LA CUCHARA.
Yo no creo en fantasmas, lo que sí creo es que hay cosas raras que no te explicas, permítanme contarles otra.
En 1985, a finales del mes de junio, mi suegra se encontraba delicada de salud, mi esposa la visitaba diario, mis hijos tenían 3 y 2 años.
Yo para darle tiempo y regresara sin prisas, me iba a correr a la milla de Chapultepec.
Saliendo de trabajar, un día llegando me diò de cenar, le pregunte por su mamà, me contestó que la veía mal, y lloro.
Le dije: no te preocupes todo va a estar bien; la abrace, la acosté y le prepare un te, descansa le dije y le di nuestra Biblia, lee un poco, yo me llevo a los niños para que estés tranquila.
Ya más noche regresamos, ella estaba dormida, acosté a mis hijos, y me acosté, encendí la televisión, empecè a ver una película, pero como estaba muy cansado me dormí.
Cuando de repente me despierta una especie de rugido o gruñido fuerte, me levanto y la película se estaba terminando, pensé, ese ruido fue porque estaba soñando, y me volví a dormir.
Como a las 2 de la mañana, otra vez el ruido, pero esta vez despertó también a mi esposa, me preguntó: que fue eso, no se le conteste, de repente volteamos a ver la taza y la cuchara estaba girando sola, no rápidamente sino lentamente.
Rápido la quitè de su buró y la lleve a la cocina.
Son estas experiencias que he tenido, que no les encuentro explicación.
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