LA PIJAMADA.
Hace años, una noche estábamos a unas amigas y yo reunidas en mi casa haciendo una pijamada.
Estábamos viendo unas películas de terror cuando se nos ocurrió ir a una casa al lado de la mia en donde hacia años no vivìa nadie.
Ya se habìa hecho una leyenda alrededor de la dichosa casa, que si espantaban, que si un señor habìa matado a su esposa, etc.
Nos pusimos a jugar botella y a darnos castigos, cuando me tocò a mi, me dijeron que entrara en esa casa, como tenìa sus vidrios rotos y estaba medio derruida, era fàcil hacerlo.
Asì que sin sentir miedo, y hasta burlandome de mis amigas, entre y pase a recorrerla tanto en el piso de abajo, el de arriba y hasta en la azotea.
Cuando bajè volteè por el pasillo que daba a las recamaras y vi que alguièn corriò hacia una de ellas y cerrò con fuerza la puerta, yo, pensando que eran mis amigas que me querìan espantar, me dirigì a esa recamara para darles un buen susto a ellas.
Abrì la puerta muy ràpido y les gritè lo mas fuerte que pude y me comencè a reir pensando que en ese momento iba a escuchar sus gritos histèricos, pero no se escuchè nada, y me fui corriendo hacia las escaleras, en ese momento al comenzar a bajar, las dos puertas de las recamaras se empezaron a abrir y cerrar como si las aventaran y rebotaran.
Bajè corriendo, salì de la casa y mis amigas estaban en la puerta de mi casa esperandome, cuando escucharon mi grito, pensaron que me habìa pasado algo, y no entraron por el miedo que les diò, y le iban a decir a mi mamà para que me fuera a buscar.
Es lo màs fuerte que me ha pasado, todavìa despuès de muchos años y aunque la casa ha sido habitada varias veces, yo ni siquiera volteo a verla.
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