento de las estaciones de radio, muy pocas personas tenían acceso a ese sitio y desembocaba a la parte trasera del edificio, por lo que en pocos minutos estaríamos en la calle, donde al menos podíamos ser auxiliados por alguien más. Subimos al ascensor y por unos segundos nuestro ánimo mejoró.
-Saldremos de aquí...¿te duele mucho?.-
-¿la mordida o el orgullo...?...-
Esa pequeña brome de Tina, me hacía entender que aún estaba coherente, que había una esperanza aunque fuera diminuta para ella, solo teníamos que llegar a la calle y ahora estábamos en el camino correcto, pero algo he aprendido del reino de los zombis, y es que nada es sencillo, cuando creímos que sería así de fácil, las luces del elevador comenzaron a palidecer para después apagarse, y el aparato se detuvo. 
Para ese momento y imaginé que las puertas se abrirían en cualquier momento, dejando entrar a decenas de los reanimados, que cobrarían nuestra vida, pero no fue ni remotamente así, por lo menos en ese instante, escuché las características campanillas de la apertura o cierre de las puertas de los elevadores y cuando me preparaba para lo peor... no sucedió nada, ni zombis, ni pasos ni nada. todo estaba en silencio en ese sitio.
-¿ya llegamos?...-
-No se... nunca había estado en este lugar....-
Eso era verdad, aunque el lugar existía físicamente, el elevador no tenía un registro del sitio en el diagrama en los botones es decir era lo normal: 1...2...3...4... pero en este caso, un enorme número pintado en la pared, nos hacía entender que el nivel en el que estábamos era el "3B", algo que no tenía sentido, pues jamás habíamos sabido que existiese algo así....
-¿qué hacemos Grizzli?....-
-No se....espérate...-
Oprimí los botones, pero el ascensor simplemente se negó a subir o bajar, no quedó más remedio que entender que teníamos que continuar aunque ello implicara que abandonáramos el plan de llegar a la calle usando ese elevador.
-¿Sabes qué?... hay que ver si en este piso hay un teléfono o algo, cualquier cosa para defendernos sería útil....-
-no sirve el elevador ¿verdad?....-
-No Tina... pero aún no estamos vencidos....-
Dimos los primeros pasos titubeantes fuera de aquel aparato y no tardamos en escuchar pasos, no eran de los zombis pero de todos modos tratamos de correr y ocultarnos... sin embargo una voz muy conocida se hizo presente en ese momento....
-¡ya te vi Grizzli...!...-
Por increíble que esto pereciera era la voz del jefe, con quien un par de horas antes había discutido, ahora estaba ahí como si nada hubiera pasado caminaba por el pasillo rumbo a donde estábamos parados...
-¡Ya estuvo bueno Grizzli... de plano no sabes respetar nada!¡¿Qué haces aquí?¿quién te dejó entrar....?Ya vi a tu gente, están muy chingones sus disfraces pero para bromas ya estuvo quiero que te largues de aquí....-
Esto ya era el colmo de la aberración, casi la mitad de las personas que alguna vez laboraron en este edificio habían muerto o eran seres hambrientos de carne, y mientras tanto el jefe seguía creyendo que aquello era una broma... pero al menos ahora teníamos una posibilidad de ser ayudados.