Salí de la habitación de aquel motel, y me enfilé de nuevo hacia la carretera que minutos antes me había conducido hasta este sitio, solo que de pronto otra cosa rara comenzó a sucederme, al parecer ahora, el estacionamiento de aquel sitio parecía enorme, pues por más que caminaba siempre volvía al mismo sitio, como si una fuerza misteriosa me hiciera caminar en círculos, y si, de hecho en algunos momentos veía la salida, la carretera, pero cuando caminaba hacia ella, volvía a ocurrir lo mismo. En un punto me detuve al escuchar un ruido extraño, se trataba de algo familiar, eran arañazos en alguna cosa de metal. Después de buscar con el oído, me di cuenta de que dichos arañazos provenían del interior de un contenedor de basura, me habría alejado de ese contenedor, pero mi curiosidad pudo más cuando escuché que del interior provenía un lamento casi apagado.
-Ayúdame.... ayúdame doctor Ortega.... siento mucho dolor....-
-¿Finn?...-
-No soy Finn... ayúdame... libérame....-
Lentamente me acerqué más al contenedor y recuerdo que mis manos temblaban al entender que tenía que abrirlo, no sabía que me encontraría al levantar la tapa de aquel enorme cubo de metal, sin embargo ya estaba echada la moneda, lentamente fui levantando la tapa... y de inmediato alguien o más bien algo, saltó sobre mi; solo puedo describirlo como la mitad de un hombre pues este solo tenía la parte del cuerpo de la cintura para arriba, no digo que no tuviera piernas, si no que su cuerpo estaba literalmente a la mitad, medio vestido con una chamarra del ejército, dejaba ver un trozo de su columna vertebral, se impulsaba con los brazos en clara sustitución de sus piernas, su rostro estaba quemado y le faltaban algunas piezas dentales. Con todo y que era la mitad de un hombre, su fuerza era descomunal, y al abalanzarse sobre mi, me derribó y no solo eso, tuvo tiempo de quedarse sobre mi un momento, me miró a los ojos y después de reírse con un timbre macabro de ironía y odio, me dijo algo que tenía poco sentido.
-Te atreviste a venir... esto no es el infierno muchacho... tú no estás preparado para esto... no estás preparado para la verdad... no puedes con ella... mátalos a todos... mátalos a todos....-
Después de eso, aquella creatura me soltó y salió huyendo impulsado por sus brazos, yo tardé un momento en recuperarme de la impresión, y cuando lo hice tomé la radio y pedí enérgicamente hablar con el doctor Casas o el doctor Cuenca.
-¿me escuchan? cambio....-
-Te escuchamos doctor Ortega-
-No... no puedo con esto... esto me rebasa... tienen que mandar a otra persona....-
-No podemos hacer eso, la máquina tiene que enfriarse lo suficiente para que puedas volver... y se nos agota el tiempo...-
-¡No sean pendejos!...-
-Doctor Ortega... hazlo rápido, tráelo de regreso.... su cuerpo presentó una hemorragia... la doctora Fran está tratando de controlarla, pero si no traes de regreso sus impulsos vitales... Finn morirá esta noche...-
-¡Ya les dije que no.... pue...!-
No pude terminar de decir la frase, pues tuve que moverme tan rápido como pude, pues escuché algo zumbando en el aire, era una especie de flecha que venía hacia mi, esa flecha pasó apenas a unos centímetros de mi cuerpo y terminó por encajarse en la pared del motel. Al verla me di cuenta de que era una estaca de madera muy similar a la que minutos antes me había encontrado en el baño de la habitación del motel. Iba a correr, pero mi poco eficaz huida de vio cortada por una silueta femenina, era una chica, una adolescente que me cortó el paso apuntándome al pecho con una ballesta.
-¡Ni se te ocurra moverte vampiro!....-
-¡¿qué?!....-
-Shhh ¡no hables a menos que yo te lo indique! y no se te ocurra hacer algo estúpido por que esta estaca te atravesará el corazón....-
Y no me moví, dejé que ella se acercara, lo hizo y revisó el pulso en mi cuello, me puso frente al rostro un pequeño espejo que traía en su mano...
-Interesante... tienes pulso... y te reflejas en el espejo....¿te han mordido?...-
-¿disculpa?....-
-¿Que si te han mordido?....-
-No... nadie... hace rato me atacó una cosa... pero...-
-Los hombres de paja...-
-Oye, nada aquí tiene sentido para mi, acabo de llegar y tengo demasiadas preguntas...-
-No trates de entender este lugar... hay quienes dicen que este es nuestro legado... es horrible pero es mi mundo...-
-¿hay más de ellos?...-
-¿De quienes?¿de los hombres de paja?... si, hay todo un pueblo.... pero no todos son así de peligrosos, mira: la mayoría son agricultores... granjeros...., solo que hay algunos que están resentidos por lo que les pasó....-
-¿qué les pasó?...-
-Ni yo puedo explicar eso... solo Finn...-
-Espera ¿dijiste Finn?....-
-Si... el llegó aquí hace algún tiempo... parece entender lo que sucede o lo que sucederá.... no lo se-
-¿Dónde puedo encontrarlo?....-
-El, está en una aldea bastante lejos de aquí.... es en aquella dirección-
La chica me señaló hacia cierta región, aunque no alcanzaba a ver nada.
-¿hacia el norte?...-
-No te confundas, norte, sur, arriba o abajo... dejaron de existir en este mundo....-
-¿puedes ayudarme?¿puedes llevarme con Finn?....-
-Lo siento pero no... lo mejor es que yo esté sola... solo te traeré problemas, hay personas que querrán dañarme y no se detendrán por que estés tú aquí... además debo cazar a todos esos vampiros antes de que ellos se apoderen de nuestro mundo....-
-¿cazas vampiros?...-
-Si.... pero no te confundas, no soy buena,,, yo misma soy un vampiro...-
-Bien, solo dime que debo hacer... -
-Ya te lo dije, solo ve en aquella dirección, pero es muy lejos, hay a veces automóviles abandonados en las ruinas... algunos aún encienden.... úsalos, te podrás mover más rápido...-
-¿cómo es que sabes tanto de este mundo?....-
-por que tengo más de cien años...conocí este mundo antes de que fuera lo que es hoy... aunque alguien borró mi memoria....-
-Quizás yo pueda....-
-¿Ayudarme?.... no... nadie puede, ahora debes irte... es por tu seguridad... hay cosas peores que os vampiros y peores que los hombres de paja a donde te diriges...-
-¿volveré a verte?.... -
-Tal vez... solo dile a Finn que te envió Marceline....-
-De acuerdo...-
Me queda claro que esta jovencita era quien había colgado a la persona en el baño, solo le quité los ojos de encima unos segundos, y cuando quise hablar de nuevo con ella, había desaparecido.
Caminé un poco y ahora si logré salir de ese motel, después de una breve marcha sobre la carretera, encontré un vehículo semi destrozado, no pensé que mi suerte iba a ser tan buena, tenía las llaves colocadas en el encendido, y después de mi primer intento por encenderlo el motor comenzó a funcionar... era el momento, debía moverme de ahí.
CONTINUARÁ
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