HIBRIDOS.
Amigos, èsto que les voy a compartir no es una historia de terror o ciencia ficciòn, es algo muy real que està sucediendo en nuestro presente y que ademàs cuenta con la aprobaciòn de la ley para tales eventos.
Los científicos locos de todo el mundo están "jugando a ser Dios" con los mismos bloques de construcción de la vida.
Hoy en día, gracias a los avances extraordinarios en el campo de la modificación genética, los científicos son ahora capaces de hacer cosas que antes eran impensables.
Monstruos híbridos parte humano / parte animal están siendo creados por los científicos de todo el planeta y todo es perfectamente legal.
Los científicos justifican la mezcla del ADN de humanos y animales, alegando que les ayudará a "curar enfermedades" y "alimentar al mundo", pero la realidad es que toda esta modificación genética es una enorme amenaza para la raza humana.
Es sólo cuestión de tiempo antes de que los seres humanos comiencen a permitirse a sí mismos modificarse genéticamente con el fin de "luchar contra las enfermedades" o "mejorar" sus capacidades.
La tentación de insertar los genes de animales o plantas en las personas con el fin de crear "súper soldados" o una "raza superior" sin duda llegan a ser demasiado tentador.
Una vez que los seres humanos modificados genéticamente comiencen a criar a los seres humanos normales no podremos meter al genio nuevamente en la botella.
Con el tiempo, podríamos llegar al punto donde hay muy pocos "100%" seres humanos.
Nadie sabe a ciencia cierta a dónde conducirán estos trabajos.
La Universidad de Stanford se propone inyectar células humanas en el feto de un ratón, creando así una variedad de ratón humanoide en un 1%.
Científicos del Instituto Max Planck de Alemania han implantado células madre humanas en el cerebro de monos, con la finalidad de desarrollar posibles tratamientos genéticos de algunas enfermedades neurodegenarativas.
En la Universidad de Reno, Estados Unidos, hay un rebaño de cincuenta ovejas que poseen hígados parcialmente humanos, corazones con células humanas e incluso cerebros con huellas humanas.
Es el primer rebaño de animales “humanos” del que se tiene constancia.
En otros experimentos, se han inyectado células madre humanas en ratones, se ha introducido el ADN humano en conejos, se han creado cerdos que llevan en sus venas sangre humana y corderos con hígados y corazón en gran parte humanos.
Algunos científicos se han propuesto incluso crear un “humanzee” (del inglés human y chimpanzee) que sería el conejillo de indias ideal para los laboratorios de investigación.
El chimpancé comparte con nosotros el 98% del genoma humano y un ejemplar adulto tiene el nivel mental de un niño de cuatro años.
La primera experiencia de creación genética tuvo lugar hace unos años en Edimburgo, Escocia, cuando los cientificos mezclaron un embrión de cordero con uno de cabra, dos especies animales sin ninguna parentesco entre sí y que son incapaces de acoplarse.
El resultado, una criatura que tenía cabeza de cabra y cuerpo de cordero.
El intento que subyace detrás de estas investigaciones es cruzar nuestra especie con animales para obtener híbridos de todas clases que representarían la panacea de las investigaciones médicas.
Los científicos consideran que cuanto más se parezca un animal a un humano, más fácil será simular en sus carnes la progresión de enfermedades humanas, experimentar nuevos medicamentos y recoger tejidos de órganos que puedan ser implantados en personas.
Esta idea implica asìmismo la creación mediante manipulaciones genéticas de órganos animales que luego puedan ser trasplantados en su integridad a personas enfermas.
La Academia de la Ciencia de Estados Unidos se limita por el momento a “recomendar” que no se inserten células humanas en embriones de chimpancés ni de otros primates.
Sin embargo, el Consejo Nacional de la Ética de Alemania ha elevado una protesta por los experimentos del Instituto Max Planck, que han conseguido desarrollar tumores en el sistema nervioso de los simios después de implantarles células humanas en el cerebro.
Pero las consecuencias de estas investigaciones, que por lo demás tardarán años en proporcionar resultados válidos para la medicina, pueden ser considerables.
Socialmente ya está planteado el debate ético de si se pueden humanizar animales y luego privarles de la dignidad que nos hemos reconocido como especie.
Por otro lado, está el peligro de que unos híbridos creados en laboratorio se escapen y pueblen la Tierra, sin que se sepa todavía qué consecuencias pueden alumbrar para otras especies, el entorno e incluso la sociedad humana.
La pregunta todavía sin respuesta es: ¿Estamos en la cúspide del renacimiento biológico, como algunos creen, o estamos dispersando las semillas de nuestra propia destrucción?
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