Casi todos conocemos a grandes rasgos la historia del astrónomo y físico italiano Galileo Galilei, cuya genialidad científica y valentía lo llevaron a ser perseguido por los poderes de la época; no obstante, su vida presenta datos desconocidos y sorprendentes, como los que integran esta lista.
Fue un desertor de la universidad: a los 16 años Galileo se matriculó en la Universidad de Pisa para estudiar medicina, a instancias de su padre; luego se interesó por las matemáticas y cambió de carrera. Finalmente, en 1585, abandonó los estudios sin haber conseguido un título.
No inventó el telescopio: la solicitud de patente del fabricante de gafas holandés Hans Lippershey, en 1608, es la más antigua en el expediente; no obstante, al año siguiente Galileo desarrolló su propia versión del dispositivo, que mejoraba significativamente el original.
Sus hijas eran monjas: en 1613, Galileo puso a sus dos hijas (Virginia, nacida en 1600, y Livia, nacida en 1601) en un convento cerca de Florencia, donde permanecieron durante el resto de sus vidas, a pesar de los problemas de su padre con la Iglesia Católica.
Galileo fue condenado a cadena perpetua por la Inquisición romana: en 1632 publicó “Diálogos sobre los dos máximos sistemas del mundo”, en el que apoya el modelo copernicano del universo. Al año siguiente recibió la orden de comparecer en juicio ante la Inquisición, en Roma. Se lo halló culpable de herejía, fue obligado a arrepentirse públicamente y condenado a cadena perpetua.
Pasó sus últimos años bajo arresto domiciliario: en su domicilio de la ciudad de Arcetri, cerca de Florencia, recibió a prestigiosos visitantes de toda Europa, como el filósofo Thomas Hobbes y el poeta John Milton, además de sacar de contrabando el manuscrito de una nueva obra: "Discursos y demostraciones matemáticas en torno a dos nuevas ciencias".
Su dedo medio se encuentra en exhibición en un museo: en 1737 los restos del científico fueron llevados a un lugar de honor en la basílica de Santa Croce; durante el traslado, tres de sus dedos, una vértebra y un diente, fueron retirados de su cadáver. El dedo medio de su mano derecha ha estado en varios museos en Italia desde la primera mitad de la década de 1800.
LA NASA nombró una nave espacial en su honor: en 1989, la NASA lanzó al espacio a Galileo, nave que llegó a Júpiter en 1995 y fue la primera en estudiar el planeta y sus lunas durante un tiempo prolongado.
El Vaticano no admitió que Galileo tenía razón hasta el año 1992: en 1979, el Papa Juan Pablo II inició una investigación sobre la condena de la Iglesia Católica a Galileo. Trece años más tarde, el Papa cerró oficialmente la investigación y emitió una disculpa formal en el caso.
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