Amigos de grupo Anècdotario, êste blog ha sido creado para que se nos facilite la bùsqueda de todas las anècdotas,historias, reflexiones, cuentos cortos, leyendas de Mèxico y el mundo, etc. Es un blog apto para todas las edades y en èl todos hemos puesto nuestro granito de arèna. Aquì està la recopilaciòn de nuestras aportaciones y se los dedico con todo mi cariño.

viernes, 19 de febrero de 2016

SALONES DE BAILE Frank LaMora




SALONES DE BAILE.
Mucha gente los ve como sitios vulgares, corrientes, sólo para "nacos", pero los Salones de Baile son auténticos templos del arte popular.
Personalmente, la historia de estos lugares, me trae buenos recuerdos, me revive ilusiones y añejas emociones de mi lejana juventud.
Escarbando aquí y allá, encuentro que en 1920 se inaugura aquel famoso Salón México, inmortalizado por el cine nacional, con sus tres salones de diferentes categorías. El primero, de riguroso traje y corbata; el segundo, medio formal y el tercero, para los de bajos recursos y hasta mucho se habla de aquel conocido letrero que decía: "Favor de no tirar las colillas de cigarrillos al piso para evitar que se quemen los pies las damas." Eso sí, cada uno con diferentes orquestas, desde Mariano Mercerón, Emilio B. Rosado, Acerina y su Danzonera y otros.
Uno de los más populares, o el más popular en el barrio de la Guerrero, es el Salón Los Ángeles, con su famoso slogan: "El que no conoce Los Ángeles, no conoce México".
Otro de más categoría, fue El Smirna, escuela y cubil del buen Resortes Resortín de la Resortera, en la calle de San Gerónimo; allí se aprendía el mambo en todo su esplendor y donde se lucía en su época de gloria y popularidad el "Cara e'foca" Dámaso Pérez Prado.
No olvido El Salón Colonia, centro clásico de la gente que aún practica el baile como una religión. El Burro, en Niño Perdido (hoy Eje Central) y Fernando Ramírez, donde tenías que salir corriendo cuando empezaban los golpes de algunos alborotados, so pena de quedar atrapado en medio de violentas reyertas. O El Bombay, escondrijo de boxeadores, buenos p'al trompo y maestros en el sacudir de esqueleto, como José Medel, "Mantequilla" Nápoles, Ultiminio Ramos o aquel zurdo de oro, Vicente Saldívar y muchos más.
Había otros salones más modestos, como El Fénix, o "el Feo", como era mejor conocido allá por la Calzada de Guadalupe. El Chamberí, por el rumbo de Lecumberri, en donde aún en esos lugares se sentía un ambiente de cordialidad y respeto de acuerdo con sus limitaciones económicas.
Pero ante todo, no puedo hablar de baile popular sin mencionar al "Califa" o El California Dancing Club, en la Calzada de Tlalpan, a la altura de la colonia Portales, centro de reunión y recreo para los habitantes de esa zona y también, debo decirlo, desfogue de nuestras estimadas "gatitas" domesticas que cierran su descanso dominical reventándose unos sabrosos danzones.
Había otros que se me escapan del recuerdo. Sin embargo, nadie puede negar que los salones de Baile son sitios de intercambio social y relajación. Platicando con mi médico, éste recomienda que: si padeces de los nervios, estrés, inclusive del corazón, asiste a estos lugares, por lo menos una vez por semana, recobrarás la salud.
La verdad que yo encuentro en estos "mal llamados" cochineros o agujeros de la plebe, es el infinito placer que se le puede dar al espíritu.
(Frank KaMora)

3 comentarios:

  1. Yo nací en la calle de penitenciaría #12 muy cerca del Chamberí sabes algo más del lugar.
    Apreciará si tienes más información,gracias y Saludos.

    ResponderBorrar