CAPÍTULO 12.
-Karla.... tenemos que seguir-
Era lo único coherente que atiné a decir, ahora teníamos que continuar la búsqueda sin mi mentor de combate, era normal que mi amiga de tantos años me conociera mejor que nadie, y se dio cuenta de que el nerviosisimo me invadía, cosa que quedó de manifiesto.
-¿hacia dónde Martín?....-
-Creo que lo más conveniente es ir a las habitaciones de arriba.... son muchas recámaras quizás esté escondida en una de ellas....-
Apenas había dicho esto cuando en el corredor de la planta alta vimos pasar una pequeña silueta, na sombra que quizás correspondía a la de Marianita, pero cuando dirigimos la luz de las linternas a esa parte de la casa, había desparecido.
-¡¿Marianita?!....-
Después entendí que debí ponerle más atención a Karla, pues cuando vió esa diminuta silueta corriendo por el pasillo de inmediato corrió escaleras arriba con la intención de alcanzarla, lo que constituyó un error muy grave, pues las escaleras construidas en casi su totalidad de madera, se habían debilitado con los años y la vieja y apolillada madera, no soportó el peso de Karla, quien al subir los escalones terminó rompiendo uno y las astillas de este se clavaron en su tobillo, ella, sin embargo continuó subiendo, y no fue si no hasta que llegó a la planta alta cuando se dejó caer al suelo, pasmada por el dolor de la herida en su tobillo.
-¡que no se vaya Martín... detenla!...-
-¡ya tranquila... no era ella, solo era una sombra!....¡¿te lastimaste?! déjame ver-
Cuando alumbré la herida me di cuenta de la magnitud de la lesión: ´Karla necesitaría atención médica lo antes posible, pues de no suturarse la herida corría el riesgo de que la pérdida de sangre terminara por poner en peligro su vida...
-Nos vamos de aqui Karla, el coronel y yo terminaremos esto... encontraremos a Marianita....-
-¡No!...´¡déjame, se que puedo seguir!....-
-Eso no puedo permitirlo...lo haremos a nuestro modo... .-
Apenas iba a cargarla para salir de ahí, cuando en la puerta de la primera habitación escuché un ruido, era apenas perceptible, pero fue aumentando y sonaba como si alguien o algo golpeara la pared. Saqué mi arma de su funda, con el fin de protegerme de lo que fuera que estuviese del otro lado de la puerta que estaba a punto de abrir, tenía dos temores: que aquello que se ocultaba detrás fuera invulnerable a las balas, y lo segundo era ¿Qué tal si le disparaba a Marianita por error?, como sea necesitaba averiguarlo, abrí la puerta lentamente y solo vi, al fondo de aquella habitación una cama al lado de la cual se encontraba una mecedora, esa era la que causaba el ruido, ya que se movía por si sola, como si alguna extraña fuerza o algún ente invisible se estuviera meciendo, y con cada vaivén pegaba en la pared, de la alcoba... De pronto, dejó de moverse, y yo sentí una especie de miedo paralizante, ya que detrás de mi, en todo momento podía escuchar una respiración, pero a medida que giraba para ubicar de donde provenía no lograba ver a nadie quien pudiese estar respirando cerca de mi oído.
A medida que exploré aquella alcoba, entre el papel tapiz enmohecido y deteriorado, entre los posters de los Rollin Stones y de los Beatles que quedaban en las paredes como mudos testigos del paso del tiempo, noté que dentro de la misma habitación había otra puerta, misma que también abrí con cautela. Resultó que esta puerta conducía a un baño: entré tratando de no tocar nada, había sangre en el espejo y esta a su vez se disipó en un pequeño hilo rojo que corría hacia una regadera subdividida del resto del baño por una cortina, lentamente deslicé aquel trapo y lo que vi tras esa cortina fue aterrador, en la regadera había una tina de baño y en su interior una chica completamente desnuda, apenas tapada por la espuma de la ducha, que había tomado un color rojo, un color a sangre, debido a que su cuello había sido cortado, pero a ella no parecía importarle, pues este ser, seguía haciendo como que se bañaba en aquella tina, mientras cantaba la canción que se había vuelto una especie de enfermo presagio: Satisfation.
Otra vez, yo no sabía si lo que veía era real o el fruto de una alucinación, pero no me quedaría a averiguarlo, lentamente, sin darle la espalda a aquel ente, me deslicé hacia afuera del baño, creí que por un momento lo había logrado, hasta que al salir, me topé con otra aparición, otra chica que lucía un vestido floreado muy deteriorado por el tiempo, esta de inmediato me abrazó, su fuerza era descomunal y cuando tuve cerca su rostro me percaté de que su aliento olía a sangre y a descomposición, pero por más que luchaba, no podía soltarme... y me llenó de terror escucharla hablar...
-Hola soldado... esta es la noche.... hoy serás eterno como nosotros....-
-¡Suéltame!.....-
-Shhhh no pienses, no huyas.... solo fecunda....fecunda..... fecunda.....-
-¡estás loca!.... ¡estás muerta y loca!.....-
Si algo había aprendido en mis maniobras de defensa cuerpo a cuerpo en el ejército, era hora de usarlo, como pude zafé una de mis manos de aquel abrazo y tomé a aquella mujer por el rostro, ahí es cuando debo decir que necesité una fuerza sobrehumana, y no se como lo log´re, pero alcancé a arrojarla hacia atrás, al menos lo suficiente como para que me soltara, sin embargo ella terminó por arrojarme al suelo, pensé que acabaría conmigo pero solo se rio, antes de desaparecer ante mis ojos, habló una vez más:
-Tarde o temprano serás mío.... pero... hay cosas más importantes que la diversión en este momento.... nos basta con la escuincla....-
-¡Déjenla en paz...¡llévenme a mi....pero a ella déjenla ir.....-
-Uy... lo siento, tu alma ya no vale un cinco..... pero gracias de todos modos...por cierto ¿escuchaste ya... a tus ecos mortales? esta noche los escucharás... todos morirán aquí.... jajajajajaja-
Dicho esto desapareció justo como había llegado, yo me levanté y salí al pasillo, solo para darme cuenta de que aquello iba comenzando, de que Karla tenía problemas más serios que los míos....
CONTINUARÁ
No hay comentarios.:
Publicar un comentario