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miércoles, 20 de enero de 2016

EN UN ESPEJO 8 Christian Perales










.... Atrévete a mirar en el interior del espejo, pero mira a profundidad, verás que el mundo que habitas solo es una ilusión, puedes buscar tus pasos perdidos,puedes buscar lo que no encontrarías en tu mundo.... no te va a gustar lo que verás....
EN UN ESPEJO, CAPÍTULO 8.
Tratamos en vano de seguir con la vista a aquella niña, pero desapareció entre las sombras que le proveían aquellos pasillos herrumbrados, era curioso pero después de eso ya no escuchamos nada, literalmente todo quedó en un silencio sepulcral.
-Hay... que continuar, Jorge: ya váyanse...-
Nuestros amigos comenzaron a emprender el camino hacia la camioneta mientras que Mariana y yo nos quedamos en aquel sitio infernal; ahora el éxito o el fracaso dependían de nuestra intervención.
-Bueno niña, de aquí te sigo ¿Qué sigue?....-
-Tenemos que romper los espejos de los vestidores....es por aquí, tenemos que subir de nuevo, pero ahora es el otro corredor....-
Comenzamos a recorrer las escaleras, este camino resultaba más azaroso que el anterior, pues con cada escalón que subíamos, la estructura de metal de aquella escalinata se cimbraba amenazando con desplomarse.
-Permiteme... dame la mano....-
Como pudimos y en algunos momentos, casi a tientas logramos llegar al piso de arriba, el pasillo era distinto al que habíamos recorrido hacía cuestión de minutos, en este estaban en fila una serie de puertas de lámina, todas ellas se encontraban cerradas, pero no fue difícil el abrirlas, lo realmente complicado fue contener el miedo ante lo que nos aguardaba en cada una de ellas, haciendo acopio de todo el valor que nos fue posible,, abrimos la primera de las puertas y entramos a aquella habitación, al hacerlo, todo parecía normal, había ropa de las empleadas de la fábrica colgadas en las perchas que se habían colocado a los lados, las paredes estaban muy deterioradas y la pintura que las recubría estaba desprendida en forma de costras.
-¿hay espejo?-
-No se... tenemos que ver... -
Más al fondo de aquella sala, se hallaban una serie de casilleros donde alguna vez las empleadas guardaban sus objetos personales.
Mariana y yo nos separamos a unos pasos de distancia y por separado fuimos abriendo una a una las puertas de los estantes y buscando los espejos, si es que los había, pero solo en el último de la fila encontré uno, era pequeño y estaba pegado al interior de la puerta, tomé un tubo que se había desprendido de una de las bancas y cuando iba a romperlo, en el reflejo vi que alguien abría el casillero a mis espaldas, voltee de inmediato, pero solo para darme cuenta de que éste estaba cerrado. volví a mirar por el espejo y una vez más el casillero reflejado en éste se estaba abriendo, pero ahora, en el canto de la puerta pude ver una mano. 
De inmediato rompí el espejo, di la vuelta y ahora centré mi atención en el casillero que el espejo me había mostrado; Mariana se puso al lado mío y comencé a jalonear la puerta del casillero, no tenía candado pero parecía estar atorado con algo y lo curioso es que este estaba más grande que los demás, fue necesario hacer palanca con el tubo hasta que la puerta terminó por ceder.... al abrirse nos hicimos hacia atrás, mientras un olor a muerte, a descomposición salió a nuestro encuentro. 
Cuando se nos pasó la primera impresión sentimos que debíamos asomarnos cosa que hizo que Mariana saliera huyendo, yo la seguí pues temí que saliera al pasillo y cayera como le había sucedido a Jorge...ella estaba muy alterada....
-¡¿Qué es eso?!....¡¿qué chingados pasó aquí Manuel?!...-
-Es lo que trato de averiguar....oye tenemos que regresar ahí....-
-Si... lo se... pero no se si pueda....-
Volvimos al casillero y con más valor volvimos a abrir la puerta, solo para corroborar que en el interior estaba una chica, muy joven, pero había muerto hacía ya un tiempo, se encontraba semidesnuda y con claras huellas de haber sido brutalmente golpeada y torturada, su cuerpo estaba completo pero le habían arrancado parte de los labios, dejando expuestos sus dientes, pero por lo demás parecía que su cuerpo no hubiera sido tocado por los estragos del tiempo en cierta forma se había momificado, pero su piel lucía como si hubiera acabado de morir... su sangre seca llenaba los huecos que dejaba el color gris del casillero y entre sus manos, que yacían sobre su pecho se encontraba un espejo pequeño, como los que se usaban en la década de los sesentas o quizás más atrás....
-Tiene un espejo en las manos... hay que quitárselo....-
-Manuel.... no.... hay que dejarla como está....-
-Es otro espejo, tiene que ser destruido....-
Me acuclillé para alcanzar aquel espejo, y lentamente lo jalé para quitárselo de las manos era aterrador que mi rostro estuviera tan cerca del de ella y los segundos que tardaba en sacar aquel objeto de sus manos, parecían una eternidad, cuando ya casi lo lograba, los ojos de la joven se abrieron y en un instante sus manos se movieron y sujetaron mi muñeca, la cual comenzó a jalar, ella quería llevarme al interior del casillero.
Como era lógico yo me resistía, trataba de hacerme hacia atrás de recuperar el control, después de unos movimientos sentí como Mariana me jalaba también ayudándome a zafarme de sus manos. 
En el forcejeo el espejo se calló y quedó a unos pasos de mí, para ese momento una corazonada me dijo que si el espejo era destruido en el momento, aquella jovencita dejaría de intentar arrastrarme con ella...
-¡Mariana.....!¡Rómpelo!....-
Mariana fue certera tomó el espejo por el mango y lo azotó contra el suelo, donde se hizo añicos... la muerta me soltó y su cuerpo volvió a quedar inerte, solo que esta vez sus ojos quedaron abiertos, mirándome... no se si a mi o hacia el infinito.... yo me dejé caer en el suelo sentado... necesitaba recuperarme de la impresión....Mariana trató de hallarle sentido a lo que habíamos vivido....
-Ella fue violada....-
-¿qué?....¿cómo sabes eso?....-
-Una mujer sabe....-
-Oye tú venías aquí de niña ¿Qué hacían en este lugar?....-
-Yo era muy chica para entenderlo....pero recuerdo que muchas empleadas resultaban embarazadas y el patrón...las trataba mejor que nunca....les tenían muchas consideraciones, menos trabajo, más paga, pero después de eso... después del parto... no las volvíamos a ver... ni en el pueblo ni en la fábrica.
Después de eso las jóvenes del pueblo ya no quisieron trabajar aquí, así que quienes dirigían la planta, comenzaron a traer muchachitas de otros lugares, al poco tiempo también salían embarazadas... tengo la impresión de que muchas fueron violadas por el personal de este lugar... en aquel entonces esta fábrica era vista como la salvación del pueblo, por eso dejaron que este tipo hiciera lo que quisiera con las personas... creo que todo está relacionado....-
-¿cuál tipo?....-
-El dueño de la fabrica... tenía a todo el pueblo comprado, y sus empleados de confianza hacían lo que les venía en gana...-
-La verdad... no se que relación tenga con los espejos... pero creo que esta noche lo vamos a averiguar.... ¿estás lista? tenemos que seguir....-
-No se....-
Seguimos caminando rumbo al otro vestidor, y para fortuna de nosotros en él no encontramos nada, los casilleros estaban abiertos, en otros las puertas habían sido arrancadas y en ellos no encontramos ningún espejo, así transcurrió todo hasta que llegamos al último vestidor.
Después de revisarlo todo, no habíamos encontrado nada fuera de lo normal, me sentí un poco aliviado al pensar que sería así de simple, pero me equivoqué.
Saqué la cara por la ventana y esta daba a una especie de almacén, en el cual decenas de barriles de plástico azul estaban amontonados, era repugnante saber para que habían sido usados, pues al dirigir la lámpara a ese sitio me di cuenta de que un líquido viscoso de color rojo era el común denominador en el contenido de los botes, ya no quise ve más ni acercarme, pero se que en esos contenedores habían restos humanos, derritiéndose lentamente en algún tipo de ácido. Con toda prisa, le pedí a Mariana que siguiéramos avanzando.
Bajamos la escalera y nos enfilamos por un pasillo, éste daba a una tercera puerta, casi estaba atascada por un montacargas que yacía ahí terminando su existencia entre el polvo y el herrumbre, eso nos dificultaba la entrada, pero una vez que cruzamos la puerta, sentimos más miedo, pues era como adentrarse en las tinieblas lenta, pero inevitablemente.
-¿Dónde estamos?....-
-Aquí era la zona de máquinas, el corazón de la fábrica...-
Alumbramos en varias direcciones deseando con toda el alma que no hubiera algo terrible acechándonos en ese sitio y al parecer hasta ese momento nos encontrábamos solos, comenzamos a caminar entre materiales regados por todo el piso....
-¿solo hacían cosméticos....?-
-Shhh no... ¿oíste?....-
-¿qué?...-
-Espérate.... ven...-
En ese momento vimos entrar a una mujer a la pieza donde estábamos, el solo verla causaba terror, su cabello estaba ensortijado, su piel estaba con una tonalidad entre grisácea y verdosa y sus ojos reflejaban burla y odio al mismo tiempo, caminaba como si fuera víctima de un gran dolor corporal. 
Mariana y yo nos escondimos detrás de una de las enormes máquinas comenzamos a hablar en secreto a murmurar....
-¿Tacha?... eso no es posible....-
-¿quién es Tacha...?-
-Era la que le servía para hacer rituales de ocultismo al dueño de la empresa.... pero si viviera tendría más de cien años....-
-Eso es imposible....-
Y lo era, Tacha caminaba aparentemente pero hubo un momento en el que pasó a solo unos cuantos centímetros de nosotros y nos dimos cuenta de que flotaba, aunque habíamos apagado las linternas, eso era muy notorio.
Ella se acercó sigilosamente hasta un pequeño cuarto, abrió la puerta y casi literalmente desapareció ante nuestra vista.... ya era suficiente tenía que enfrentar a lo que fuera, por lo que salí de mi escondite y caminé rápidamente, para entrar a donde ella lo había hecho y al abrir la puerta sí la encontré... bueno, no como la había visto segundos antes, lo que yo encontré fue su cadáver, ella hacía muchos años se había colgado de una de las viguetas de la fábrica....
CONTINUARÁ.....

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