En fin después de intentar despejar malos pensamientos de nuestra mente y de tener una idea clara de que al entrar ahí, muchos de nosotros no saldríamos decidimos que era la hora de dar el todo por el todo, ahora solo sería una anticuada pelea callejera, una guerra cuerpo a cuerpo, ya no se estilan mucho por estos años, pero era una guerra en la que no podían participar los robots, se requería el más puro raciocinio humano.
Con los planos de ese lugar en la memoria, comenzamos a caminar en silencio, debo decir que la iluminación en este punto era tremendamente pobre, y pese a que nosotros llevábamos linternas, parecía que la obscuridad nos devoraría, en fin, tal como nos había dicho Dupríz.
Debajo de la cimentación del metro chabacano, existía la entrada a una red todavía más subterránea de túneles, aquel lugar era un laberinto perfecto, tanto, que lograba infundir el miedo en nosotros, el olor a humedad era horrible y a nuestro paso además de ratas de todos los tamaños, encontrábamos otras cosas todavía más perturbadoras, que iban desde tremendos nidos de cucarachas, que al sentirse intimidadas por las diminutas luces de nuestras linternas, estas corrían por millares en todas direcciones, buscando un lugar para esconderse.
Pero una de las cosas por demás sorprendentes, si no es que aterradoras, era ver que de entre las paredes salían arañas de todos tamaños, pero sobre todo una especie de tarántulas, que a diferencia de las cucarachas, parecían no tener miedo de nuestra presencia, al contrario, parecía que estas nos seguían de cerca, en espera de que cometiéramos un error, y pudieran atacarnos.
Llegamos a un punto en el que los pasillos de aquellos túneles se hacían tan estrechos que no permitían que siguiéramos caminando por ahí, entonces, fue cuando tuvimos que meternos en aquella agua pestilente, de tal suerte que nos cubría hasta las rodillas.
Pestilencia a todo lo que daba, llegado el momento nos topamos con algo que nos dejó pensando un poco en la deshumanización que estábamos viviendo, entre los escombros y basura que se habían acumulado en ese sitio, encontramos varios frascos como los que se utilizan hasta el día de hoy, pero estos frascos no contenían mayonesa, en su interior moraban restos humanos, y lo dejaba patente que el contenido era de un color enfermizamente rojo, mis compañeros no atinaban a saber que era, pero mi entrenamiento científico me hacía saber perfectamente de que se trataba de bebés que jamás encontrarían la luz.
-dejen una marca en esta zona.... Trejo ¿puedes tomar fotos? investigaremos esto después-
Dijo Fargas mientras daba la orden de seguir adelante, después de eso Trejo se tomó unos instantes para capturar aquellas fotografías y marcar la zona, de tal manera de que pudiésemos encontrarla después.
Luego de eso el equipo siguió su camino por aquel laberinto delimitado por tabiques llenos de lama, pintas de grafiti y todo aquello que desataría el horror de la persona más cuerda.
Los minutos parecían eternos, pero cada que nos aproximábamos al lugar donde nos esperaría la secta, nuestra tensión crecía, los otros policías se adelantaron, dejando a Fargas y a Trejo en medio del grupo, y por lo tanto Susana y yo quedamos hasta atrás, como cuidando la retaguardia del comando, esto nos permitió que tras de nuestros pasos, escucháramos los de alguien más, y no solo eso, también percibíamos que a nuestra espaldas alguien respiraba, más cuando giré y apunté la linterna hacia atrás nuestro pude ver que unas sombras nos seguían muy de cerca, quise correr, pero Susana me detuvo.....
-Shhhh quieto Cuenca... no pasa nada....-
-Pero....-
-Tranquilo... mi papá me habló de estas sombras.... si... vienen del inframundo.... pero no podrán hacerte nada, solo si murieras...-
-¿Que son?....-
-Mi papá les decía la gente sombra.... y yo se quien las comanda.... esto se pone peor....mejor nos movemos, ellos saben que aquí habrán muchos muertos, y les interesan esas almas.... camina rápido....-
Después de apretar el paso estábamos más cerca del resto del comando, cuando de nuevo escuchamos aquellas pisadas, pero en esta ocasión, en lugar de escuchar respiración tras nosotros, escuchamos una especie de arañazos en las paredes, después, en el techo del túnel, cuando dirigimos la luz hacia ese punto, fuimos sorprendidos por un Kavner, que de inmediato, sin darnos oportunidad de planear alguna acción evasiva, se abalanzó sobre nosotros, pero el grito de Susana alertó al resto del grupo que de inmediato salieron en nuestra ayuda.
-¡Kavner!....-
Y de inmediato los disparos no se hicieron esperar, una lluvia de balas de nuestro equipo se cernió, sobre ese engendro, parecía indestructible, pero unos de los oficiales, había traído consigo un machete, cuando se hizo el alto al fuego, nos dimos cuenta de que aún cuando los brazos y piernas del Kavner habían sido destrozadas por las balas, él aún intentaba arrastrarse para hacernos daño......así que el oficial De Anda no esperó un segundo más y hundió su machete en la cabeza del monstruo, eso fue todo.
Con el despliegue de disparos, no nos habíamos percatado de que el lugar parecía más obscuro....una densa niebla se había apoderado del lugar y ahora sí, literalmente se tragaba la luz de nuestras linternas, el oficial Salazar, empuñó una de las bengalas que llevaba asidas a su uniforme... cuando la luz de esta iluminó el túnel lo que vimos nos dejó atónitos y aterrados,,, a nuestro alrededor habían como quince Kavners...eran tanto hombres como mujeres, nos contemplaban con sus dientes afilados y la mirada enloquecida... simplemente estábamos rodeados por ellos.
Una de las posibilidades más lógicas para lo que nos estaba sucediendo en ese momento, habría sido la de abrir fuego, pero ante la ineficacia de las balas en comparación con la resistencia del cuerpo de un Kavner, se podía calcular que no había manera de que los cartuchos nos alcanzaran, de inmediato hicimos una formación circular, estábamos cubriendo cada frente, pero no existía escapatoria, usar una granada tampoco era viable, pues conocíamos de sobra que hacerlo sería desastroso, eso ya lo habíamos experimentado, y ahí estábamos, por alguna razón los engendros se mantenían quietos ante nosotros, como si adivinaran que de moverse los combatiríamos, de cierta forma ellos nos temían casi tanto como nosotros a ellos.
-¿qué hacemos Fargas....?-
Fue la pregunta desesperada de Susana....que a su vez se tornó en una pregunta de Fargas hacia a mi....
-Cuenca ¿los rifles que fabricaste.... sirven aquí?-
-Solo acabaríamos con unos cuantos, pero en el momento en que disparemos se abalanzarán sobre nosotros....-
La situación se veía crítica, pero entonces recordé la forma en la que había acabado con uno de esos monstruos en el hospital: nada mejor que una descarga eléctrica para acabar por freírles el cerebro, miré a mi alrededor y pude distinguir un trenzado de cables que abastecían seguramente el metro o no lo se, quizás el alumbrado público en la calle, sea cual fuera el caso teníamos energía de sobra para nuestra salvación, pero , ¿Cómo evitar que esta corriente acabara con nosotros, digo, también teníamos medio cuerpo metido en el agua, en ese momento creo que Susana tuvo la misma idea, pues logré ver come ella también estaba atenta a los cables... era hora de proceder.... así que s me ocurrió que con disparos haríamos caer uno de estos cables y la única manera de escapar de la sacudida sería colgarnos de una de las salientes en la pared, sin tocar el agua hasta que la sobrecarga cortara la corriente....
-!Oigan!---- trepen a la saliente....-
En ese momento todos mis compañeros entendieron el mensaje subliminal y lo hicieron, como pudieron, remontaron a esa pequeña marquesina, no se si fue un error de construcción, pero ahí estaba para que nosotros la utilizáramos.....cuando todos estábamos relativamente a salvo, lejos del agua, los Kavner comenzaron a intentar alcanzarnos, pero fue tarde para ellos....
-Trejo.... dispárale a los cables....-
Gritó Fargas, de inmediato una descarga de balas bañó el cableado, lo cual hizo caer uno e estos al agua, solo los vimos arder, en instantes la energía eléctrica hizo su trabajo, estos engendros trataban de zafarse pero o lo consiguieron, fue letal para ellos, caían a diestra y siniestra, con los ojos enrojecidos por el choque, incluso a algunos de ellos les estallaron, quedaron dos que no estaban tocando el agua en ese momento, pero para ellos si alcanzó el parque, murieron despedazados por las balas...después de eso vino una especie de calma, la energía se cortó tal como lo habíamos imaginado, pero la mayor ironía vino cuando las arañas aparecieron en el lugar.... parecían esperar ese momento, el festín se había servido ya, pese a que ante nuestra vista, estas cosas eran monstruos, nos horrorizó ver como estos insectos se comían los restos calcinados de los Kavners....
-¿Están todos bien?...-
Preguntó Fargas, y si, todos estábamos bien, salvo por algunos rasguños que nos habíamos hecho al trepar la barda, el único que empeoraba era Fargas, y se hacía patente al presentarse una mancha roja en su uniforme,, pero aún así su voluntad lo hacía continuar-
Después de ese primer triunfo, nos sentimos un poco más confiados, por lo que seguimos caminando, llegamos hasta una puerta.... lo habíamos conseguido... tras esa puerta en mitad de un inframundo subterráneo... se hallaba la secta....
CONTINUARÁ....
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