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miércoles, 20 de enero de 2016

EN UN ESPEJO 2 Christian Perales.






EN UN ESPEJO.
CAPÍTULO 2
..... Los espejos, siempre ahí, siempre mudos testigos de tus temores, de tus vanidades, de tus miedos, y mientras tú, contemplas tu reflejo en él... alguien te observa desde el interior.
El velorio de Paty, congregó a todo el pueblo, era lamentable que una niña, de escasos 16 años muriera de semajante manera, y parecía inceíble que hubiera enloquecido de esa manera, ahora estaba ahí, en una caja de madera, una que no podíamos ni nos atrevíamos a abrir, pues ella misma se había infligido mucho daño, al romper el espejo de su cómoda se había destrozado la piel de las manos, pero después de eso, sin motivo, había destrozado su rostro con los cristales rotos. 
Yo me sentía en otra dimensión, escuchaba a las mujeres rezar, pero todo me parecía muy lejano, como si no estuviera sucediendo ante mis ojos, como si yo me hubiera marchado a otro lugar muy apartado y solo escuchara las voces en la lejanía.
Necesitaba un poco de aire, necesitaba escapar de aquellos fantasmas creados por mi propia mente, por lo que por un momento, salí de la pieza donde el cuerpo de Paty era velado, ahí me encontré con Jorge, que de inmediato me tendió el cigarrillo que fumaba en clara señal de que me ofrecía una bocanada, misma que acepté de buena manera pues el humo del tabaco quizás me ayudaría a relajarme y en cierta manera ayudé a Jorge a desahogar sus inquietudes.
-No puedo creerlo.... ¿Paty?....-
-Ni yo, dicen que así nada más de repente, se vio en el espejo y después de eso decidió terminar con su vida...-
-¿no tenía algún problema?....-
-No se.... no creo....-
Estábamos conversando sobre este punto cuando vimos que Luis se acercaba a nosotros, el había sido un amigo muy cercano a Paty... quizás él supiera algo que nosotros no, pero en cierta forma, a mi, me parecía morboso preguntarle de repente, pero en el instante en que nos habló imaginé que tendríamos tiempo para hablar con el...
-Oye Manuel... necesito pedirte un favorsote.... ¿Cuánto me cobras para llevarme al municipio?... es que se acabó el pan y ya queda poco café... pero doña Lola no tiene... y pues... hay que ir allá...-
-No... como crees, vámonos... creo que nos hará bien movernos un poco....-
Subimos los tres a la camioneta y partimos para el municipio, en un camino un poco angosto, y ante la obscuridad de la noche, tienes mucho tiempo para reflexionar y nosotros, cada quien a su modo lo hacíamos, creo que esa fue la causa por la que el viaje hacia el municipio transcurrió en absoluto silencio. 
Después de comprar tanto pan como el presupuesto nos lo permitió, y tanto café como nos fue posible, cargamos todo en la caja de la camioneta y en cierta manera quedé impactado al ver algo que me hizo recordar todo los sucedido la noche anterior, pues cobré conciencia de lo sucedido: en la caja de la camioneta, muy desafortunadamente aún se apreciaba la sangre de Paty, no había tenido tiempo de lavarla, eso y el hecho de recordar su horrible forma de morir, son cosas que te hacen estremecer....
-Oigan, mejor nos llevamos todo en la cabina, ¿si?, aunque por ahorita vayamos un poco apretados....-
Ellos estuvieron de acuerdo, después de eso simplemente emprendimos el viaje de regreso, apenas pusimos las llantas en la cinta asfáltica y a Luis le dieron deseos de hablar...
-No puedo creerlo...apenas ayer... estaba allá en las canchas...-
-¿por qué crees que lo haya hecho..?...-
-Ni idea ¡cuidado!....-
Como siempre sucede en casos donde buscar respuestas, me distraje al ir platicando con Luis así que no supe ni en que momento quité la vista de la carretera, pero ahora el grito de Luis era una advertencia de que estábamos a punto de causar o sufrir un accidente, como era lógico, todo sucedió en décimas de segundo, vi una silueta ante las mortecinas luces de la camioneta..
-¡Manuel cuidado!....-
La silueta que se había posado frente a la camioneta resultó ser la de una mujer, no tuve mucho tiempo para actuar, así que solo pisé fuertemente el pedal del freno, lo que hizo que la camioneta derrapara y terminara por caer en la cuneta lo y chocar de lado con un árbol. Si bien fue un golpe aparatoso no pasó del susto, en cuanto todo se detuvo y pude reaccionar me bajé de inmediato, solo para ver que la silueta de aquella mujer seguía ahí, pero la falta de luz y el polvo que se había levantado por el derrape, no me permitían distinguirla con claridad.
-¡oye!....¡¿estás bien?!....-
No me contestó, simplemente comenzó a caminar al lado de la carretera alejándose de nosotros; para ese momento supe que mis amigos estaban bien, se habían bajado de la camioneta, y estaban parados a mi lado. 
Yo volví a gritar mi pregunta en medio de la obscuridad....
-¡oye....!-
Me inquietaba el hecho de que la hubiéramos herido, así que decidí seguirla, comencé a caminar también pero por más que yo apretaba el paso, no lograba alcanzarla, ella simplemente parecía caminar mucho más rápido que yo. Llegó un momento en el que comencé a trotar con el afán de alcanzarla y lo hice, paro más bien fue por que ella en un punto del camino se detuvo... lo que vi, me llenó de miedo... 
Parada ante mi, pude distinguir que usaba un vestido beige, me detuve en el acto pues me estremeció ver que el vestido era muy similar al que usaba Paty en el momento en el que murió, ahora yo veía una mujer muy parecida en estatura y complexión a ella, quería moverme de ahí, pero sentía mi cuerpo paralizado por el miedo. 
Ella, simplemente comenzó a girarse lentamente... vi su rostro y si... era Paty, solo que su rostro estaba destruido, tenía cortes en ambos pómulos, lloraba y las lágrimas en sus ojos se revolvían con la sangre que emanaba de sus heridas. 
El tiempo se me hizo eterno, ella caminó una vez más, pero ahora lo hacía hacia el interior de la zona boscosa a orilla de la carretera, simplemente la vi desaparecer en medio de los matorrales.... Ahora ya no quería seguirla, simplemente corrí tan rápido como pude hacia la camioneta.
Afortunadamente no era grave el daño que tenía y arrancó de nuevo, como pudimos logramos sacarla de la cuneta, y reemprendimos el camino nuevamente. Estábamos un poco golpeados, muy asustados y ahora nuestra unidad había perdido una de sus luces frontales a consecuencia del choque, lo que nos hacía ir más despacio. Nuevamente un silencio incómodo se había apoderado de nosotros, hasta que yo no le resistí, tenía que decirles lo que había visto a Luis y a Jorge.
-oigan... la mujer que se nos atravesó... era Paty....-
-no... a ver... no manches... recapacita Paty... está muerta....-
-Oye ¡yo se lo que vi!....-
Con estas inquietudes abordándonos, llegamos hasta el pueblo, nos dirigimos de nueva cuenta a la casa de doña Rosa, ahí parecía no haber transcurrido el tiempo, las oraciones por el descanso de Paty continuaba mientras los cirios y las veladoras enmarcaban aquel doloroso cuadro. Nosotros acercamos el pan y se lo dimos a doña Cuca, quien era la que estaba repartiéndolo, y luego de ello, nos volvimos a salir a platicar a la calle...
-El padre Gaspar me dijo que si no cubría los espejos durante el velorio... algo muy malo podría pasar...-
-Fue una coincidencia, una muy triste coincidencia...-
-¿crees?-
-Si, yo pienso que....¿qué es eso?....-
En ese momento Jorge se quedó pasmado, viendo hacia donde estaba la iglesia, lo que me hizo voltear a ver hacia allá, y parecía salir mucho humo de una de sus torres, después los destellos que provenían de ahí nos hicieron entender que la iglesia de nuestro pueblo se estaba quemando.
Todo el pueblo se volcó a intentar apagar el incendio que afortunadamente no se había propagado lo suficiente como para acabar con toda la iglesia, por lo que al final de una hora habíamos apagado las llamas, pero después de la conmoción alguien hizo la pregunta que era más que obvia, más que obligada....
-oigan ¡¿dónde está el padre Gaspar?!....-
Durante todo lo que duraron nuestros esfuerzos, nadie lo vio, así que con mucho terror descubrimos que no había estado presente en las labores...
-a lo mejor... salió....-
-Si, tal vez....-
Después de que todo lentamente volvía a la normalidad, Jorge y yo decidimos entrar a ver los daños, a ver si no había pasado algo fuera de lo normal, recorrimos toda la iglesia y nada parecía estar tan mal, pero cuando llegamos a la habitación en la que vivía el padre Gaspar... lo encontramos muerto.... al parecer el incendio había comenzado ahí, toda la habitación se había calcinado junto con las piernas del padre, todo en ese sitio estaba carbonizado, con excepción de un espejo antiguo que pendía de la pared, ese parecía no haber sido tocado por el fuego....

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