Aquí en donde vivo es un terreno donde hay un cerró, alrededor pasa un arroyo y dos barrancas.
En enero mi sobrina tuvo una bebé, en cuanto llegó del hospital empezó a escuchar ruidos raros y una vecina vio una bola de fuego atrás de la casa.
Fue a avisarnos pero no le creímos y una noche que me habla y me dice, -salga a ver algo-.
Salì ràpido y vi una especie de fogata en el cerro, se hacía chiquita luego grande y se veían unas siluetas bailando dentro.
La lumbre luego desaparecía, todo quedaba obscuro y en segundos volvìa a crecer el fuego.
Pasado un rato del fuego se hicieron varias llamas separadas y empezaron a dispersarse para diferentes lados.
Pensando en que eran brujas bautizamos a la bebè lo màs pronto que pudimos.
A partir de ahì dejaron de molestar, ya tengo 35 años viviendo aquì y jamàs habìa visto algo asì.
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