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miércoles, 17 de agosto de 2016






LA CASA DE "LA VICARIO"
CAPÍTULO 6
El coronel y yo estuvimos bebiendo por espacio de dos horas, platicábamos de los horrores sufridos en la guerra, de muchas maneras haber estado ahí nos había marcado, al punto que no nos atrevíamos a pensar en hacer planes de u futuro, nos habíamos acostumbrado a vivir el día a día, como si alguna fuerza extraña y oculta nos hubiera arrebatado el mañana. Así que por el momento ni siquiera nos atrevíamos a hacer un plan para los días siguientes. De pronto la conversación comenzó a ponerse un poco incómoda.
-Así que el lunes Martín... será tu gran día ¿no?....-
-Usted sabe coronel... que yo no... no merezco eso....-
-Olvida la modestia... todo... el sueño de todo militar que se respete es... es ganar el Corazón Púrpura....-
-Usted y yo sabemos que esa es una gran mentira.... todo se basa en una gran mentira....-
Y eso era lo único cierto, cuando eres militar desde temprana edad, cuando tu padre y tu abuelo lo fueron, la guerra se convierte en una especie de sueño mórbido, y parte del sueño incluye el ganar medallas, reconocimientos que en teoría premian tu valor, entrega y sacrificio, pero lo que en realidad premian es tu capacidad para asesinar. Ahora, yo estaba a cuatro días de recibir, la medalla de el Corazón Púrpura, por que supuestamente, cuando arrojé esa granada de ácido sobre aquella inocente niña, "salvé" a todo mi comando, en realidad era una cloaca más que había sido tapada por las autoridades militares.....
-Coronel: necesito preguntarle algo....-
-Claro... lo que sea... pero primero: Mesero, por favor.... otra ronda para mi amigo y para mi....-
-En seguida señor....-
Los vasos volvieron a llenarse y la plática continuó su curso....
-Ya Martín, deberías estar feliz, saliste de aquel infierno, volviste a casa... estás vivo... ¿qué te aflige?....-
-Coronel creo.... creo que no estoy bien....-
-¡Claro que no estás bien! ¡Estuviste en una guerra, nadie espera que estés bien!....los civiles no lo saben pero en el fondo les parece normal que no estés bien, esa es nuestra función, peleamos y ya, no esperes tener la razón....-
-¿usted sabe que son los ecos mortales?.....-
De pronto, el semblante del coronel cambió, pude ver como trataba de buscar fortaleza dentro de si, pero era muy notorio que mi pregunta, no solo lo había alterado, si no que le había llenado de miedo el alma....
-¿qué?.....¿dónde....?¿dónde escuchaste esa frase?....-
-Solo digamos que me lo dijo un compañero antes de morir.... me dijo "aléjate de los ecos mortales"....-
-Y es exactamente lo que debes hacer.... creo que la guerra no te educó lo suficiente... no se si estés listo para la verdad, pero de cualquier manera debes saberla....-
-Estoy preparado....-
-No... ¿de verdad crees que estás preparado?.... esto es muy ajeno a nuestro entendimiento....fuimos a pelear a una tierra ajena, no se si el tiempo nos dará la razón o nos la va a quitar, pero donde hubo muerte siempre habrá muerte.... y ellos lo saben....-
-¿quienes?....-
-La gente que murió a manos nuestras..... ellos claman justa venganza, quieren la retribución, ¿Quiénes éramos nosotros para tomar sus vidas, o las de sus familias? Dime ¡¿quienes éramos?! Y esto empezó a pasar tiempo después de que llegamos y tomamos la primera ciudad Siria, ¿recuerdas como gritaban cuando cayeron las bombas sobre ellos?-
-Si.....-
-Bueno, algunos quedaron allí entre escombros.... clamando por ver el sol, o por beber aunque fuera una gota de agua, finalmente clamaban por morir para que acabara su tormento.... y ahí es donde todo comienza; retiramos los escombros de la ciudad, retiramos los cuerpos de aquellas personas, y aún así, cuando montamos nuestra base de operaciones, cada noche escuchábamos esos gritos, personas gimiendo, lamentos de dolor por todos lados.... y salíamos a buscar a quien estuviera haciendo ese ruido, pero era entonces cuando nos dábamos cuenta de que esos ecos, provenían de las paredes derruidas de aquella ciudad, estaban por todos lados, encontraron la forma de observarnos a través de lo que alguna vez representó para ellos un hogar....-
-¿Y ahora pretenden asustarnos de esa forma?....-
-ojalá se tratara solo de eso.... ellos pueden matarte si lo desean.... juegan contigo pero al final mueres... y de la forma más terrible que te puedas imaginar....así le pasó a cada maldito loco que tuve en mi unidad, primero escuchaban uno de esos ecos y luego morían....-
-Era una guerra.... la gente moría en todos lados....-
-ah ¿tú crees?....Marc Taylor, sargento segundo de artillería, una noche los escuchó y al día siguiente acabó en una alambrada con las entrañas de fuera, Jorge Armenta, primer oficial de comunicaciones, una noche también los escuchó.... y al día siguiente murió con el cuerpo repleto de alacranes... podría seguir toda la noche....-
-No... no es necesario coronel, yo creo que mejor nos vamos.... se quedará esta noche en mi casa ¿de acuerdo?....-
-No quiero darte molestias muchacho.....-
-No, está bien....-
-Bueno, pues ya vámonos....-
Salimos del bar y abordamos un taxi, de inmediato le dije a donde nos iba a llevar
-Vamos aquí como a dos kilómetros, a la calle Leona Vicario....-
-Va, pero yo los dejo en donde empieza la calle, no me gusta pasar a esta hora cerca de la casona de la Vicario....-
-Como sea, con que nos acerque es suficiente....-
El taxi arrancó y yo me fui pensando durante lo que duró el trayecto: ¿simples coincidencias o las casas se volvían una extensión de sus dueños?
Llegamos a nuestro destino pactado y el taxista nos bajó mucho antes, así que comenzamos a caminar hasta que en algún momento tuvimos que pasar justo enfrente de la casona abandonada... ahí el alcohol hizo de las suyas el coronel se sentía más valiente de lo normal....
-Así que todos le tienen miedo a esta pinche casa.....-
-pasaron cosas muy raras aquí coronel......-
-Naaaa, son tarugadas..... ¡¿me escuchas casa... no eres nada... mañana vendré y te voy a derribar?!....¡mis muchachos y yo acabamos con una ciudad completa, tú no eres nada!-
Yo pienso que los espíritus que moran en esa casa tienen el sueño muy ligero, pues es evidente que escucharon al coronel, de repente una de las luces de aquella casona abandonada se encendió dejando ver que algo o alguien nos observaba desde dentro.... el coronel se quedó petrificado, al igual que yo....
CONTINUARÁ

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