Èsto ocurriò en mi casa de Mexìcali.
Metì a mi perrita a la casa puès la tenìa en la terraza .
Les dije a mis hijos que irìamos a comprar el mandado, nos tardamos lo normal y nos dirigimos a la casa.
Al entrar una de las vecinas me comenta:- si no lo veo no lo creo -ya iba a acusar a sus hijos pues de rato que se imaginò que yo no estaba dice que escuchò un movedero de sillas, rompìan platos y arrastraban a la perrita que lloraba.
Dijo que se oìa que la arrastraban de la cola por sus araños que se escuchaban pues ella vivìa en el departamento de abajo.
Dijo que tocò y les gritò -dejen a esa perrita o le digo a tu mamá y le contestaron no nos importa.
Al mirarnos llegar a todos casi se queda muda y le dije lo bueno es que no paso nada.
Como en Mexicali hace mucho calor, abrimos las dos puertas para que circulara el aire, la perrita saliò corriendo y me sentè a descansar un momento.
Al sentarme pasè mi mano por el sillòn y mi sorpresa es que casi me clavo la uñita de mi perrita en un dedo, la mirè y se la arrancaron desde la raiz.
A mis hijos no les comentè, puès aunque estaban ya al igual que yo acostumbrandose a cada cosa que nos pasaba, preferì no decirles.
En una ocasiòn el vecino del departamento de abajo subiò como a eso de las 2.30 de la madrugada, dijo, ya estuvo de tanto ruido no dejan dormir, pero miro mi cara de mas dormida que despierta y se calmò.
Me dijo puedo entrar a mover ese sillòn? lo moviò y moviò otros como el trastero, se siguiò con el refri y concluyò, pues ninguno suena como el que arrastran.
Es un mueble muy pesado que hace mucho ruido y no nos deja dormir.
Se fue el señor y ya no supe si siguiò escuchando ruidos.
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