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jueves, 29 de octubre de 2015

La Llorona 4. Christian Perales.


PERDÓNAME CUENCA.....
Víctor Fargas tenía en sus manos, ahora mi propia vida, era implacable con aquellas cosas que tenían explicación lógica, pero para aquellas respuestas que debían ser buscadas, aquello que debía ser analizado estaba yo. 
Ahora con la marca de la llorona mi cuerpo se debilitaba momento a momento, así que a Fargas no le quedaba más remedio que creer y ejecutar aquello que aquella mujer le dijera, por intangible o inverosímil que pareciera. 
Así que fiel a su costumbre preguntó sin más rodeos.
-Señora, usted entenderá que debo salvar a mi amigo.... ¿Qué hago?-

-Esa respuesta, yo no la tengo, la llorona lo marcó por algo y hasta que usted no sepa el por que, nada ni nadie evitará que la vida de su amigo... se apague.... quizás si lo lleva a la casona donde ustedes viven, él mismo pueda encontrar a respuesta... yo les ayudaré en lo que pueda.
pero se que es su amigo quien debe buscar sus respuestas...él y solo él, pueden averiguar por que esa alma sigue prisionera en este mundo....-
-Esta bien señora.... solo quiero pedirle que no diga a nadie, quienes somos... simplemente guarde ese secreto hasta que podamos hacer algo...-
-Está bien señor Fargas.... mañana lo veré y le ayudaré en lo que pueda... hasta entonces...-
-Gracias... señora.... no se su nombre....-
-Me dicen la mulata....eso es todo lo que debe saber....-
Realmente no recuerdo el camino hasta donde nos aguardaban Susana y Trejo, solo recuerdo haber caminado apoyándome en el hombro de mi amigo, él casi me llevaba a rastras, mientras en mi imaginario, todas las calles me parecían iguales, me sentía mareado, y todo parecía ser de color rojo, la marca en mi brazo ardía como brazas encendidas y una sed tremenda me invadió. 
Después de eso recuerdo la cara de terror de Susana cuando nos vio entrar, mis tres amigos se veían muy alarmados, entre Fargas y Trejo me llevaron hasta uno de los dormitorios.... donde me dejaron en una de las camas, podía escuchar la voz de Susana.
-¡¿jefe que les pasó?!....-
A estas alturas ya casi no reconocía el mundo en el que estaba, remotamente recuerdo que Susana me colocaba un suero, y aunque ella tenía fama de tener la mano pesada para aquellas cuestiones, yo no sentía ningún dolor. 
Es más, lo aterrador para mi fue que no sentía nada, sin embargo el suero, me mantuvo entre la delgada línea entre la vida y la muerte, pero de cierta manera sentí un poco de alivio cuando entre mi estado casi de coma, aún podía escuchar las voces de ellos, en momentos de Fargas, en momentos de Trejo y la de Susana casi no se escuchaba. eran solo diálogo entrecortados y en ese momento, carentes de sentido para mi, que en algún momento sentía lo que era la agonía....
.....-¿me estás diciendo que era la llorona Fargas?....¿vieron al fantasma de la llorona o era una mujer viva con mucho dolor en el alma por la pérdida de algún hijo?-
-¿y cuál es la diferencia Trejo? una mujer a quien le arrebatan un hijo muere por dentro.... Créeme, es más real de lo que te imaginas... la marca en su brazo... ella la hizo, después de eso, se debilitó, y está así....-
-¿qué hacemos....?-
-Esa mujer... la mulata, nos dijo que solo él puede encontrar las respuestas....Susana....¿sirve el hipernet?....-
-No.... ya lo intenté.... también el viejo pero efectivo internet... resulta que no había fibra óptica en esta época... esto es 1780 ¿recuerdas?.....-
-¿cuánto tiempo nos queda de electricidad....-
-De eso no hay problema... tenemos celdas de energía para un mes ¿Qué querías buscar en el internet....?-
-Necesito saber quienes eran unas personas de ésta época.... los hijos de la llorona... cualquier cosa que sepas de ellos...-
En ese momento un pequeño brío de energía vino a mi con una idea....
-Mi computadora vieja...Fargas... esa tiene toda una enciclopedia... quizás haya algo ahí que te sirva... ¿Qué estás buscando?....-
-Cuando lo encuentre te lo diré amigo... mientras descansa.... te necesitamos....Susanita, vamos al sótano, tengo que encontrar esa computadora vieja... tengo una corazonada....-
Susana y Trejo salieron del dormitorio, Fargas se quedó un momento a solas conmigo....su palabras hasta hoy resuenan en mi mente.....
-Perdóname Cuenca....perdón amigo...-
-¿por?....¿por qué?....-
-No debí tocar ese aparato... no debí buscarte cuando perseguimos al Kavner... tu vida era buena sin mi...creo que nuestra amistad ha arruinado tu vida....-
-Víctor... siempre creíste que podía dar más de mi.... que podía ser más que un científico.... yo no tengo nada que perdonarte... amigo... ha sido un gran honor....se que quizás... hoy sea mi último aliento... pero quiero que sepas... que no me arrepiento de nada...-
-Amigo... reposa, ahora me toca a mi ayudarte....-
Ahora mi organismo estaba mucho más débil, a tal grado que no recuerdo en qué momento salió Fargas de aquella pieza, después de eso perdí totalmente la noción del tiempo.
Solo recuerdo haber cerrado los ojos y cuando los abrí, ya estaba en ese lugar.... Un sitio muy extraño, donde, para el lugar que volteara encontraba una tumba, como si todo aquel lugar fuera un cementerio, para el que la vista no alcanzaba, pero eso no era lo aterrador, lo aterrador era ver a sus pobladores, seres descarnados, fantasmales, que se mantenían recreando el momento de sus muertes una y otra vez quizá hasta el final de los tiempos. 
Intentaba caminar en aquel sitio, y mis pies se hundían en el lodo que recubría cada rincón de ese lúgubre lugar, y a cada cierta distancia me topaba con personas que pendían de los árboles con restos de sogas atadas a su cuello, lo ojos de estas personas habían sido arrancados, se habían degollado la piel del cuello con sus propias manos, en un intento desesperado por mitigar la presión que ejercía la soga sobre su garganta, en un intento por no morir de asfixia, ellos también emitían un interminable lamento que calaba hasta el alma de los más serenos. 
Comencé a adentrarme por este raro lugar, y todo era realmente siniestro, sombrío, mi temor aumentaba a medida de que caminaba entre las tumbas, y en un momento crucé una especie de canal de agua, era tan profundo que su negrura parecía absorber toda luz que entrara en él, de pronto se dejaban entre ver cabezas de personas sumergidas hasta el cuello, todas gemían, pero algunas daban gritos que describían un dolor terrible, de pronto algunas me llamaban proclamando que aquel era mi destino.
Después de un rato de caminar entre las tinieblas pude escuchar un sollozo que parecía provenir de una de la tumbas, al acercarme con cierto temor, vi que era la misma mujer que me había marcado el brazo: La llorona. 
Estaba de rodillas ante una tumba, con las manos rascaba la tierra en señal de la más amarga desesperación, tuve mucho miedo pero me acerqué tanto como pude, y toqué su hombro con la mano, después de todo en ese momento caí en la cuenta de que me hallaba en una especie de purgatorio o algo peor pero fuera como fuese, yo estaba muerto. 
Así que el intentar entablar una conversación con otro espíritu ya era ganancia.
-Oye... ¿Qué tienes?....-
-mis hijos... ¿Dónde están mis hijos?... ellos se los llevaron...¿Dónde están?.... tu... no sabes nada....-
-oye si me permites yo podría ayudarte... ¿Qué sucede?-
-Mis hijos... ellos murieron por una injusticia... ellos no lo hicieron... ellos no hicieron nada, pero nadie me cree... los quemaron....-
-Lo se, pero quién lo hizo ya murió....-
-¡no!... él sigue vivo....-
-¿quién?....-
-Vicente... el hermano de mi esposo.... él es culpable de que mis hijos ya no estén...él fue quien mató al mayor... hizo que mis otros dos hijos ardieran en la hoguera... y esta noche tú también asesinarás a los inocentes....-
-Yo no vine a matar a nadie... mucho menos a los inocentes....-
-¿no?... -
-No, mira fue un accidente que yo viniera a aquí.. y cuando nos encontramos contigo la verdad solo estábamos buscando oro para poder escapar de aquí .-
-¿ves?.... buscabas oro... tienes la misma ambición de los hombres, eres igual que ellos, solo te interesa la riqueza.-
-En eso te equivocas, a diferencia de ellos, yo no lo quería, lo necesitaba-
-Eso no importa ya, estás condenado, pasarás aquí la eternidad-
-Oye, está bien, solo que... mis amigos me necesitan... por favor déjame hacer algo... una última cosa por ellos y volveré aquí...-
-Debes querer mucho a tus amigos....-
-Mira... no todos los hombres somos iguales, a mi solo me mueve el conocimiento por ejemplo...mira, si me permites ayudarles quizá yo pueda ayudarte a ti en algo, lo que me pidas....-
En ese momento la expresión de la llorona cambió un poco, pasó de enojada a tener un aire de cierta serenidad...lo pensó un poco y después de ello teníamos un trato:
-Vicente.... sigue vivo....-
-¿el que traicionó a tu familia?....-
-Si.... él debería venir a este lugar, pero siempre porta con el un medallón, el medallón de Miquixtli, es una joya que nuestros antepasados usaban, lo hacían quienes dirigían los ejércitos, y el medallón te concede la inmortalidad, y la capacidad de hacer que la gente te obedezca....-
-Alto... si tenían ese medallón ¿por qué perdieron contra los españoles?-
-Los conquistadores son traidores, llegaron aquí, violaron a nuestras hermanas, saquearon y asesinaron a nuestros hijos... hoy vivimos bajo sus leyes, pero alguna vez quisimos pelear, ellos simplemente nos traicionaron de nuevo, dijeron que habría paz y una noche entraron a uno de los templos de Tenochtitlan y robaron el medallón, así fuimos conquistados más fácilmente.
Luego el medallón pasó de mano en mano por la familia de Vicente y de quien fuera mi esposo. 
Un tiempo estuvo perdido, Vicente se envileció y poco a poco fue apoderándose de los comercios de sus vecinos, los traicionaba, los entregaba al santo oficio... así... hasta el día de hoy... y no puede morir ni puedo traerlo a aquí a purgar sus traiciones mientras tenga el medallón.
Quiero que tú se lo quites... y me lo traigas... así podrá pagar sus culpas...-
-¿solo eso?....-
-Si....-
-Claro, lo haré... oye ¿Qué hay de cierto que dicen que te llevarás a los niños...?

Por primera vez en la historia, alguien había hecho sonreír a la llorona, ella me miró y sin decir más palabra, el sitio comenzó a llenarse de neblina y olor a copal, al abrir los ojos de nuevo me encontraba en el edificio, junto a Fargas y el resto de mis amigos.
Ahora ya teníamos una idea de lo que tendríamos que hacer... ellos me miraban con desconcierto mientras en la calleja, en medio de la lluvia escuchábamos de nuevo el grito desgarrador...
-¡¡¡Aaaaayyy miiiiis hijooooos!....- CONTINUARA.....

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