FACTOR SORPRESA.
De verdad que ahora si, no entendía el plan de Fargas, incluso por un momento pensé que se había vuelto completamente loco ante la presión; pero debemos recordar que él es Víctor Fargas.
En fin, Don Vicente finalmente soltó una carcajada ante las palabras de mi mentor.
-Jajajaja ahora sí, que me han hecho reír.... ¿Qué no saben que a un inmortal no se le mata?... ahora vienen a mi casa y mis sirvientes los tienen acorralados, estos son los mejores ballesteros que tiene el oidor....-
La sonrisa en el rostro de Fargas no desaparecía, e incluso se veía un poco perturbadora, pues ya había dejado de rayar en el cinismo, para pasar a un nivel más avanzado, con toda la calma del mundo me explicó lo que debíamos hacer....
-Cuenca... este señor no entiende, a mi señal te encargas de los ballesteros a tu izquierda, yo de los de la derecha, Trejo... ve por el medallón.-
-Si... solo que hay un problema... esta gente ya se enteró...-
-No hay problema... es cuestión de esperar...-
-¿esperar?...-
En ese lugar, ese pequeño rincón de no más de diez metros cuadrados se estaba disputando una especie de pequeña guerra, por un lado los ballesteros no sabían si debían disparar, pues si a mi me daba miedo la actitud de Fargas, ni quiero ni imaginar que demonios se estaban apoderando de la conciencia de aquellos soldados, pero de ahí, todo sucedió demasiado rápido:
Se escucharon unos pasos tras de don Vicente, después, un grito ahogado y vi salir la punta de una espada del interior de su pecho, ésta lo había atravesado por la espalda y en su recorrido se había llevado parte de su corazón, pero lo más aterrador fue escuchar crujir sus costillas a medida de que aquel filo de acero cortaba su pecho.
Lo vi caer al suelo con una mueca de dolor e incredulidad en su rostro, al mismo tiempo, Trejo lanzó a uno de los ballesteros por el barandal al piso de abajo, y también su pecho fue atravesado por las astillas de un mueble que sucumbió ante el golpe de su cuerpo contra el.
El sastre también hizo lo suyo esgrimiendo su florete, pero pues siendo realistas ¿quién acude con un sable a un tiroteo aunque este sea de flechas de ballesta? una de ellas salió en su encuentro y aunque no pude distinguir bien el la obscuridad, tuve razones de sobra para pensar que aquella jara había entrado en su pecho, cayó sentado reclinándose contra el barandal, y era mi turno de hacer hasta lo imposible por no morir en ese sitio.
Entre la confusión desenfundé la pistola que llevaba y disparé en cinco ocasiones, como era de esperarse los ballesteros nunca habían visto semejante poder en una pistola, pues aquellas que existían en esa época solo eran de un tiro, y el tiempo de recarga era de mínimo dos minutos. Al escuchar las detonaciones ellos decidieron rendirse.
Fue entonces que después de que la confusión cesó vi al catalán, a aquel hombre con quien horas antes, Fargas había cruzado acero, eso fue más confuso aún que lo que acababa de pasar.
Pero aquella batalla no había terminado aún, pues así como don Vicente había caído, se volvía a levantar... ahora su expresión era de satisfacción malsana....
-Jajajajaja, se los dije... no hay poder humano que pueda detenerme a mi... esta noche... seré quien gobierne este mundo y ni ustedes ni nadie podrán evitarlo....-
-Ya tenemos tu medallón en nuestro poder-
-Idiotas ¿creen que de verdad lo dejaría olvidado por ahí en una de las habitaciones....?... está aquí conmigo...-
Aquel viejo se palpó el pecho, en clara señal de buscar el medallón, pero su sorpresa fue que no lo tenía consigo, lo buscó una y otra y otra vez, pero en vano.... de pronto como parte de una broma final de Fargas, éste le mostró su mano a Don Vicente....
-¿Buscabas esto?-
Ahora Fargas tenía en su poder el medallón, se lo había quitado en el momento en el que la batalla entre nosotros y los ballesteros se había puesto muy cruenta y ahora el viejo de daba cuenta de que estaba perdido.
-¡devuélvemelo!...-
-¿Sabes qué?.... me caíste mal desde que llegué a este lugar... pero no es mi estilo matar... por eso es que dejé que esta cosa te reviviera una vez más... aunque... de verdad que no tienes idea de la cantidad de personas que quisieran verte muerto.....Cuenca.... ¿y si lo tiramos por la ventana?...-
-¿qué cosa?....-
-Era broma... pero con poderes ocultos o no, no podemos dejarlo vivo....-
-Si. tienes razón....-
En ese momento en la obscuridad y el silencio que reinaba en la calle se escuchó el galopar de un caballo, Don Vicente, que apenas se reponía del susto inicial vio en ese galopar... su salvación
-Ahora si van a ver, malditos piratas.... vienen los guardias del virrey y vendrán por ustedes...-
Ya sin mediar palabra, bajó las escaleras y corrió al patio de su finca, yo entre la obscuridad trataba de apuntarle con la pistola, pero era imposible, iba a correr tras él pero el catalán me detuvo.
Don Vicente abrió el enorme portón de madera y comenzó a gritar a todo pulmón es busca de ayuda....el galope del caballo se escuchó más cerca, y de pronto ahora don Vicente quería volver a entrar a la finca, pero fue inútil.
Una enorme sombra negra se abalanzó sobre el y con un tajo, con un golpe seco, pudimos ver como su cabeza salió volando, separada brutalmente del resto de su cuerpo... el charro negro había cobrado la vida de don Vicente, esa sí que era una ironía.
Pudimos escuchar su grito ahogado segundos antes de morir, pudimos ver su cara de terror al tratar de ponerse a salvo, pero ni así hubiera parecido suficiente castigo para toda una vida de maldad. Y Fargas en su subconsciente me lo hizo notar, mientras veíamos como lentamente su cuerpo se entregaba a la muerte cayendo con lentitud al suelo:
-¿eso es.... todo....?-
-No sabes lo que le espera ahorita que murió....-
Después de eso el catalán se agachó a revisar el estado de nuestro desafortunado amigo el sastre.... la flecha para su fortuna solo le había rozado las costillas, pero aún así sangraba un poco. El catalán le habló:
-Ya terminó.... ella está vengada mi señor....-
Yo estaba más que confundido y necesitaba respuestas....
-¿Qué no ustedes dos pelearon a muerte anoche?...-
Fargas hizo que todo cobrara sentido....
-La noche de la fiesta conocí a nuestro amigo...él al igual que nosotros tenía sus razones para que don Vicente muriera, pero desconocía el secreto de su inmortalidad, así que le propuse que entrara entre las sombras antes que nosotros y le tendiera la trampa a Don Vicente, ya nos esperaba a nosotros, pero no a él, después todo lo del duelo fue fingido, para que don Vicente siguiera confiando en nuestro amigo-
-Creo que le debo una disculpa.... pero ¿por qué decidiste ayudarnos?-
Pregunté dirigiéndome al catalán que ahora se había vuelto nuestro aliado-
-Don Vicente me arrebató a la única mujer que amé... él la mató... era la hija del sastre... ella habría de ser mi esposa... oigan hay que ayudar al señor-
-Tienes razón... en nuestro edificio podremos ayudarle-
Fargas me dio el medallón mientras que Trejo cargaba a sastre, yo miré aquella magnífica pieza mientras iniciábamos el camino a nuestra orada.
-Fargas.... ¿Te imaginas todo este poder?¿qué tendrá?-
-Se lo que estás pensando.... y contigo si puedo usar una arma de fisión, así que tú dices.....-
-Ya... de acuerdo....pero necesitamos oro para hacer andar la máquina ¿ya se te olvidó?..-
-Lo se, dos pájaros de un tiro ¿no? el rayo destruye la cosa esta mientras nos conduce a casa-
-Exacto....-
-Andando-
CONTINUARÁ
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