HORA DE AVENTURA (creepypasta)
Todos los esfuerzos para salvar a ese pequeño niño se habían vuelto inútiles, la ciencia médica estaba siendo avasallada por una frontera que aún no era posible remontar: ¿qué tiene? ¿qué es lo que mantiene a ese niño en coma desde hace ya tanto tiempo y al mismo tiempo evita que sus funciones corporales se colapsen?.... Esas eran las preguntas que yo como neurólogo residente me hacía cada que pasaba por el pabellón 214 del hospital de neurología.
No era para menos, la noche en que aquel niño entró en ese estado fue una, como cualquier otra, lavó sus dientes después de la merienda, se atavió con su pijama de conejo en colores blanco y azul y se fue a dormir... por los últimos tres años y contando, sin que las pruebas neurológicas o de resonancia magnética nos brinden luz acerca de lo que tiene.
Y es que simplemente no despierta, y no puede llamarse estado de coma a su padecimiento por que los monitores cerebrales que lo mantienen con vida, nos hacen ver que su cerebro está perfectamete activo y consciente de todo lo que sucede.... diría de lo que sucede en nuestro mundo, pero no sabemos con exactitud, y no solo nosotros, a este niño lo han visto especialistas de Houston, de La Habana, de Suiza, Alemania y Bélgica y simplemente no ostenta nada de lo que ellos hayan visto alguna vez, incluso su padecimiento no tiene algún nombre en específico en los tratados de neurología, por lo que cómodamente simplemente le llamamos "síndrome de Finn", pues ese precisamente es el nombre del único paciente que lo ha padecido hasta este día.
Y esta noche, finalmente estamos aquí reunidos para tratar de resolver la enorme disyuntiva que tarde o temprano se nos tenía que presentar, esta noche nos reunimos tanto médicos, como especialistas en leyes para tomar una decisión brutal: Desconectarlo de los aparatos que lo mantienen con vida, o continuar y ver si su cuerpo puede salir de ese estado...Su padre se ha rendido finalmente y es quien ha tomado la decisión de desconectarlo y donar sus órganos: mientras que su madre se opone rotundamente... yo simplemente escucho a todos como si no tuviese nada que decir hasta llegado el momento....que es justo este en el que el juez de dirige a mi...
-Bueno doctor Ortega....¿cree usted que el niño alguna vez despierte?-
-Es imposible garantizar... algo como eso... somos médicos, no fabricamos autos o hacemos computadoras... no podemos dar garantía en nuestro trabajo....-
-Simplemente conteste lo que se le está preguntando....-
-No.... lo lamento muncho... creo que estamos en una carrera contra el tiempo....-
Si... quizás esa es la respuesta más cobarde que haya dado un médico. pero a lo largo de estos tres años el niño en cuestión ha acumulado al menos treinta horas en el tomógrafo, se le han picoteado los brazos con agujas, se le han dado más descargas y medicamento que los que cualquier ser humano debería soportar, y al menos yo creo como persona, más que como médico que lo mejor es que deje de sufrir.... después de dar esa respuesta tan tajante todo se vuelve obscuro para mi, y la respuesta final del juez me hace palidecer.
-Está bien, en base a los elementos probatorios y los argumentos aportados por el consejo médico, y en base al artículo 57 de la ley de voluntad anticipada vigente en la Ciudad de México, este juzgado determina que el niño en cuestión deberá ser desconectado del soporte vital a las cero horas de mañana.....-
Ya no quise escuchar más, en ese momento el tiempo se me hizo aguan entre las manos y unas horas después estaba ante la pequeña y pálida figura de aquel inocente niño, en pocos minutos yo sería el responsable de poner punto final a su existencia, yo sería su ángel de la muerte, y no pude evitar el deseo de llorar al ver ese diminuto cuerpo inerte, que ni siquiera ocupaba el cincuenta por ciento del espacio de la cama de hospital que se le había asignado. Sus padres incluso dejaron de lado las diferencias que hacía unas horas parecían no tener fin, y se abrazaron esperando aquel desenlace fatal.
Sobraban las explicaciones de lo que vendría a continuación, pero era mero protocolo, era como si a un verdugo de la inquisición se le pidiera una explicación detallada de como cegaría una vida, pero así de absurdas son las leyes humanas.
-A continuación.... a continuación... voy a desconectar el soporte del respirador, eso... eso causará hipoxia.. que es falta de oxígeno y sus funciones irán cayendo lentamente.... si alguien quiere decir unas palabras.... es el momento....-
-¡hijo.... despierta por favor....!....-
Ese fue el grito desgarrador de la madre de aquel niño, pero de inmediato fue acallado, dando para dar paso a la ejecución del protocolo que podría fin a la vida de su pequeñín. Una vez que entre llanto, la mamá salió de la habitación, reinicié toda la acción... aún cuando el temblor en mis manos me decía que aquello no era correcto. Mis colegas médicos me apoyaban moralmente ante lo titánico de lo que estaba a punto de hacer.
-Ahora... desconectaré el soporte vital...-
Justo en el momento en que mi mano se posó sobre la diminuta palanca de aquel aparato, una voz, cortó de tajo el silencio en la habitación...
-¡Doctor Ortega!¡no se atreva a apagar ese aparato!-
Todos los presentes miramos al fondo de la habitación y nos parecía increíble lo que veíamos, era un viejo doctor que todos creíamos retirado, incluso muchos pensábamos que había muerto: el doctor Gregorio Casas, inminente médico, amo y señor de la neurología y el diagnóstico clínico, ahora estaba ante nuestra atónita mirada, con unos años más y un poco desaliñado, y caminaba con un bastón, síntoma claro de que los años no pasan en vano, siempre había sido un poco déspota, pero ahora definitivamente tenía un motivo para serlo: estaba muy molesto.
-¡¿de verdad pensaba hacerlo doctor Ortega?! ¿iba a desconectarlo?....-
-Creemos que no hay nada más que hacer...-
-¡pero si no han hecho nada!... ¿Es que no lo entienden?, este niño no esta muerto e incluso podría salvarse...-
-Pero se han hecho toda clase de pruebas.....-
-Eso lo se... pero no han hecho la prueba más tangible, este es el primero ¿Qué tal si de repente más niños entran en este estado?....-
Creo que esa cuestión ningún médico la había pensado, y el doctor Casas podría tener razón. ¿Qué tal si era el primero de muchos casos?...
-Es que hay una orden del juez Doctor Casas....-
-Si, imaginé que dirían eso y por eso me anticipé... aquí traigo un amparo, el paciente nos pertenece por una semana más... tenemos ese tiempo para salvar su vida... pero en esa semana tienen que olvidar todo lo que aprendieron en sus carreras. por que se van a enfrentar a un mundo gris, vacío, falso y aterrador... se van a enfrentar a algo que jamás habían visto y a algo que jamás habían hecho. Y su primera tarea doctor Ortega, será la de reunir al equipo que aparece en esta lista..-.
-Está bien doctor Casas...-
-Ahora ¡muévanse que el tiempo corre!....-
CONTINUARÁ...
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