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domingo, 1 de mayo de 2016

LA CASA DE LA VICARIO 9 Christian Perales

La casa de "La Vicario"
Capítulo 9
Parecía por un momento que me libraría de los demonios de aquella casa, para lidiar unicamente con aquellos que residían en mis recuerdos, incluso el día parecía haber mejorado, si bien se sentía en el ambiente la frescura del otoño, el día estaba soleado. El coronel salió, mientras yo me quedé en casa haciendo toda clase de reparaciones caseras, pues nuestro hogar metafóricamente se estaba derrumbando.
A eso de las seis y media escuché la voz de mi mamá, venía llegando de su turno como enfermera militar.
-¡Martín!¿Martín estás en casa?-
-Hola má... ¿como te fue?...-
-Bien hijo, oye, no se te olvide que tienes que ir a platicar con el padre Gaspar...-
-Ya se me estaba olvidando ¿que hora es?....-
-Ya casi son las siete ¡córrele!-
-Si...-
Salí de la casa con rumbo a la iglesia, y en el vecindario ya comenzaban a verse por todos lados, figuras cadavéricas, monstruos rondando aquí y allá, pero esos no me inspiraban algún miedo, más bien me traían hermosos recuerdos a la mente, recuerdos de infancia, de como era un día de muertos en mi vecindario. Como en todos los rincones de México, se llenaba de luz, de aroma a incienso a frutas y se llenaba de una mezcla de alegría y nostalgia. Pero al menos a mi me parecía que en la vieja calle de Leona Vicario ese festejo se sentía con mayor intensidad, pese a ser una mezcla de día de muertos con Halloween, era predominante la tradición mexicana y yo recordaba mucho aquellas noches de día de los muertos en las que después de haber pasado la tarde haciendo una figura de calabaza con una caja de zapatos, salía a pedir calaverita junto con Karla, Mario, Ismael y Roque, ahora solo quedábamos Karla y yo, mis otros tres amigos tristemente no habían sobrevivido a sus misiones de combate..
Iba inmerso en mis pensamientos y recuerdos hasta que tuve que pasar frente a la casa marcada con el número 38, la casa de los homicidios, esa casa tan lúgubre combustible de mis pesadillas, apresuré al paso para alejarme rápidamente de aquella casa, y casi lo lograba, hasta que escuché una voz muy débil pronunciando mi nombre:
-Martín.... Martín....-
Voltee de inmediato y apenas si daba crédito a lo que veía, en la entrada de la puerta estaba Roque, solo que al igual que todos los moradores de aquella mórbida construcción su cuerpo estaba destrozado, le faltaba un brazo desde el hombro y en su pecho había un hueco tan enorme, que era posible ver del otro lado de el, sin embargo su una sonrisa demoniaca se dibujaba en su rostro, apenas difuminada por la sombra que proyectaba su casco destruido por alguna explosión, pero que seguía portando como en los tiempos que pasamos en medio oriente.
-Martín... tuvimos suerte esta vez ¿no crees?.... míranos no estamos ni lo suficientemente muertos, ni lo suficientemente vivos... es una maravilla...-
-¡tú estás muerto!....-
-¿de verdad crees eso?.... yo ya no estoy en guerra, pero tú si... no sabes lo que te espera....-
-pues.... no te tengo miedo....-
-no es a mi a quien debes temer...¿has escuchado tus ecos mortales....todos tenemos uno que nos está llamando... tendrás una tumba junto a la nuestra....-
-¡¿qué es lo que quieren?!....-
-No tienes nada que pudiésemos querer... nada personal... solo que tú tienes vida... estás respirando y nosotros no... queremos que te unas...-
-Ustedes murieron por que era su destino....-
-¿cuál crees que sea el tuyo?....Eres tan miserable que solo puede haber muerte a tu alrededor....-
En ese momento estiró la mano, la única que le quedaba, en clara señal de que quería darme algo, yo lo tomé sin perder de vista sus ojos, cuando me percaté de lo que me había puesto en la mano sentí escalofríos: era un feto, no alcanzo a comprender si era humano o de alguna otra índole, solo se que ese diminuto embrión, tenía ojos que de inmediato me miraron, yo simplemente por mero reflejo lo arrojé hacia la casa, y cuando busqué de nuevo a la figura fantasmal de Roque, se había esfumado. Ya no soporte más, salí corriendo de ahí y no me detuve si no hasta que llegué a la iglesia, se encontraba abierta y de inmediato entré, ya sin sentir algún remordimineto por interrumpir la misa, pero mi sorpresa y desconcierto fueron mayúsculos cuando me di cuenta de que en la iglesia no había nadie más que el padre Gaspar, quien de inmediato me miró con un aire de cierta indignación.
-Llegas tarde Martín...-
-Padre: no apenas son las siete...-
-No hijo, son las ocho, la misa terminó hace un rato.... aunque hoy... casi no vino nadie....-
Miré mi reloj y este se había detenido a las ocho en punto, pero eso no era posible, había salido de casa a las seis cuarenta y cinco, y solo bastaban diez minutos para llegar hasta la iglesia ¿Cómo era que había transcurrido una hora sin que yo me diera cuenta?¿´qué había pasado en ese lapso de tiempo?
-De cualquier manera ya estás aquí, necesito que platiquemos Martín....-
El padre me hizo pasar a la oficina de la sacristía, y comenzamos a charlar, pensé que solo quería inculcar de nuevo en mi, los valores de la religión, me habló del perdón, del remordimiento, del suicidio y de la confesión, todo aquello parecía una plática común entre un cura y un fiel, hasta que se hizo una pausa y al padre se quedó pensativo unos momentos como queriendo buscar las palabras más adecuadas....
-Pero no te llamé para eso Martín.... hay algo muy raro.... muy malo.... bueno Martín, hay lugares en el mundo que están destinados a ser un sitio donde las desgracias suceden, donde residen las almas más obscuras que puedas imaginar... creo.... creo que ya sabes a donde va todo esto.... en este caso me refiero a la casa de la familia Nolasco...-
-¿que hay con ella?....-
-No me vengas a fingir a mi.... se que en ese lugar habitan entidades que no pueden verse con el ojo humano... al menos no las ven las personas normales.... pero ese lugar es... la antesala del infierno, y lentamente está consumiendo a todo el barrio....-
-¿no se supone que oxxo la había comprado para hacer una de sus tiendas-
-La casa se resiste... la maldad o la bondad no pueden ser compradas o vendidas, simplemente están ahí para quien se deje seducir....-
-¿y usted cree que...?-
-que nuestro barrio estaría mejor sin esa casa....¿no crees que sería ideal que una persona con conocimientos en explosivos acabara con ella?-
-padre... no creo que yo deba....-
-Si... si debes.... por que la casa cumplirá cien años de que fue construida... eso será el tres de noviembre....¿sabes que pasará entonces?...-
-No...-
-Si la casa cumple cien años, será nombrada patrimonio cultural, y entonces no podrá ser demolida, vendida o expropiada... entonces lo que reside ahí se apoderará de nuestro vecindario... solo te pido que lo pienses....-
¿Volar la casa?¿que tan difícil podía ser? De un momento a otro estaba ya en mi casa, después de mi plática con el padre Gaspar me fui a mi hogar y me puse a comentarle el plan al coronel, quien había regresado de sus asuntos.
-¿es en serio?¿la volamos y ya?....¿que pasa si eso que dice el padre que habita la casa se llega a escapar?.....-
-No lo se....-
-¿crees que esa sea una solución? por que a mi me suena a mierda....-
-No lo se coronel... solo creo que es una idea loca.... y no se por que, pero siento que hay que hacerlo-
-Me gusta la locura.... y con lo que he visto creo que esa casa debe desaparecer de este mundo... hay que hacerlo....-
-¿pero cómo? no tenemos explosivos, no tenemos nada....-
-¿que no te enseñé nada? Vamos necesito que me consigas plastilina, vinagre, una cafetera vieja y un limpiador líquido, haremos nuestra versión casera de explosivo plástico....-
Eso ya lo había visto en la guerra, a partir de los ingredientes que me estaba pidiendo el coronel y otras cosas que de momento no recuerdo, se podía hacer suficiente explosivo como para acabar con la casa, nos pusimos manos a la obra, y avanzamos mucho en las primeras horas, pero a eso de las doce de la noche alguien tocó el timbre de mi casa, era Karla, por su desesperación al tocar se veía que algo le pasaba, de inmediato abrí la puerta y ella entró muy alterada dándome una noticia....
-¡Martín por favor ayúdame... es Marianita...!....-
-¿que pasó?.....-
-Entró... entró a la casa de los Nolasco!....-
CONTINUARÁ

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