CIENCIA MALDITA DOS PARTE 12 Christian Perales

CIENCIA MALDITA DOS PARTE 12

CON EL CORAZÓN DIVIDIDO....

En ese momento no supe que hacer, por un lado tenía que llegar al piso de maternidad y hacer todo aquello que estuviera a mi alcance, y hasta lo que no, por defender la vida de Naty. 

El Kavner me llevaba unos pasos de ventaja, pero ante la incapacidad de estas criaturas de pulsar botones, yo sabía que no sería capaz de usar el elevador solo correría por las escaleras. 

Por otro lado, mi amigo yacía en el piso de la sala de espera de ese hospital, simplemente no esperas ver caer a un hombre de ese calibre, y ahora estaba ahí, inconsciente y debatiéndose entre la vida y la muerte.... solo alcancé a escuchar el grito de Susana....

-¡Cuenca....!....¡ve con tu esposa!....-

Fargas tenía más apoyo que yo en aquel momento, después de todo estábamos en un hospital, alguien lo atendería, los hombres de negro ya no eran un problema, pues habíamos matado a la mayoría y a lo lejos, ya se escuchaban las sirenas de la policía, y por otro lado solo tenía un minuto para llegar con Naty, la decisión fue tomada: así que de inmediato subí al ascensor, llevando conmigo esa escopeta que Fargas me había dado.

Normalmente el tiempo en un elevador transcurre volando, pero cuando estás a merced del miedo, parecen eternos los segundos que tarda en llegar ese aparato a su destino, lo peor es cuando es tu única manera de tener ventaja sobre tu enemigo.... y este se detiene.... y así sucedió.

Cuando estaba a punto de llegar al piso de maternidad, el elevador se detuvo, comencé a oprimir los botones de manera frenética, tratando de que aquel instrumento funcionara, pero nada, todo se había quedado en silencio....hasta que de un momento a otro escuché un fuerte golpe en el techo de aquél cubo de metal...después las luces se apagaron y escuché unos arañazos en el techo, comencé a sudar frío, sobre todo en el momento en el que entre un estruendo, el plafón que recubría el techo, casi cae sobre mi cabeza, dejando entre ver un enorme hueco, por el cual hizo su aparición uno de los Kavners.

No tuve tiempo de nada, en el momento en el que trataba de apuntarle, se abalanzó sobre mi, dejándose caer del techo. 

El impacto resultó tan fuerte que me derribó, y solté mi escopeta.... creí que ese era le fin, pues en cuanto me arrastré por el suelo para tratar de alcanzar mi arma, comenzó a golpearme, y juro que incluso trataba de alcanzarme por el cuello con sus afilados dientes que, como ya lo había visto en los expedientes de Fargas, eran más bien colmillos.

Nunca fui entrenado para pelear, mis últimos años habían transcurrido en laboratorios, así que esta cosa, hecha para y por la guerra, me llevaba años de ventaja, sus golpes y sus rasguños me estaban debilitando demasiado, pero lo peor fue cuando intentó estrangularme, en ese momento casi pierdo el conocimiento, su fuerza era descomunal.... solo me asistió el instinto, y en el momento en el que sus ojos comenzaron a disfrutar de mi agonía, no supe como,pero alcancé a ver un cable de luz que se había desprendido al caer el plafón, esa fue mi salvación.

Lo tomé y solo pude atinar a colocarlo en su ojo, aunque mi intención era ponerlo en su boca.... pero la descarga fue crítica para este engendro, de inmediato unas chispas saltaron y él se hizo hacia atrás, su ojo había estallado al recibir el voltaje, lo malo es que ahora tenía un monstruo , tuerto y más furioso que al principio, pero me quedaba un as bajo la manga, pues con el dolor del globo ocular, tuvo que soltarme y fue cuando a gatas pude tomar mi escopeta.

Al fin tenía las llaves de mi destino en las manos, simplemente fue un reflejo, no pude apuntar, no tuve tiempo, pero ese único disparo que logré hacer fue el mejor de toda mi vida... de pronto todo se vivió rojo a mi alrededor, su sangre lo había teñido de esa manera, salpicándolo todo cuando esa bala de la escopeta entró por su oído, haciendo que su cabeza simplemente estallara....unos segundos después, me hallaba, ante el cadáver de mi enemigo, yo intentando recuperar el aliento, e intentando ser consciente, de las heridas que me había provocado.

Fueron solo instantes, pues ahora ese mismo instinto me hizo que como un loco, forzara las puertas de elevador para abrirlas, salí como pude, trepando hacia el piso de arriba pues al abrir la bóveda de aquel ascensor, me di cuenta de que se encontraba trabado entre dos pisos... con la escopeta lista, corrí por los pasillos de aquel nosocomio, mis ojos trataban de ubicar el área de maternidad, pero cuando la descubrí, un nuevo terror, una nueva forma de miedo se apoderó de mi alma: a la entrada de ese sitio... un enorme rastro de sangre estaba formando una especie de macabro tapete de bienvenida.

Alguien había sido arrastrado por el suelo, quien quiera que fuera seguramente estaba sufriendo la peor agonía posible, ya no quería abrir la puerta, sentí que lo que me esperaba detrás era lo peor de mi vida, no sabía si vería el cuerpo destrozado de mi amor, o algo mucho peor solo me dejé caer contra la pared, ya no podía más. 

Cuando estaba a punto de desfallecer por la desesperanza, pude escuchar un llanto muy tenue, pero era un llanto que yo tenía en mi mente desde hacía ya muchos años... era Naty quien lloraba del otro lado de la puerta.

De inmediato mi ánimo se reavivó un poco, de inmediato intenté pasar al interior de aquella sala, pero algo obstruía la puerta.... empujé con todas mis fuerzas hasta que poco a poco cedió, lo que la estaba trabando era el cuerpo destrozado de un médico, por las heridas en su cuello, de inmediato supe que aquello era obra del Kavner.... después, a unos pasos, dos enfermeras habían sufrido el mismo destino cruel, pero además sus ojos habían sido arrancados, pero mi sorpresa fue mayúscula cuando entre aquellas víctimas inocentes, se hallaban tirados hasta dos Kavners, uno de ellos tenía su propia hacha clavada en el cráneo, el otro seguía con vida, pero respiraba con mucha dificultad parte de su cuello había sido cortada, en ese momento ya solo buscaba mi venganza irónica, solo me guiaba una especie de instinto asesino, así que de inmediato apunté mi escopeta a sus genitales...

-sufre puto....-

Esas creo que fueron mis palabras justo antes de dispararle, y verlo morir.

Después de ese acto una especie de calma vino a mi, sobre todo por que en ese instante escuché la voz de Naty, que pese a seguir llorando pudo hilar las más reconfortante palabras que jamás le había escuchado....
-¿Qui....quién está ahí....?...-
-Naty..... ¡Naty... mi amor soy yo....-

Y finalmente ahí, entre la relativa seguridad de un gabinete de suministros médicos, Naty se había refugiado, de inmediato me acerqué y retiré ese pesado mueble, la adrenalina y la alegría de ver bien a quien amas te hace hacer cosas sobrehumanas... ella simplemente se había salvado y lo mejor es que en sus brazos estaba nuestra hermosa bebita.... mi esposa había hecho lo impensable... había evitado que esas cosas le arrebataran a nuestra pequeña hija de solo un par de horas de nacida y se había mantenido con vida.

 Al menos esa batalla la habíamos ganado....en ese momento, en el que conocí a esa pequeña damita, todo lo vivido se me había olvidado... cargué a mi hija por primera vez y dejándome caer en el suelo junto a mi Naty, tuve unos minutos para ser feliz...más por ese frenesí no me di cuenta de que mi esposa sollozaba.... hasta que sus emociones fueron tantas que el más amargo llanto comenzó a salir de su interior

-¿Naty....?¿Qué pasa mi amor?...-
-yo.... yo los maté....-
-A ¿quienes?...-
-A esas cosas..... no se... no se como lo hice.....¿qué está pasando?.... de repente toda esa fuerza... toda esa agilidad.... ¿me está pasando lo que a Adriana?....-
-No.... eso no te va a pasar a ti mi amor.....-

En ese momento nos interrumpió el ruido de los policías del grupo táctico que habían ido en nuestra búsqueda... la situación estaba controlada, así que de inmediato unos doctores se llevaron a Naty y a mi bebé, para vigilar su estado de salud, de ahí por unos minutos... todo se volvió confuso, cuando mi esposa era llevada en una camilla a otra ala del hospital, solo pude decirle unas cuantas palabras....

-Mi amor... en un rato estaré contigo, tú, tienes que recuperarte....-
-Carlos.... estás herido....-
-Estaré bien....-

-Solo prométeme que vas a cuidarte... nosotras... te necesitamos...-
eso fue todo, después de eso vi salir la camilla fuertemente custodiada por una turba de doctores y policías... uno de estos me prometió que las cuidaría personalmente, yo me quedé en el pasillo, por unos segundos, sin saber que hacer y con la mente saturada de preguntas. Después de eso a mi me quisieron revisar, pero me negué pues en ese momento necesitaba saber como estaba mi amigo Fargas.....

Epílogo del capítulo 12.....

Un féretro avanza entre una multitud de policías, todos ellos se han congregado a despedir a uno de los suyos, uno que en los últimos días se había convertido en una leyenda, despedían al jefe, al hermano, al policía ejemplar, que supo dignificar el trabajo policiaco. en ese cuadro... triste recordatorio a quienes honran un uniforme, no faltaba nada, la bandera mexicana recubría el ataúd.....los policías rendían los mayores honores y condolencias.... las salvas que antecedían al pase de lista sonaban con un tono de nostalgia.....ahogadas en su trayectoria por la intempestiva lluvia que comienza a caer sobre aquel cortejo fúnebre.....

Fargas en su cama del hospital, simplemente apaga la televisión, en el justo momento en el que yo entro a esa habitación... me recibe con la mejor de sus sonrisas.... parece que estará bien, solo hay un vendaje en su pecho, los reportes médicos indican que esa bala disparada por aquel hombre de negro, no tocó ningún órgano vital....

-Hola Fargas... tienes una suerte de perro....-
-¿puedes creerlo?.... hoy falleció el policía que evitó el atentado en el aeropuerto hace diez años... estoy viendo el funeral en la tele....-
-¿cómo te sientes amigo....?-
-Con mucha suerte.... supe que acabaste con esas cosas.... te felicito...-
-Bueno... yo pensé que estabas ocupado.... tienes una chamba de emociones fuertes....-
-Creo que debí ser científico... bueno al menos por ahora no me vas a poner en el cuerpo de un robot....-
-No... creo que no....-
-Pero esto.... no ha terminado.... necesitamos hablar Cuenca...-

CONTIUNARÁ.....