Aquí cerca de Tampico hay un lugar que se llama moralillo, ya es el estado de Veracruz.
Hay un potrero grande que està pegado a una laguna por lo que en tiempos de lluvia se inunda, por eso hicieron un borde de protección.
Cuentan que en un ciclòn, el "Hilda" en 1955 para ser exàctos, se inundò todo el moralillo de tal manera que muy pocos pudieron salir.
Pero entre los perdidos estaba una muchacha que desde chica su mamà la mandaba a dejar flores a la virgen,
A partir de ahì cada semana la señora, mamà de la muchacha, se fuè a rezar a una casa donde estaba una virgen muy grande y le pedía que trajera a su hija de regreso.
Cuando la lluvia parò, los pescadores salieron de noche a tender sus redes pegado a los manglares por que ahí se esconde el camarón, esa noche la madre le prometió a la virgen que si le hacia el favor ella le pagaría entregándose en cuerpo y alma a la iglesia.
Unos pescadores en la mañana empezaron a recoger sus redes y la sorpresa fuè que encontraron a la muchacha enredada y en el fondo del agua, la sacaron y la subieron a la lancha y fueron a tierra firme, donde llegaron al potrero que les dije al principio.
Ya eran como las doce de medio día cuando llegaron, la dejaron sobre la tierra y ella se paro como si no pasara nada, cruzó todo el potrero y caminò donde la madre estaba rezando a la virgen, tocò la puerta y todos se quedaron viendo lo que hacia.
Entro a ver a la virgen y a su madre cuando saliò les dijo a los que todavía estaban ahí por favor saquen a mi madre esta muerta, le pidió a la virgen que yo llegara con vida y diò a cambio la suya .
La muchacha, cuenta la gente, se fue a vivir a un convento a san Luis Potosí.
Todavía se cuenta esta historia entre pescadores.
Perdón hay un pescador que se llama calixto y el la cuenta dice que era un chiquillo, su mamà todavía vive y dice que si pasò.
A la señora le digo doña Ana, yo los conozco y platico con ellos.
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