Hace poco fumigaron mi casa, aparte me quedè sin agua, entonces mi marido y yo decidimos irnos a dormir a un hotel cercano.
Nos dieron una habitaciòn en el primer piso, la No. 18.
Al entrar percibmos un olor como a mugre, a sudor, era algo incomodo y sofocante.
De mi bolsa saquè una botellita de agua de colonia de rosas y de inmediato se fue el desagradable olor.
Al dormirnos ya entrados en el sueño siento una mirada, a lo cual con la mano toque su rostro, este tenìa una barba como sin afeitar pero muy àspera.
Muevo mi otra mano y siento a mi esposo, al igual mi mano sintio su cara y el no tiene barba muy gruesa asi que con mi mano senti las dos barbas al mismo tiempo.
Le dije alguien se metio al cuarto, mi esposo ràpido prendiò la luz y no habia nadie.
La puerta estaba cerrada, èl de todos modos la atorò y apagò la luz.
Pasado un rato otra vez esa cara, pero ahora de frente a mi rostro, volvì a sacar mi mano de las cobijas y siento lo àspero de su barba.
Volvì a despertar a mi esposo y dijo, bueno, venimos a descansar asì que prendiò el cel y puso en repeticiòn el salmo 91, de esa manera pudimos descansar, no se volviò a repetir el acontecimiento.
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