En esa época la gente creía que las imágenes tenían el poder de hacer que las cosas pasasen.
En 1622 María encargó a un famoso artista flamenco-llamado Rubens-que pintara una serie de 24 lienzos que resaltaran los hechos de su vida.
La serie incluye su nacimiento-su matrimonio y la aceptación de la regencia y todos son unos cuadros visualmente llamativos-muy coloridos-pero en la obra final y puede que la más importante-María decidió no centrarse en el pasado-sino en el futuro.
El cuadro final es "El triunfo de la verdad"-y representa una escena futura en la que Luis ha perdonado a María y los dos están dichosos y en paz en el cielo.
En 1625-la maquiavélica María colgó la serie completa por donde pasaba a menudo su hijo-en la gran entrada de su palacio-solo tenía que esperar a que el mensaje le llegase.
Luis contempló la historia de su madre y al parecer la relación mejoró con el tiempo.
María quería probar la eficacia de su propaganda pictórica y decidió sacar a Richelieu definitivamente.
La Reina sintió que tenía que hacer un último gesto-el 10 de noviembre de 1630-irrumpió en la habitación de su hijo y le dió un ultimatum-"Richelieu o yo-tienes que elegir a uno".
Luis lo pensó un momento y finalmente se decidió-pero el resultado fue impactante-el Rey dijo que para conservar a Richelieu como ministro iba a librarse de su madre.
La traición de su hijo horrorizó a María-que abandonó inmediatamente la corte.
Con el tiempo y en un segundo plano-Richelieu concentró mucho poder en calidad de consejero principal de Luis.
En lo que se refiere al objetivo principal de María-los cuadros fueron un fracaso estrepitoso.
En la actualidad y a pesar de su ineficacia política-la serie completa de María de Médicis-se encuentra en El Louvre y es uno de los logros artísticos más aclamados de todos los tiempos.
En "El Triunfo de la Verdad"- se conserva para siempre el emotivo sueño de una reconciliación familiar que no se hizo realidad.
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