SE MI VALENTIN parte 2 Christian Perales

SE MI VALENTÍN.

CAPÍTULO 2

Después de dos copas cada quien, Víctor Fargas se sentía más confiado, más abierto para hablar conmigo.

-Se llamaba Carolina....-
-¿Disculpa?-
-Carolina... le fallé... fue a ella... cuando fui novato en la policía. Todas las noches ella decía que un tipo enorme, la visitaba en su recámara... era una adolescente... nadie le creería, ni sus padres...-
-Pudo ser cualquier persona... incluso alguien de la familia, los violadores muchas veces son personas de confian....-
-No dije que haya sido violada.... ella... simplemente decía, que este ser la observaba dormir, y que vestía un traje negro... que tenía una sonrisa macabra y afilados dientes.... como colmillos....-
-Acabas de describir al Kavner....-
-Esta cosa era peor que el Kavner.... no.... ahora entiendo que hay peores criminales que se ocultan entre las sombras... una mañana ella.... Carolina.... simpemente amaneció desangrada, pero en toda la habitación no había una sola gota de sangre, en la necropsia no se encontró absolutamente nada fuera de lo normal, ni heridas, ni punciones con agujas, nada....pero lo más curioso es que sus órganos habían sido perfectamente limpiados, como si los hubiesen sacado, lavado esmeradamente... y luego recolocados uno a uno en una posición original....-
-Pudo ser algo quirúrgico?-
-¿Sin heridas?¿sin una sola gota de sangre en la habitación?¿la muerte más limpia del mundo?.... no amigo... es curioso que tú me hayas adentrado en las cuestiones sobrenaturales y ahora me digas que no existe otro mundo... eso... sin lugar a dudas... fue un demonio o algo asi... solo que en aquel momento no lo entendí....y por negarme a creer en estas cosas, una jovencita murió....-
-¿y qué podías hacer?.....-
-No lo se.... pero....-

En ese momento Fargas hizo una pausa, desde su escritorio estiró un poco el cuello, para mirar a través de la ventana de su oficina. Desde ahí se veía toda la sala donde los policías de uniforme y de escritorio hacían su labor, todo parecía estar en una aparente normalidad... pero estamos hablando de Víctor Fargas, el tenía la capacidad de leer el mundo entre líneas, siempre había algo que despertaba su instinto.

-¿Haz notado la adicción que tienen tus policías al chocolate Valentino....?-
-Pues... no los culpo... de verdad que son buenos... además es industria mexicana... los gringos incluso cruzan el muro para poder comprar una caja....-
-Exacto.... hay en el mundo por lo menos cien marcas de chocolate.... ¿por qué este?....., además no son nada baratos....acompáñame, vamos a dar un paseo....-

Y fue así como pasamos de hablar de la víctima a la que Fargas no pudo ayudar en su época de novato, a meternos en un mundo sórdido y turbulento, algo que definitivamente, en algún momento habríamos preferido no haber hecho. Y al parecer Fargas no estaba equivocado, en toda la oficina, no había un solo escritorio que no tuviera una de esas cajas de chocolate Valentino a la vista, cajas rojas, con forma de corazón y doce chocolates dentro, pero no solo eso, los policías los consumían de manera frenética, como si se tratase de alguna droga.

-¿Ahora me crees?....-
-Si... empiezo a creerte...-
-Hay que salir....-

Y así fue como salimos de nuestra oficina, de nuestro edificio, y en pocos minutos estábamos en la estación Bellas Artes del metro, entramos y en aquella estación las cosas no eran muy distintas a las que habíamos visto en la oficina, los usuarios, los pasajeros caminaban por los andenes llevando a cuestas las cajas rojas de chocolate Valentino, y el consumo desesperado era muy similar al que habían adoptado los oficiales de la policía de nuestra comandancia.

-Esto no es normal Cuenca.... ¿habías visto semejante adicción al chocolate?...-
-Nunca....-
-Necesitamos hacer algo... salgamos....-

Salimos de la estación del metro y nos fuimos a una tienda donde vendían los Valentino, el plan de Fargas era muy simple, comprar una caja y hacer que el laboratorio la examinara.

-Cuenca... te toca... compra una caja de chocolate... si vamos los dos pensarán que somos.... ya sabes.....-
-Creí que no el tiempo, teníamos algo....-
-Cuenca..... no bromees...-
-Está bien ya voy....-

Mientras Fargas seguía observando el entorno, sabiendo que algo no era normal, yo me dirigí a la larga fila que había que hacer para comprar una caja con forma de corazón de estos chocolates, delante de mi habían como diez personas esperando, y parecían llenos de una extraña ansiedad. Finalmente después de casi media hora de hacer fila llegué ente la vendedora...

-Buenas noches señorita....-
-Buenas noches señor... ¿en qué le puedo servir?....-
-Quiero comprar una caja de Valentino....-
-Con gusto, Tengo esta de doce piezas o la caja de edición especial para este 14 de febrero... con 24 piezas del mejor chocolate....este es si duda alguna el mejor regalo para esa persona especial....-
-Llevaré la de doce....¿cuanto es?-
-Son $ 485.00 pesos ¿su pago va a ser con tarjeta?...-
-Efectivo....-
-Permítame....-

En ese momento aquella vendedora hizo una pausa mientras se imprimía el comprobante después me miró esbozando una macabra sonrisa y son unos ojos en cuyo fondo carente de alma se apreciaban unas enormes pupilas negras, muy dilatadas, su voz se hizo ronca, cavernosa...y lo que me dijo, por un momento me llenó de un cierto miedo.

-Víctor y usted van a morir próximamente-
-¿Disculpe?....-
-Dije que aquí está su cambio señor....-

Para ese momento ya su rostro era normal, y su canto cordial, pero al menos yo se lo que vi y lo que escuché, pero por un breve instante de confusión me perdí de lo que había dicho con anterioridad. Entonces supe que otra vez, nos habíamos metido en un problema con el más allá.