Amigos de grupo Anècdotario, êste blog ha sido creado para que se nos facilite la bùsqueda de todas las anècdotas,historias, reflexiones, cuentos cortos, leyendas de Mèxico y el mundo, etc. Es un blog apto para todas las edades y en èl todos hemos puesto nuestro granito de arèna. Aquì està la recopilaciòn de nuestras aportaciones y se los dedico con todo mi cariño.

miércoles, 20 de enero de 2016

EN UN ESPEJO 3. Christian Perales

EN UN ESPEJO..
.... ¿estás seguro que es tu reflejo el que ves cuando te asomas al espejo?¿no se te ha ocurrido pensar que quien habita un mundo real es esa figura reflejada en el cristal?¿que tal si el mundo real es solo ese, el del espejo? Nunca sabrías....

CAPÍTULO 3
Ahora las cosas parecían empeorar, el padre Gaspar estaba muerto, y el pueblo en espera de la llegada de la policía, pues las causas en las que se había incendiado la iglesia eran muy extrañas, verán: cualquiera habría pensado que una veladora encendida pudiese haber iniciado el fuego, pero no fue así, el sitio en el que las llamas iniciaron eran el confesionario y la habitación del padre y curiosamente la zona del recinto donde se alojaban las veladoras ni siquiera había ardido, esa parte de nuestra iglesia se mantenía intacta.
Los peritos llegaron al siguiente día, pero al parecer les importaba poco esclarecer las causas de la muerte de nuestro clérigo. 
Solo recogieron su cuerpo y se lo llevaron, ni siquiera se tomaron la molestia de revisar la habitación. 
Jorge y yo nos topamos en el panteón del pueblo, cuando ambos acudimos a sepultar a Paty, y fue inevitable platicar acerca de aquellas muertes inexplicables que se habían vivido en el pueblo, digo, después de todo era un pueblo tan tranquilo hasta ese día que la mayoría de los fallecimientos habían sido de personas mayores, de causas naturales, por lo que eran aterradoras las formas de morir de Paty y del padre Gaspar, en pocas palabras, no esperamos nunca que tuviéramos que atestiguar semejantes cosas.
-Manuel... ahora si empiezo a pensar que algo malos está pasando....-
-¿viste que en la iglesia, el espejo no estaba quemado....-
-y... ¿eso qué tiene que ver?....-
-la noche en la que velamos a la pipis... que diga, a mi tía, el padre Gaspar me dijo que debía cubrir los espejos o que algo terrible podía pasar....-
-¿y eso que tiene que ver?...-
-piensa: Paty se suicidó mientras se veía en el espejo.. de hecho fue con los cristales, ahora el padrecito, se muere quemado, y no se quema el espejo en su dormitorio....-
-¿y tú crees que los espejos tienen algo que ver...?...-
-Creo que sí....-
-¿te acuerdas de los libros que tenía el padre, estaban en la sacristía, a lo mejor ahí haya algo que nos sirva para aclarar lo que pasa....-
-¿me acompañarías a la iglesia....?-
-Bueno.... si....-
Esperamos a que anocheciera para que la oscuridad fuera cómplice de nuestra irrupción en la iglesia, desde niños conocíamos una especie de tragaluz al ras de suelo, estaba ahí desde que la iglesia fue construida en los años de 1800, estaba situada a un costado del altar principal y casi quedaba escondida, por lo que eso nos serviría para no tener que entrar por la puerta principal y así no seríamos vistos. 
Llegada la hora me reuní con Jorge, y armados con una linterna entramos a la iglesia; debo decir que la obscuridad en el interior era devoradora, las veladoras habían sido apagadas en espera de que un nuevo sacerdote reabriera las puertas del templo., el aroma de la humedad propia del inmueble se mezclaba con el olor de la carne quemada.
Comenzamos a explorar en busca de los libros, nos causaba un temor mayor escuchar el resonar de nuestros pasos en la desgastada madera del piso, casi a tientas pudimos descubrir la sacristía, que a esas alturas carecía de puerta.
 Al entrar notamos como una gran cantidad de libros estaba frente a nosotros, eran cientos tal vez más de mil.
-¿y ahora qué Manuel?....-
-No se....-
Pensamos que quizás nos tomaría el resto de la noche encontrar algún libro que nos diera luz acerca de lo que sucedía en el pueblo, pero no fue así.
Como si lo hubiera presentido o hubiera tenido una idea clara de lo que podía pasar, el padre Gaspar había dejado un libro abierto en su escritorio antes de morir, el título era demasiado claro.
"Los espejos como puertas dimensionales".
Después de todo no había sido muy difícil encontrarlo, y aún cuando sabíamos que eso era robar, lo necesitábamos, tomamos el libro y decidimos que era momento de salir de ese lugar. 
Apenas habíamos caminado hacia el altar para encontrar la salida cuando escuchamos un ruido que nos hizo detenernos en el acto: Era un ruido como el que hace una silla mecedora cuando está siendo utilizada por alguien, y también de repente se escuchaba como si alguien arrastrara una cadena por el suelo y finalmente se escuchaba un golpeteo en las paredes.
-¿oyes eso?....-
-Si... cállate... déjame oír.. eso viene de la recámara del padre....-
-ya, vámonos....-
-no... algo está pasando....tenemos que ir a ver....-
-¡no!....-
-Esto es lo que haremos, llévate el libro y espérame en mi casa yo iré a revisar...-
Así lo acordamos y Jorge salió por el diminuto tragaluz mientras yo me quedé con la linterna, con mucho miedo me fui acercando a la puerta que conducía a la recámara donde el padre había perdido la vida y esta estaba atorada, el marco se había deformado a consecuencia del fuego, como era de esperarse, la puerta se abrió en medio de u rechinar de metales.
Cuando entré, todo estaba como lo recordaba en la víspera, sus muebles se habían carbonizado y estaban en el suelo convertidos en cenizas y polvo. eso con excepción del espejo y una silla mecedora, claro ahí había muerto el cura y como era de esperarse se había quemado también, pero lo que era escalofriante era el hecho de que no se había consumido totalmente, estaba la mayor parte en pie.
 Yo no sabía que era en realidad lo que buscaba, lo que tenía que buscar, dirigí la luz de la linterna hacia la silla, pero no parecía haber nada sobresaliente que ver, así que después de eso dirigí el destello recorriendo la habitación con la luz, y fue hasta que por un momento en que la dirigí hacia el espejo cuando sucedió algo que me hizo sobresaltar. 
Juro que pude ver el rostro de alguien o de algo, era como una especie de monstruo cuya cara era entre simio con rasgos de chivo, sus cuernos lo hacían patente, yo quise salir corriendo cuando vi esto, pero al llegar a la puerta, esta se cerró sola con una ligereza inusitada, después la silla mecedora comenzó a balancearse y el espejo se cuarteó a la mitad.
Yo en vano jaloneaba la puerta intentándola abrir pero era inútil, y al percatarme de ello decidí cruzar la habitación e intentar salir por la ventana, cuando corrí tropecé y caí, más en ese momento, simplemente todo de detuvo, la mecedora dejó de moverse.... y yo pude levantarme, con horror descubrí que unas palabras habían sido escritas en el espejo y estaban plasmadas con sangre, pero parecía de igual manera que las habían hecho desde dentro, pues quise tocar esa sangre, y solo sentí la textura lisa del espejo, pero se podía leer muy bien el mensaje:
"Muerte y condenación... todos arderán"
-¡¿Quiénes arderá hijo de perra?!....¡contéstame marica!....-
Era más que obvio que ya nadie me contestaría, así que por último intento volví a abrir la puerta, y esta si cedió, me salí tan rápido como pude, ya no solo de ese lugar, si no de la iglesia y corrí hasta mi casa.... ahí Jorge me aguardaba ya...
-¡¿Qué pasó?!...-
-Hay algo muy fuerte en el pueblo ¿tienes el libro?-
-Si... aunque no se que esperas encontrar....-
-Mira: no tenemos sacerdote, y nadie nos va a creer esto, así que tenemos que hacer algo nosotros....-
Apenas nos reponíamos del susto cuando vimos la silueta de "la loca", era una señora que había enloquecido hacía ya muchos años y se había refugiado en la zona boscosa, lejos del pueblo, y se creía muerta pues hacía mucho tiempo que no se le veía por el pueblo, ahora ella estaba parada ante nosotros señalándonos con su dedo índice y recuerdo bien lo que nos dijo:
-Ustedes... están condenados.... Todos morirán... viene la muerte al pueblo....-
CONTINUARÁ.....

No hay comentarios.:

Publicar un comentario