HORA DE AVENTURA. (CREEPYPASTA)
CAPÍTULO 4
Llegué al hospital en medio de una normalidad casi aterradora, parecía un día más, pero la verdad es que de haber sabido que las cosas se pondrían bastante siniestras, de verdad que me habría reportado indispuesto para acudir al nosocomio y lo cierto es que estabamos a punto de hacer historia...una muy macabra, pero historia al fin.
Pasando el umbral del hospital, me fue envolviendo el sonido de las sirenas de las ambulancias, el altavoz omnipresente que hace que cada médico, acuda a su cita con el destino, y lo demás eran los sonidos habituales de un hospital. En el pasillo me abordó la doctora Lourdes Chávez una colega y amiga de tantos años, quien por cierto recientemente me había brindado su apoyo ante mi reciente divorcio, al verme me abordó y caminó a mi lado hasta que entramos al ascensor.
-Hola-
-Hola Lourdes... ¿Cómo estás?....-
-Bien... pero a ti como que no me dan ganas de preguntarte... te ves mal amigo.... ¿no has dormido o qué?....-
-No, la verdad es que no...-
-¿sigues pensando en ella?....-
-Esta vez no fue por eso, algo... no me dejó dormir....-
-Creo que ya se lo que pasó.... ¿es ese niño en la sala de neurología?...-
-La verdad es que si....-
-Tranquilo, lo van a solucionar... escuché que tú y el doctor casas formaron un equipo... creo que tienes a los mejores en su campo ¿no?...-
No me atrevía a decirle a Lourdes que no confiaba en ese "equipo", que para mi no representaban si no una horda de charlatanes faltos de moral o escrúpulos que tal vez terminarían por matar a mi paciente, así que de pronto se formó un silencio incómodo en el ascensor, hasta que ella en su comprensión de mi silencio, optó por cambiar el tema.
-¿que tal e departamento?¿ya te instalaste?...-
-Si... gracias, me parece un buen lugar para comenzar de nuevo...-
-Si, así es, es raro pero en ese edificio un día de pronto todos los vecinos se fueron... dicen que por un corto circuito en el sótano....por eso es que la renta es hasta cierto punto económica-
-Pues para mi está bien, la soledad me sienta bien de momento....-
En medio de esa plática llegamos al piso de cardiología, donde mi amiga tenía que salir del elevador e incorporarse a sus labores, antes de eso me recomendó algo más....
-Solo no te acostumbres, escucha tus ecos mortales....-
-Disculpa ¿qué?-
-Que no te acostumbres a las soledades mortales.... demasiada soledad es mal.... ¿estás bien?...-
Y no, no estaba bien, en un segundo de distracción no me percaté del todo, de lo que dijo Lourdes, pero era claro que en ese momento sus palabras y su voz habían dicho algo confuso y un poco perturbador, solo que en el momento no lo asimilé y en la segunda oración todas las palabras habían cambiado, sin embargo a mi me embargó la confusión, y apenas pude atinar a decir algo meramente por reflejo cuando ella salió del ascensor.
-Gracias, lo... tomaré en cuenta....-
-Eso espero.....-
Después de eso las puertas de aquel cubo de metal y espejos se cerraron, para continuar subiendo hasta el piso donde me aguardaba aquel niño cuya posición no había cambiado a lo largo de más de tres largos años. Pasé frente a él y al verlo a través de la frialdad del cristal que lo separaba del resto del mundo, un pude evitar sentir desesperación por no contar con respuestas para él, estuve meditando un poco acerca de su estado, y de todos los procedimientos que habíamos efectuado con el, reflexionando y pensando en si habíamos fallado en algo, pero no encontraba con exactitud algo que me diera luz sobre el caso. Así estuve un par de minutos, hasta que una enfermera llamó mi atención.
-¿Doctor Ortega?... el doctor Casas lo espera en el consultorio del fondo...-
-Si Blanquita, gracias voy para allá...-
Cuestión de algunos pasos y en segundos ya me encontraba ante el doctor Casas, quien me daba la espalda, por estar entretenido en sus profundas meditaciones. Todo aquel consultorio había sido modificado a su parecer, habían muchas pantallas con las placas de la resonancia de aquel niño, todas estaban encendidas, como si se tratara de una exhibición de arte multicolor, en el fondo de aquel consultorio, el doctor Casas había hecho colocar un enorme pizarrón en el que a simple vista figuraban el nombre de nuestro paciente, una serie de síntomas, un listado de procedimientos efectuados en él, y una lista de todos los padecimientos que habían sido descartados con anterioridad.
Pensé que al estar embebido en sus pensamientos, el doctor Casas no había detectado mi presencia, pero me equivoqué, si quitar la mirada del pizarrón, de inmediato comenzó a hablarme.
-Llegas tarde....-
-Son apenas las ocho... ¿y tus médicos brujos?... súper "puntuales" ¿no?-
-Ellos no viven en el edificio Rex como tú.... su viaje era más largo... estarán aquí pronto.... ¿ya viste que no es meningitis?....-
-¿qué?....-
-¡el paciente!....no tuvo meningitis, es raro, uno creería que eso ocasionaría el coma....-
-De hecho revisamos todo su historial, no hay nada... toda su infancia... el más sano del mundo... ni una gripa, varicela... nada... jamás necesitó asistencia médica ¿por qué?.. eso es bastante raro....-
-¿por qué qué?... hay unos niños que son más sanos que otros....-
-Hay algo más.... siempre lo hay... debemos ahondar en el historial familiar, buscar alguna droga... incluso algo ambiental....-
-Tal vez sea una nueva enfermedad...-
-Veo que ya empezaste a razonar como yo necesitaba.... ahora si, estás a punto de aprender más de lo que has aprendido en toda tu vida....-
CONTINUARÁ
No hay comentarios.:
Publicar un comentario