LA CASA DE TULA, HIDALGO.
Hace 55 años en una casa en el centro se decía que se practicaban. Abortos clandestinos.
A una casa un poco antigua, llegó a vivir una familia, la pareja de esposos y sus dos hijos varones.
Todo parecía normal hasta que el hijo mayor comenzò a escuchar pasos y como que aventaban piedras en la azotea.
Cada dia se intensificaba èsto y una madrugada como a las 3.00 AM. decidió salir a ver que pasaba sin lograr ver algo, se regresò a su cuarto y un rato despuès la ventana se veía alumbrada por un fuego.
Una llama larga que se estiraba mucho, se veìa a medio patio a pesar de que llovìa y hacia mucho frìo, èsto se le hizo muy raro y llamò a la familia para que lo vieran.
Todos se quedaron muy sorprendidos y asustados sin saber que hacer.
Después escucharon los lamentos de un hombre, acompañados de el aullar de perros y maullidos en la calle.
Se regresaron a dormir y decidieron hacerlo en una misma habitaciòn ya que todos estaban asustados.
El hijo mayor sintiò que alguien entró al cuarto, abriò los ojos y pudo notar que era un perro grande, color negro y ojos rojos brillantes.
Lo alumbraba la luz de la luna, solo los olfateò, pero lo que siguiò a èstos eventos fue aùn màs fuerte porque las cosas comenzaron a caerse, como si alguièn las tirara, las tasas se movian, tambièn veìan sombras.
Decidieron ir a ver a una vidente para que les aconsejará que hacer.
Ella les dijo que esa casa fue usada para realizar abortos clandestinos y que ahì habìan asesinado a una enfermera y que si querìan que pararan todos esos eventos que llevaran a un sacerdote a realizar una misa.
Asì lo hicieron y a partir de ahì dejaron de suceder ese tipo de cosas.
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