JUEGO PROHIBIDO.
No se como contar èsta anècdota, tambièn es de otra de mis hijas.
Yo me enterè despuès de varios años, ya que me lo contò como una anècdota de su vida y bueno, comienzo.
Hace 10 años apròximadamente se puso a jugar con sus amigos a un juego llamado màs o menos asì "preguntale a mau".
No se si ustedes han escuchado de eso, pero es con un libro, el que sea, y ponen sus manos y preguntan por ejemplo, "mau quieres jugar" linea 5.
Abren el libro en la pàgina que sea y buscan la linea 5 y ahi lo que diga es la respuesta.
Asì que primero lo hicieron en casa de una amiga y cuando hicieron esa pregunta vieron la respuesta y decia ¿en donde esta esa Pu%&$?, dice mi hija que en ese momento entrò la hermana de su amiga y dijo -¿ya vamos a jugar?, todos voltearon y se rieron.
La mamà de èsta chica en su recamara, que es en donde estaban, siempre tenìa o tiene una biblia abierta sobre su burò.
En las lineas que leìan siempre leìan que habia mucha luz, que le lastimaba la luz, etc.
Uno de ellos dijo ahi el tal "mau" no querìa jugar. (no se como no les diò miedo), en fin.
Se vinieron a la casa y se sentaron igual que allà en circulo, mi hija dijo que aqui en la casa no porque no fuera a quedarse ese espiritù.
El que les estaba enseñando les dijo que el sabìa curar la casa, que no tuvieran miedo, sacò unas velas negras, las prendieron, y la de su amiga sacò una flama muy alta y salieron chispas.
Le dijeron que se cambiarà de lugar pensando que por la rendija de la puerta el aire lo habìa provocado.
Pero estando en un lugar al centro, sucediò lo mismo, y se apagò.
En ese momento comenzò a hacer mucho frio y les llegò un olor asqueroso, como a drenaje.
Uno de los chicos subiò al baño pensando que el olor habìa salido de ahi, este muchacho bajò y les dijo que el baño estaba cerrado.
Comenzaron a preguntarle otra vez que si queria jugar y cuando leìan, cada parrafo les decia màs o menos lo mismo, "el padre no me deja".
Uno de sus amigos le dijo a mi hija que no lo fuera a tomar a mal, que si su papà habìa muerto, mi hija le dijo que si.
Su amigo le dijo, es que tu papà no lo deja.
Se supone que para terminar tambièn le tienen que pedir permiso, las velas que estaban prendidas no las debìan apagar soplandoles, sino con los dedos.
Jamàs volviò a hacerlo, mi otra hija le comentò que ella si siente presencias aqui, nadie màs lo sentimos, pero esa otra hija siempre ha tenido cierta sensibilidad, a ella si le han pasado algunas cosas como la que les contè en la otra historia.
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