HACIA MARAVATIO.
Hace poco mas de un año, mi papá conducía el autobùs # 1000 de Maravatío-Acámbaro.
En una ocasión, ya para hacer el último viaje del día, llega a la central de Acámbaro, baja a los pasajeros en los andenes y se forma hasta el fondo de la central esperando que den las 10 de la noche para salir rumbo a Maravatío.
Antes de bajarse del autobùs para irse a cenar, revisa que las ventanillas estén cerradas y se percata de que en el asiento de hasta atrás está un muchacho con sudadera de gorro, a lo cual mi papá le pide que se baje del autobùs, y el muchacho le pregunta que si va para Tarandacuao y mi papa le responde que sí, pero hasta las diez, y el muchacho le comenta que le urge irse pronto porque va a ver a su mamá que está en el panteón esperàndolo.
Al escuchar eso, mi papá siente escalofrìo y lo deja y se va a cenar, ya de regreso, mi papá se sube al autobùs y observa al muchacho sentado en el mismo sitio y se forma para sacar el viaje, se suben los pasajeros y mi.papá parte hacia Maravatio, ya en el trayecto, pasa por Tarandacuao y ningùn pasajero sube ni baja, llega a Maravatìo y todos los pasajeros se bajan, menos el muchacho, y al no verlo bajar, mi papà se para a buscarlo pero jamás lo encontró.
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