CAPÍTULO 5.
Sabía que sería regañado por aquella intromisión al aire, pero al menos ahora ya tenía la atención del jefe, y con ella, todo el poder que le confería poseer un medio de comunicación masiva. Era obvio que el jefe estaba más que enojado.
-¡Oye pinche Grizzli¡ ¿Se puede saber que te pasa? ¡¿Ya te mandas solo o qué?
Una cosa es que te permita hacer bromas en tu programa y otra muy distinta es que ya sientas que puedas hacer y deshacer en mí estación -
-Jefe, permítame explicarle, esto ya no es una broma.... esto está pasando...-
-Si pelmazo... como los ovnis aterrizando en la alameda central de la broma del año pasado ¿no?...¿ya se te olvidó la broma del chapo? de hace dos años.-
-Jefe, es en serio por favor llame a la policía... -
-No Grizzli... ¿por qué no está Mar Frann transmitiendo si programa?¿le pediste prestado su espacio?...-
-Ella está.... muerta jefe...-
-No mames.... mira: ya me llamaron los de más arriba, te quieren fuera del aire mañana mismo....-
En ese momento pensé que si le hacía creer al jefe que estaba cometiendo un acto de total rebeldía, y lo hacía enojar lo suficiente, él traería a la fuerza pública para que me desalojaran de la estación, así que decidí hacerle creer que había enloquecido....
-¡pues mire que lo que usted me diga me tiene sin cuidado, yo soy el rey de la estación y desalójeme si puede....!-
-¡¿ya viste lo que estás diciendo idiota?!... ahorita voy para allá a ver si me sostienes en mi cara lo que me estás diciendo por teléfono....-
-órale aquí lo espero y véngase por la sombrita...-
Después de colgar la llamada, el doctor se encontraba impaciente por saber que me había dicho nuestro jefe...
-¿qué te dijo?...-
-Viene para acá, solo espero que no venga solo... ah por cierto, estamos despedidos...-
Era trágico el giro que habían dado las cosas, el día había transcurrido entre bromas y ahora ya solo quedaba espacio para la pequeña ironía de quedarse sin empleo, lo cual ahora ante la posibilidad de morir ya casi no tenía importancia.
El silencio se apoderó de la cabina, por unos instantes solamente, pues el sonido del timbre de mi teléfono celular me hizo literalmente brincar del susto.
Miré la pantalla solo para horrorizarme al ve que era Fernando quien me estaba llamando.
-¿bueno?...¿Fernando?...-
-Grizzli soy yo, oye: ya llegamos a la estación pero está cerrado ¿Qué hago?...-
-¡Váyanse!... por favor Fernando ¡vete de aquí y haz que venga la policía!....-
-Grizzli ya "broder" esas bromitas no funcionan conmigo....-
-¡que no es broma!... llévate a Tina, ¡vete!....-
-A ver espérate ya se abrió la puerta... voy a meter la camioneta al estacionamiento... no me cuelgues....-
-¡que te vayas!....Fer... en buena onda vete....-
-Si... ándale ¿Qué me va a pasar?.... ¡hijo de su....!-
Eso fue lo último que le escuché decir a Fernando, luego solo se oyó a través del teléfono los gruñidos y gorjeos ensordecedores de los no-muertos, cuando el aparato cayó de las manos de Fernando ya no se escuchó nada a través de él, pero los gritos desgarradores de sus últimos momentos se escuchaban claramente hasta la cabina de transmisión donde nos encontrábamos, gritos apagados que denotaban un terrible dolor y un gran miedo.
Queríamos tapar nuestros oídos para dejar de oír a nuestros amigos muriendo, pero ante la situación estábamos obligados a escuchar, se trataba de tener una perspectiva mayor de las cosas, para saber que hacer o como sobrevivir aunque fuera unas horas más....
-Están muriendo Grizzli....-
-No quiero saber....-
-¿sabes qué?, ya se volvió peligroso quedarnos aquí, creo que tenemos que buscar la forma de salir, en la calle cuando menos podemos echarnos a correr, pero aquí solo es cuestión de tiempo para que esas cosas vengan por nosotros-
-¿y si viene el jefe?...-
-Pues... si es que llega a venir, podría toparse con la misma suerte que Fernando... la misma suerte que Tina....-
-La camioneta que traía Fernando es bastante robusta, siempre dejaba las llaves en la visera.... si logramos llegar a ella, podemos salir de aquí....-
-No, ese sitio esta clarísimo que está lleno de esas cosas, piensa en algo más...algo que no involucre espacios cerrados o subir y bajar escaleras...-
-¿y cómo?.... ¿ya se te olvidó que estamos en el último piso?...-
-Hay una pequeña... pequeñísima opción....¿recuerdas el convivio del 15 de septiembre que hubo unos colados?...-
-Si...-
-Ellos entraron por la zona del elevador de carga, esa cosa casi es manual, solo hay una puerta de entrada en la parte de atrás del edificio y la otra está aquí en la azotea... solo tendríamos que llegar hasta ahí... el único problema es que la llave está en la caseta de vigilancia....-
-¿la que está en éste piso?...-
-Si...-
-Por ahí entré a la cabina... hay como siete de ellos....-
-¿crees que si los enfrentamos logremos vencerlos?....-
-¡¿enfrentarlos?!¡¿se te olvida que son más fuertes?!....-
-Si, pero los he observado, tienen un equilibrio muy frágil, no tenemos que vencerlos forzosamente, basta con hacer que se caigan, se les dificulta mucho levantarse....-
-¿y que hay de los que se mueven rápido....?-
-No lo se, habrá que ver si funciona derribarlos también....-
-Eso ni siquiera es un plan....-
-Haremos esto en dos partes... abrimos la puerta y vemos cuantos de ellos son veloces, así podemos calcular cuantos deben ser derribados...-
-Eso tiene más sentido-
Deliberamos un rato y por fin, nos decidimos a abrir la puerta, al momento en que tuvimos contacto con el exterior, los no-muertos comenzaron a acercarse, tal como lo había dicho el doctor, eran muy lentos y su equilibrio muy pragmático, pero no era razón para confiarse todavía, escuche unos pasos en el pasillo, alguien con más velocidad se acercaba corriendo, era la novia del vigilante, ella había sido de los primeros en convertirse en zombi y era poseedora de una velocidad tan estrepitosa que estuvo a punto de alcanzarnos, intentamos cerrar la puerta pero uno de sus pies quedó dentro, haciendo palanca, para luego introducir una de sus manos en búsqueda de nuestro ser.
Como si esto fuera poco los demás "reanimados" lentos pero letales, ya también ejercían presión sobre la puerta, teníamos que hacer que aquella mujer sacara el pie para poder cerrar.
-¡Doc... dale con el extintor!.....-
Eso no lo tuve que decir dos veces, el doctor descargó su furia sobre ese pie que nos estaba poniendo directo en las fauces de la muerte, luego de muchos intentos, ella se retrajo, permitiendo que la puerta se cerrara a tope....después de eso, cuando aquella puerta nos volvió a brindar seguridad, me dejé caer en el suelo, mi ánimo y mi físico se encontraban extenuados....
-Ay en la ma... eso estuvo cerca..... y pensar que había pedido que cambiaran la puerta por una de madera que no se atorara...-
-¿viste eso?....-
-¿qué?....-
-le rompí el tobillo....-
Me asomé por la ventana que daba hacia el pasillo y lo pude constatar, aquella zombi, tenía la pierna destrozada a la altura del tobillo, por una afortunada casualidad, habíamos logrado que se volviera lenta, y también habíamos dañado su equilibrio.
-Ya no podrá perseguirnos Grizzli...-
-Si, ahora solo hay que hacer que todos los zombis que están tras la puerta se quiten....-
-¿cómo le hacemos?....-
De pronto aquel sitio se había convertido en un terreno fértil para la ironía, escuchamos como se abría la puerta que conducía del estacionamiento a las cabinas de transmisión, y ahora con mucha sorpresa para nosotros, nos dábamos cuenta de que Tina, con mucha suerte había logrado sobrevivir, y había logrado correr hasta ese sitio donde nosotros habíamos hallado refugio, sin sufrir un solo rasguño, o alguna mordedura, pero desafortunadamente para ella ahora se encontraba a merced de al menos nueve o diez no-muertos.
Al verlos detuvo su marcha y de inmediato corrió para alejarse de ellos, pero ya los había atraído, y comenzaron a moverse en pos de alcanzarla. Esa era nuestra señal, con un extintor en la mano como única arma, era hora de abandonar la relativa seguridad de la cabina....
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