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sábado, 7 de mayo de 2016

LA CASA DE LA VICARIO PARTE 11. Christian Perales

LA CASA DE "LA VICARIO"
CAPÍTULO 11
Había llegado el momento de enfrentar a los demonios que residían en la casa de Leona Vicario número 38, ahora Karla, el coronel Marshal y yo estabamos esperando a tomar valor y traspasar el umbral, pues teníamos fe en que encontaríamos a Marianita con vida, después de meditarlo por unos segundos, el coronel nos hizo ver que era el momento y no teníamos a cuestas más que nuestra voluntad y dos mochilas con explosivos hechos en casa, así como nuestras respectivas armas de mano..
-Muy bien Martín.... señorita Karla, llegó la hora....-
-Estoy listo coronel....-
-No parece Martín.... ¿tienes miedo?-
-Esto no es una guerra convencional....me da un poco de miedo....-
-Naaa, podremos con esto.....entremos....-
Dimos los primeros pasos al interior, la hojarasca que se había acumulado por kilos en el jardín crujía ante nuestros pasos, mientras un viento que había salido del mismísimo inferno hacía que los árboles de la vieja casa produjeran un ruido que´más bien parecía un lamento de dolor, uno que traspasaba el alma. Y como la coronación de una broma macabra, después de que habíamos recorrido algunos metros en el interior del jardín, sobrevino un apagón en la colonia que hizo que la ya de por si mortecina luz que nos alumbraba desde el poste más cercano, se extinguiera por completo dejándonos a merced de una obscuridad total. El coronel sacó tres lnternas de su mochila dándonos una a cada uno, una vez encendidas, Karla se nos adelantó unos pasos, lo que permitió que el coronel me pudiera hablar casi en secreto:
-La maldita se está defendiendo.....-
-¿qué?....-
-la casa.... se puso en guardia, sabe que venimos a acabar con ella....-
-¿en serio cree que es la casa?....-
-o lo que sea que habite en ella..... está impregnada, empapada de maldad... necesito que me prometas algo...-
-coronel no haga esto...no lo diga..... esa frase es de los que no volvían de las batallas....-
-Como sea, estas cosas te succionan el alma.... si pierdo la mía esta noche... quiero que me dispares en la cabeza....-
-¿está seguro que quiere eso?....-
-claro.... yo haré lo mismo por ti... en caso de ser necesario...-
-Que alentador.... gracias... supongo.....-
-Bien... los explosivos.... los detonaremos a la antigüita colocas la mochila en el centro de la casa y una vez que enciendas la mecha solo tienes tres minutos para salir.... yo detonaré la mía en la parte de atrás, cuando vuelen los cimientos, habrá mucha confusión y todo se vendrá abajo.....-
Entre esa plática estábamos cuando de pronto, sin darnos cuenta ya habíamos dejado de transitar en el jardín, para ubicarnos ante la apolillada puerta de madera que era la última frontera antes de sumergirnos en la antesala del infierno, aquella puerta, como era de esperarse abrió ante nosotros con un rechinido que amenazaba con el desprendimiento de la puerta, solo que el desprendimiento real lo causó el coronel, que con una patada rompió la madera de aquella puerta....
-¿eso era necesario coronel?....-
-Mucho.... no quiero que me pase como en esas películas de terror en las que la puerta se cierra sola dejándote dentro con un millón de fantasmas....si puertas no hay encierro...-
-Tiene sentido coronel.....-
-Caminen-
En aquella noche en la que habíamos entrado a esa casa en total estado de ebriedad, no habíamos notado muchas cosas, que ahora con la sobriedad y las linternas, se dejaban ver, caminábamos despacio, como si se tratase de un campo minado, mientras Karla llamaba a su hermana menor....
-¡¿Marianita?!....¡¿Marianita dónde estás?!-
Pero no obtuvimos respuesta, así que comenzamos a adentrarnos más en aquel sitio, hasta que llegamos a una especie de comedor que se encontraba en la cocina de la casa, y este entre el refrigerador abandonado a su suerte con la puerta abierta hacía ya muchos años, con un fregadero oxidado lleno de platos sin lavar, nos ofrecía un escenario impactante; como la leyenda de la cuadra lo dictaba, en ese sitio de la casa se encontraba una gran mancha de sangre seca, seguramente del señor Nolasco, quien muriera al enfrentarse a la policía y esa no era la única mancha, en el suelo, entre restos de fruta petrificada, que seguramente habrían sido el desayuno del señor esa mañana, entre las sillas del comedor y una botella de wiski a medio vaciar que yacía sobre la mesa, estaba otra mancha de sangre seca en el suelo, esta evidenciaba que alguien había sido asesinado en otra pieza de la casa y había sido arrastrado a los pies del señor Nolasco, el coronel tenía muchas dudas, dudas que Karla se encargó de disipar....
-¿pero que pasó aquí....-
-Se rumora en el barrio que el padre de familia... de la última familia que habitó esta casa, mató a su esposa e hijos... después arrastró los cuerpos hasta aquí y estuvo con ellos desde al viernes hasta el lunes... después cuando se resistió a ser detenido, la policía lo mató....-
- Eso lo resume todo ¿no?.... hay que seguir.....-
Apenas el coronel había dicho estas palabras cuando, al dar la vuelta ante nosotros se hizo presente una figura semihumana, solo que no podíamos precisar que en verdad lo fuera, ya que la piel de esta persona se encontraba totalmente carbonizada, pero sus ojos eran tan blancos que contrastaban con la negrura de su piel calcinada, para mala suerte de nosotros, este ente estaba tapando la única entrada o salida de aquella pieza, el coronel apuntó su arma, lo que solo ocasionó que una sonrisa diabólica se dibujara en el rostro de aquel ser consumido por el fuego, que de un momento a otro, nos habló, con una voz burlona y muy cavernosa.
-¿crees que me asustas?... yo ya estoy muerto... ya soy una alma juzgada... ustedes también... ustedes están condenados... vengan acá... vengan con nosotros... del otro lado todo es mejor, ya no se oyen los ecos, solo las voces auténticas...-
Karla y yo no sabíamos que hacer, y se que en el fondo el coronel tampoco, sol se mantuvo ahí, casi inmóvil, apuntando con su arma a aquel ser, el cual siguió hablando por un momento más....
-Creo que no tienen miedo.... es por que no lo entienden.... peor para ustedes...-
Después de decir esto, vimos como la negrura de su piel se fue llenando de brazas encendidas, que lo hicieron convertirse en polvo, para después desaparecer ante nuestros ojos, el coronel guardó su arma, pero no su voluntad, con una seña, nos hizo seguirlo, mientras caminábamos y gritábamos el nombre de Marianita rumbo a otro sitio de la casa el coronel nos comunicó que habría un cambio de planes.
-Había pensado que nos separáramos, pero esto está peor de lo que me imaginé... tenemos que permanecer juntos, se que tardaremos más tiempo del que imaginábamos pero nos necesitamos... no se sepa.....-
La frase del coronel fue interrumpida por el ruido de algo que parecían ser pasos y arrastrar de una cadena, nos detuvimos en el acto y el coronel intentó aguzar el oído para alcanza a percibir de donde venían esos ruidos.
-parece que vienen de abajo... del sótano....-
-¿bajamos?.....-
-yo creo que si... creo que ¡Ahhhh!....-
Con mucho terror tuvimos que ver como el piso bajo los pies de coronel se hundía para llevárselo consigo, dejando solo un enorme agujero, tan obscuro, que nuestras linternas no alcanzaba a explorar, cuando las dirigimos al fondo para buscar al coronel.
-¡¿coronel?!....¡¿coronel está usted bien?!....-
Pasaron unos segundos que más bien parecían décadas, pero un poco después volvimos a escuchar su voz
-Estoy bien muchacho.... Marianita no está aquí en el sótano....necesito que busquen en otro sitio....-
-pensé que no íbamos a separarnos coronel....-
-Cambié de opinión..., me tomará un rato encontrar como salir del sótano... pero los alcanzo en unos minutos, mientras vayan... se nos acaba el tiempo...-
-pero....-
-Yo voy a estar bien....sigan...-
-Está bien coronel.....-
Había algo raro en sus palabras y en su repentino cambio de planes, pero no tenía mucho tiempo para cuestionar sus ordenes así que decidí continuar la búsqueda con Karla....
CONTINUARÁ.....

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