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viernes, 15 de enero de 2016

DIA DE LOS INOCENTES 3. Christian Perales.

DÍA DE LOS INOCENTES
CAPÍTULO 3
Ahora las cosas estaban peor que al principio, pues mientras enfrentabamos la posibilidad de tener la peor catástrofe de la ciudad de México, la policía consideraba que lo que yo les estaba avisando era una broma, en fin aún podía salvar a mi esposa y a mi hija, así que de inmediato llemé a casa pero nadie me contestó, sentí un profundo terror a imaginar que quizás esta crisis se había extendido con rapidéz y que ahora en algùn lugar además del edificio del IMER, estaban estos zombis destruyéndolo todo y comiéndose a mi familia. Pero me llené de alegría cuando mi esposa si contestó su celular en mi segundo intento por localizarla

-¿Osito?-
-Si amor soy yo.... ¿dónde están?....-
-Fuimos a casa de mi mamá pero en cinco minutos vamos a llegar a la casa.... ¿tú dónde estás?...-
-Estoy en la estación todavía... mira: ahorita que llegues a la casa necesito que tomes todo lo que puedas de comida, las medicinas de la nena y te encierres en nuestra recámara, cierra con doble llave y enciende el radio... no salgas hasta que llegue yo....-
-¿que tienes?....-
-Mira... yo te platico después...-
-¿estás borracho?....-
-No, por favor solo hazlo.... y pase lo que pase recuerda que te amo...-

Eso fue todo de repente la línea telefónica dejó de funcionar, algo muy malo estaba sucediendo en el edificio pues por un momento también se apagaron las luces normales y se encendieron las de emergencia, aunque estas no eran suficientes para disipar la oscuridad que se cernía sobre mi, de pronto  recordé que dos de mis amigos apenas estaban a punto de llegar y se toparían con el mismo infierno que yo acababa de librar.

-¡Fernando y Tina! ¡ellos vienen para acá!....-

Tenía que advertirles que no se acercaran al edificio, pues no tardarían en llegar a dejar la camioneta de la estación y en cuanto la unidad móvil entrara, quedaría atrapada a merced de "ellos". 

Busqué como loco mi celular que afortunadamente había guardado en mi bolsillo, entre tanta conmoción tenía la pantalla estrellada pero aún así funcionaba, fueron angustiantes los segundos que tardaron en contestarme, pero a final de cuentas pude advertirles....
-¿Fernando?....-
-Ya vamos para allá... lo que pasa es que le habían puesto el inmovilizador a la camioneta.... discúlpame grizzli...-
-No, está bien... solo que no puedo explicarte, pero no vengan a la estación.... -
-Jefe no te oigo....-
-¡que no vengan a la estación-
-¿cuál balón?-
-¡no vengan a la estación!-

De pronto sucedió lo inevitable, escuché una voz femenina que me hizo sumergirme en la desesperación y la frustración...

-El saldo de tu amigo se ha agotado, te sugerimos adquirir una ficha....-

Eso fue todo, perdí toda comunicación con el mundo exterior, ahora estaba atrapado en lo que hasta entonces era mi morada de trabajo y ni siquiera sabía si mis últimas palabras por el celular habían sido suficientes para salvar a mis amigos.

Me dejé caer de sentón recargado contra la pared, tratando de buscar respuestas en mi interior, y a pensar en el hecho de que "te explico después" se había vuelto una frase muy usada por mi en las últimas horas, después de todo era 28 de diciembre, era el día oficial de las bromas y al mismo tiempo ahí, a pocos metros de mi, mis mejores amigos y compañeros estaban padeciendo una grave enfermedad que los convertía en seres irracionales hambrientos de sangre. 

De pronto tocaron a la puerta, la desesperación en quien tocaba era tan grande que llamó poderosamente mi atención, me levanté y sin abrir traté de averiguar quien estaba del otro lado....
-¿quién?....-
-Grizzli, ábreme, soy Mar... Mar Frann.-

Era hora de correr el riesgo, no sabía si al abrir esa puerta, un montón de esos seres entrarían por mi y me devorarían, pero tenía la certeza al menos que una compañera de otro programa estaba esperando mi ayuda, después de tomar aire, abrí y de inmediato Mar entró su ropa estaba desgarrada tenía algunas heridas en el rostro pero fuera de eso parecía estar resistiendo, apeas iba a cerrar la puerta, cuando escuché la voz de otro compañero.

-¡no cierres!....-

Era el doctor Marco Antonio Estrada, él se había topado con los "no muertos" justo en el momento en el que llegó a la estación, su programa comenzaba a las diez de la noche, por lo que siempre llegaba a las nueve para prepararlo. Una vez que entraron cerramos nuevamente la puerta, yo la verdad estaba preocupado por Mar, se veía muy alterada....
-¿estás bien?....-
-Si... creo que sí....-
El doctor se sentó en una silla, su corazón estaba terriblemente agitado....

-Ay Grizzli ahora si se pasó tu gente, estuvo buena la broma.... pero no chinguen....que buenos efectos....-
-Doc... esto no fue una broma....-
-Algo muy feo está pasando....-
-Si, como no... amigo fúmate otro....-

De pronto Mar Frann comenzó a reaccionar después de lo traumático que había sido su encuentro con los resucitados.....

-Se comieron a.... Carmen....-
-¿a quién?....-
-Carmen Arellano, ella me ayudó... y no alcanzó a correr qué ironía ¿no?-

El doctor ahora estaba más que convencido de que lo que sucedía no era un montaje, simplemente con ver las heridas en el rostro de Mar, dándose cuenta de que eran reales, y ahora su mente estaba buscando también algún tipo de explicación racional, mientras trataba de atender a nuestra compañera, yo encendí un cigarro para tratar de calmarme, también le ofrecí uno al doctor...

-Supongo que como están las cosas no tiene caso seguir sin vicios... de todos modos veo que ahora es más fácil morir a manos de uno de ellos que de cáncer... fumaré contigo...-
Después de encender su cigarrillo siguió en búsqueda de respuestas..

-¿que son esas cosas grizzli....-
-en lo que a mi respecta son nuestros compañeros de trabajo...¿viste que muchos son las mismas personas que a diario coincidíamos aquí?.-
-ya no lo son... lo fueron alguna vez.... ahora son animales salvajes...-
-¿que crees que lo haya causado.....?....-
-Pudieron ser muchas cosas.... un virus... una bacteria.... histeria colectiva... una toxina...la pregunta es ¿Cómo detenerlo antes de que acaben con la vida?...-
-Yo golpee a uno de ellos en la cabeza, no sangran.... he visto películas en donde a los zombis se les golpea la cabeza y ellos quedan inmóviles.... pensé que eso debía acabarlos....-
-entonces no son zombis... olvídate de las películas, esto está pasando en la vida real no son los típicos zombis.... entonces ¿Cómo les decimos? ¿los no muertos?-
-Yo creo que el nombre es lo de menos, habrá que ver como los detenemos...-
En ese momento intervino Mar....

-Siempre me han dicho que los zombis serían lentos, el que se comió a Carmen corría demasiado rápido y su fuerza era descomunal....-
-Habrá que olvidarnos del combate cuerpo a cuerpo, eso no va a resultar...-

De momento estábamos en un buen lugar teníamos, espacio, ventilación y una máquina despachadora de golosinas, además de que la puerta de aquella cabina resistiría cualquier embate, eso serviría para sobrevivir un día o dos, o al menos hasta que las autoridades resolvieran el problema, así que por un acuerdo tripartita decidimos quedarnos ahí, en la cabina de grabación.

Las horas pasaron, era más que obvio que no lográbamos dormir, de pronto Mar se levantó de su silla, se notaba que tenía algún problema de salud, pues el reflejo del vómito se hizo presente, yo me levanté de inmediato a ayudarle...

-¿estás bien?...-
-Si Grizzli... solo fue algo que cené anoche...-

Hubo algo en lo que no habíamos reparado horas atrás, en el antebrazo de nuestra compañera había una herida distinta a las otras, esta era de una mordedura, pero ahora se veía sumamente inflamada y con bordes morados...
-¿te mordieron?....-
-Si... pero ya... ya me habría convertido en uno de ellos.... estoy bien....-
En ese momento la atención del doctor se centró en ese hecho....

-¿te mordieron niña?...Grizzli ¿tú lo sabías?....-
-No...-
-Está infectada.... nos pondrá en peligro....-
-¿que sugieres?....-¿quieres que la saquemos para que viva el destino cruel que vivieron nuestros amigos....?-
-¿y tú quieres vivirlo aquí dentro?....-
-No la voy a sacar de la cabina, hay cosas que podemos hacer, podemos atarla a una silla... eso sería más humano... ¿Qué tal si al rato averiguamos que esto es curable?¿podrás vivir con tu conciencia diciéndote que pudiste salvar a alguien y no lo hiciste?...-
-Pero es muy arriesgado, Grizzli....-

A veces la vida se nos va en discusiones como esta, y nosotros por estar tan entretenidos en nuestro asunto, nunca nos percatamos que en cuestión de uno breves minutos, los ojos de Mar se tornaron rojizos, mientras que su piel se hizo verdosa. y el instinto asesino se apoderó de ella. Sin darnos tiempo de reaccionar se abalanzó sobre el doctor y lo derribó, pero al menos, por suerte para él yo tuve una reacción muy rápida, de inmediato cubrí la cara de Mar con una chamarra, y luego la derribé, acto seguido el doctor se reincorporó y me ayudó a someterla....
-¡¿Ahora si la sacamos?!...-
-¡si...!....-

Apenas íbamos a abrir la puerta de la cabina forcejeando con Mar cuando nos dimos cuenta de que otro de los no muertos estaba caminando por el pasillo, y no solo eso, al menos eran entre tres y cuatro....

-¡No abras Doc....!....-
-¡¿entonces qué hacemos?!....-

Era muy arriesgado lo que se me ocurrió pero definitivamente era lo mejor que podía hacer, todas las cabinas de radiodifusión están divididas en dos partes, una sala donde se encuentra el locutor, y otra donde se encuentran los controles de la propia cabina, estas dos salas divididas por un cristal que evita el paso del ruido el cristal es un poco grueso y estábamos a punto de averiguar si resistiría los embates de un ser irracional....
-Aquí doc-
Abrimos la puerta y arrojamos a nuestra compañera dentro de la cabina de control.... ella al verse libre de nuestra opresión y de la chamarra que cubría su cabeza, comenzó a golpear frenéticamente, primero la puerta, y después el cristal, nosotros con terror no sabíamos que esperar, si el cristal no resistía tendríamos que escoger entre matarla a golpes o salir y esquivar a los no- muertos que se habían juntado en el pasillo. 

Afortunadamente el cristal soportó la prueba, hubo un momento en el que Mar dejó de golpear, solo se paró ahí a observarnos, a acecharnos... esperando un descuido de nuestra parte para atacarnos.

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