SE MI VALENTIN PARTE 6 Chistian Perales

SE MI VALENTÍN .

CAPÍTULO 6

La noche que estaba a punto de comenzar parecía eterna, existen días muy extraños, pero definitivamente este ocuparía los primeros lugares, por principio de cuentas esto solo parecía un caso de adicción a los chocolates y por otro, sabíamos que fuerzas más obscuras estaban involucradas.

Davon Marshall llegó a la fábrica de chocolates Valentino con toda discreción, esos años en el ejército, habían forjado su inteligencia y disciplina para el rastreo, además que de cierta forma que no alcanzo a comprender, sobrevivió a una explosión de la casa de la calle Leona Vicario.

Una vez en el edificio de la chocolatera, trepó hasta el techo, donde a través de un tragaluz pudo observar el interior de la planta, donde todo parecía normal, las máquinas que elaboraban el Valentino trabajaban con normalidad, salvo por el hecho de que aquel sitio estaba muy bien vigilado y resguardado, hombres vestidos con uniformes negros de combate portaban ametralladoras, y estaban distribuidos en todo el complejo, en el cual a marchas forzadas, el personal vertía fuertes cantidades de chocolate en forma líquida dentro de ellas, en otra zona de aquel lugar, otros empleados elaboraban la mezcla del chocolate donde le agregaban una sustancia de color rozado al cacao y en otras piezas de la planta algunas empleadas empaquetaban el chocolate en las cajas con forma de corazón, nada parecía fuera de lo común, hasta que Davon se topó con algo que hubiera puesto a temblar hasta el más valiente, en una de las habitaciones que se encontraba aislada y en secreto dentro de la planta, en una plancha de metal yacía una mujer desnuda apenas cubierta por una sábana por el aspecto de su mirada perdida en el infinito, se notaba que estaba narcotizada, trataba de mantener los ojos abiertos pero le era imposible, Davon se agazapó con la intención de bajar a ese sitio con el púnico fin de rescatar a aquella desafortunada mujer, cuando de pronto vio que por la puerta de aquella pieza entraban dos hombres uno de ellos vestía el atuendo de un chef, mientras que el otro portaba un traje negro. Ambos, no sabían que desde el techo, aquel miembro del ejército, los observaba por lo que platicaban con gran soltura, siendo el de la bata de chef quien abrió la conversación.

-La atrapamos esta mañana... cuando vino a pedir empleo....-
-Es hermosa... seguro que a él le va a gustar...y su aroma es muy sutil-
-Eso espero... prometió que nuestra fábrica dominaría mundo si lo quisiéramos así... nos estamos jugando todo por el....-
-Ya viste lo que es capaz de hacer.... ahora esta es para el... ¿Qué más pudiste conseguir?-

Entonces el "chef" fue a la parte lateral de aquel cuarto, abrió la puerta de lo que parecía un congelador y aun cuando casi no se veía por que el ángulo de visión era incómodo para Davon, se dio cuanta de que del techo del congelado pendían unos sacos con formas humanoides, esto de por si ya era alarmante pero se hizo aterrador, cuando del interior, aquel chef demoniaco sacó una especie de mesa con ruedas donde el cuerpo de otra chica yacía muerto, el chef caminó hasta donde se encontraba el hombre del traje para enseñarle aquella desafortunada jovencita.

-Era una maestra de kínder.... no solo era bonita... era muy tierna, seguramente los chocolates que salgan de ella, tendrán un sabor muy dulce..-
-Ella está bien... que la preparen y la manden a rebanado, y que la destilen bien... la producción está un poco atrasada... -
-Si señor... y también tengo otra ahí dentro... era fotógrafa... corresponsal de guerra, nadie sabía que había llegado al país, si mezclamos su cuerpo con cerezas tendremos nuestra receta para el chocolate ..."cereza salvaje"...será atrevido, fuerte, apasionado....-
-Muy bien amigo.. tienes futuro....ahora hay que llamarle y decirle que su festín está servido....-
-Si...-

Después de eso ambos hombres salieron de la habitación, momento que Davon eligió para arriesgar su integridad por aquella chica, sin hacer ruido abrió el tragaluz, se deslizó al interior y cuando encontró un punto donde caer con seguridad, saltó, la chica al verlo quiso gritar, pero Davon cubrió su boca, el más mínimo ruido haría que alguien entrara y acabara con ambos...

-Shhhh soy de los buenos... te voy a sacar de aquí...-
-A... ayúdame.... -
-Si... tranquila... ¿puedes caminar?....-
-¿que me dieron?.... no siento las piernas....-

Davon entendía que habían usado un narcótico muy poderoso, así que usando su instinto y entrenamiento, levantó a la chica de aquella planta y trató de caminar con ella cuando de pronto escuchó pasos que se acercaban hacia aquella habitación, Davon dejó nuevamente a la joven sobre la plancha y se escondió detrás de una pila de cajas vacías donde como un macabro asiento de primera fila, podía ver todo lo que sucedía en aquel lugar....

-Shhh no hagas ruido... no digas que estoy aquí te voy a rescatar lo prometo....-

Ahora ya no era dos si no tres los hombres que entraban a ese sitio, eran los dos anteriores y tras ellos entraba un hombre de descomunal estatura y muy delgado, ataviado con un traje negro, y lo curioso es que pese a traer una tipo de calzado muy fino, sus pasos resonaban como los de pezuñas en el suelo -Davon lo supo por que a la altura donde estaba se veía principalmente los pies-. Y fue entonces cuando el juego macabro inició, otra vez se escuchó la voz de aquel chef macabro:

-Mi señor... aquí está lo que le prometimos...-
-Ahora si te luciste Saavedra, es hermosa... y huele delicioso....-
-La preparé para usted... no fue fácil, pero encontraré un sabor muy especial en ella...-
-Lo se aunque no hay mejor sabor que el miedo....mmm sutil... caballeros, si me disculpan... voy a cenar....-

Acto seguido aquel hombre puso su boca en el cuello de aquella mujer, quien con miedo y repulsión se retorcía de miedo al o saber lo que pasaría con ella Davon quiso salir, de inmediato en su ayuda pero lo detuvo el hecho de que estaba solo y no tenía un plan, aún así salió de su refugio solo para ve como de una manera rápida y violenta, el cuerpo de aquella chica se desvanecía, y la vida se esfumaba de el, dejando paso a un color entre pálido y verdoso, literalmente un cuerpo petrificado, seco.... Todavía el tipo de enorme estatura se secó la boca y agradeció aquel macabro y sórdido festín.

-Delicioso... ¿ven como el sabor de una mujer hermosa decora la vida...? ahora hablemos de una nueva receta-

Fue en ese momento cuando Davon se hizo sentir, aquellos hombres voltearon a verlo con gran sorpresa y al mismo tiempo instinto asesino, aquel militar, lejos de temer sabía que había llegado la hora de hacer lo que hacía mejor, pelear cuerpo a cuerpo. Así que su primer diálogo fue inminentemente retador:
-Hola idiotas....-
COTINUARÁ.