SE MI VALENTIN parte 8 Christian Perales

SE MI VALENTÍN,

CAPÍTULO 8

Si bien la misión que le había tocado a Davon Marshal era complicada, en nada se comparaba con lo que viviríamos el chef y yo, teníamos que ir por un simple libro a la casa de este, pues a decir de aquel chef, ese libro contenía una forma de detener el caos que estaba a punto de comenzar. El silencio en la patrulla que yo conducía se había vuelto incómodo así que decidí aprovechar aquel momento para sacar la mayor cantidad de información que me fuera posible de aquel cocinero.

-así... ¿Qué estás metido en el mayor problema del mundo por un chocolate?...-
-Ni se lo magina doctor Cuenca....-
-no... no lo creas yo te entiendo, alguna vez me vi involucrado en un problema muy similar al tuyo... y Fargas me ayudó.... Y Trejo... Susana ... todos ellos.... tal vez podamos ayudarte a que no termines refundido en un apango del reclusorio oriente.... pero debes ser totalmente franco conmigo ¿Qué es lo peor que puede pasar?¿por qué es importante ese libro?...-
-¿lo peor?.... He leído el libro cada noche desde que quise salir de esto... este ser que me dio las recetas, es un de la obscuridad... salido de la mismísima boca del infierno... siempre es diferente... les da a los que lo encuentran una gran idea, una gran oportunidad de lograr lo que se propongan... por difícil que parezca... se dice que una ocasión le dio a "alguien" una receta infalible para apoderarse del mundo...esta persona, al recibirla siguió al pie de la letra lo que venía en el pergamino, entregó a este ser de oscuridad las almas de miles y miles de personas inocentes y estuvo así.. aun ápice de apoderarse del mundo...-
-¿Atila?...-
-Hitler....-
-ok... esto se puso interesante... continúa...-
-Nadie había aceptado su propuesta desde que aquel tirano falló... a mi me tomó en un minuto de extrema necesidad, de extrema debilidad y acepté... por que no sabía lo que hacía... ¿me pregunta lo que puede pasar?... las peores partes de la biblia... si entre las mujeres que consuman ese chocolate la noche de San Valentín, encuentra alguna con la ambición necesaria para entregar su alma y permitir que se engendre un hijo de este ser... entraremos a un mundo de total obscuridad.... muerte, destrucción, desolación... plagas... hambruna... maldad pura... un mundo sin Dios...-
-Sabes que soy científico... no creo en Dios....-
-Debería doctor Cuenca.... si fallamos debemos tener alguien que nos salve...lo peor es que los adictos al chocolate Valentino ahora son sus huestes, sus soldados... son guiñapos sin voluntades que cambiaron su libre albedrío por un poco de cacao...si no hacemos algo... este es el fin...-

Para ese momento las palabras de aquel joven ya me habían inquietado aunque fuese un poco, la verdad pese a que me negaba a creer ciertas cosas, ya había vivido las situaciones más raras e inverosímiles, me preocupaba que hubiese verdad en sus palabras, y que esta vez ni Fargas ni nosotros pudiésemos detener eso que se avecinaba. De pronto, nuestra conversación se vio interrumpida por el sonido de mi celular, curiosamente era la frecuencia que usábamos como equipo para las cuestiones delicadas, esperaba que fuera Fargas quien me hablaba, pero era Davon quien lo hacía.
-¿Carlos Cuenca?...-
-Si, soy yo Davon ¿Qué sucede?...-
-Estuve en la chocolatera... esto es más grave de lo que pensábamos...-
-No tienes ni idea....-
-Escúchame... hablé con alguien... no puedo explicarlo por que ni yo mismo lo entiendo... pero necesito que le preguntes al chef, sobre una llave... es de un tal Ophiel.... yo me reuniré con Víctor en el punto acordado necesitamos apresurarnos....-
-Entiendo, en cuanto tengamos el libro iremos para allá....-

Al colgar la llamada miré nuevamente hacia aquel desafortunado chef, ahora estaba muy asustado, la poca serenidad que tenía se había ido, sus manos temblaban y sus ojos reflejaban el terror que había en su alma

-¿ahora que tienes?...-
-Escuché todo doctor Cuenca... la llave de Ophiel.... nunca pensé que tendría que ir por la llave de Ophiel...¿no se supone que usted tiene un comando o un escuadrón para estas cosas?....-
-Gracias a ti.... y no lo tomes a mal... pero gracias a ti y a tus chocolates de la locura... mis oficiales están sin voluntad... y obesos.... sobra decirte que estamos solos en esto... somos los de siempre...Ahora me vas a decir de que se trata eso de la llavecita....-
-No es una llavecita... es la llave de Ophiel... es una llave que según el libro, abre una de las puertas del infierno... una que succiona todo lo malo... que regresa a los demonios prófugos al inframundo... el problema es que unos sacerdotes la encontraron en 1947... y la pusieron en un lugar seguro... muy seguro... está en una tumba, al cuidado de una alma si descanso, ella protege la llave noche y día... y si alguien intenta tomarla, ella simplemente acaba con esa persona... por que ciertas llaves abren más de una puerta y si esa llave se usa en la puerta equivocada... entonces ese ser de oscuridad ya no necesitaría huestes humanas, el podría traer sus propios ejércitos,...este era un doble plan y como verá es un plan perfecto....-
-¿perfecto?¿y por qué hacer todo el numerito del chocolate?¿por que no simplemente tomar la llave y liberar a los suyos?....-
-No es tan simple doctor.... la llave solo puede ser robada y utilizada por un mortal....alguien cuya ambición sea tan grande como para ofrendar su alma, ser el sirviente del infierno...pero hasta hoy solo yo he sido tan ingenuo...-
-Bien ahora... ¿Cómo encontramos esa llave?....-
-Todo lo que necesitamos está en ese libro...-

Para ese momento ya habíamos llegado a la dirección que me había indicado el chef era un edificio de departamentos hasta cierto punto de mucho lujo, pero algo parecía no estar normal: había demasiado silencio, y el edificio en su totalidad parecía estar sumergido en las penumbras, pese a tener todas las luces habituales encendidas..

-¿esta es la dirección?....Si doctor Cuenca....yo solía vivir en el quito piso-
-Está bien... mhhh ¿dijiste que te llamas Saúl....?-
-Así es....-
-Bien Saúl... este es el trato... pese a que hiciste una verdadera aberración, no seré yo quien te juzgue, así que te voy a recomendar que subas por el libro, no mires a nadie, no hables con nadie, tomas ese libro y te regresas...después veremos que hacer... tal vez en el fondo no eres una mala persona...no hagas una tontería y prometo que te vamos a ayudar....¿está claro?-
-Está bien...-
-Ahora... ve... no te tardes....-

Saúl se fue de inmediato, tan rápido como podía yo sabía que me esperaban al menos cinco minutos por delante así que decidí llamar a Naty, mi esposa, necesitaba más que nunca escuchar su voz...

-¿Carlos?...¿estás bien?....-
-Bien amor... está pasando algo muy grave en el servicio... sabes que no podré....-
-Si amor... lo se, no digas más... solo promete que te vas a cuidar...-
-Si... yo solo quería decirte...-

No pude completar la frase, al levantar la mirada ante mi auto estaba una figura, con forma de mujer, a no ser por que su rostro era el de una calavera, y pese a que sus ojos fueron arrancados, se que me miraba fijamente, su ropa, era una túnica blanca desgarrada, sus facciones mortuorias reflejaba gran dolor, al ver que le ponía cierta atención, de inmediato vino hacia la ventanilla del auto...

CONTINUARÁ....