EL AVISO.
En relación a la publicación de mi Estimada y Querida Ely, de una anécdota que nos sucedió, me voy a permitir contarles otra de ese tipo.
En el mes de enero de este año, un día por la mañana nos estábamos arreglando para salir, cuando de repente se escuchó un ruido muy fuerte en la cocina, como si se hubieran caído trastes al suelo, fui a ver y todo estaba en su sitio, comentamos que posiblemente había sido un accidente de los vecinos, y seguimos con lo que estábamos haciendo.
Sonó el teléfono de mi esposa, contestó y era mi hijo, comunicándole que iría al doctor porque tenía una molestia en el estomago, le preguntó si quería que lo acompañáramos, le contestó que no, que después pasaba a vernos.
De nueva cuenta se escuchó otro ruido muy fuerte, pero ahora en mi recámara, como si se hubieran caído varios objetos, de hecho nos asustó y brincamos, fui a ver y todo estaba en su lugar.
Tratando de no sugestionarme, apresuré a mi esposa y le dije "ya no vamos a ningún lado, vamos al hospital".
Saliendo nos alcanzó mi hermana Magda, que mi nuera había hablado al teléfono de mi Mamá, para comunicarnos que a mi hijo lo habían llevado al quiròfano, inmediatamente nos dirigimos al hospital, cuando llegamos mi nuera nos informó que tuvieron que operarlo de emergencia.
Ya les he comentado que no creo en fantasmas, pero este otro suceso, me puso a pensar... ¿Será?
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