EL ACOMPAÑANTE Ely Ortiz

EL ACOMPAÑANTE.

Les cuento una anècdota de mi hija.

Hace unos 5 años apròximadamente, ella estaba trabajando en una empresa que esta cerca de la carretera libre a las piramides.

Por ese rumbo no hay transporte despues de las 10.15, y esa noche salio a las 10.30.

Asì que un vecino de ese rumbo se ofreciò a traerla, dice que cuando se subiò estaba un muchacho, como de unos 23 o 24 años sentado en la parte de atràs, y ella se sentò junto a èl pensando que màs compañeros tambièn se irìan con ellos.

Pero ya no se subiò nadie màs, asì que se vinieron nadamàs los tres, el conductor iba solo en la parte de adelante.

Mi hija me marcò para decirme que ya venia, que no me preocupara y platicamos un poquito.

Despuès abriò su bolsa guardo el telèfono y sacò el dinero para pagar porque ya casi llegaban a la casa.

Cuando levantò la cabeza voltea y se da cuenta de que el chico que iba con ella no estaba.

Dice que se puso pàlida, y le dijo muy asustada al conductor, señor, en donde esta el muchacho que venia aqui, se lo dijo muy nerviosa casi llorando, porque ella se diò cuenta de que eso no era normal.

El señor la mirò por el retrovisor y le dijo que cual muchacho, ella le contestò, el que venìa con nosotros ahorita

-No me espante señorita--le contestò èl, -nadie venìa con nosotros-.

Ese noche no durmiò casi.