LA VELACIÒN.
En mi juventud, tenía 16 años, fui a visitar a unas amigas.
Al tocar levantaron la cortina y una de ellas me dijo: mejor vete y luego vienes.
Les dije:- bueno pues, nos vemos-, entonces abrieron la puerta y que me dicen -pásale, mira te va dar miedo por lo que vamos a hacer-, les contestè - a mi no me da miedo nada-.
Me invitaron un refresco y me senté al fondo del departamento, se metieron a una recámara un rato y salieron, traían velas de color y otras cosas, eran 3.
Se hincaron y empezaron a dibujar algo en el suelo y acomodaron las velas, las encendieron y empezaron a decir como una oración, no se oía bien, de repente empezaron a golpear el suelo y decían algo como "cola de sa...." Métete en el cuerpo de ......... y decían el nombre.
Cuando golpeaban las velas parecían velas de pastel, como que salían chispas, fue cuando le puse atención porque el nombre era el de un muy amigo mío, el fue el que me las presentò.
Cuando terminaron se fueron a vestir, una me preguntò si no me había dado miedo, le dije que no, le preguntè que què habían hecho y me dijeron que era una "velacion".
Platicamos un rato y me salí. Como no creo, al rato ni me acordaba.
Cuando vi a mi amigo le preguntè, como estàs, me dijo bien, a todo dar.
Días después lo vi como tonto y sentí feo, tal vez, yo lo vi como tonto, por la sugestión, y le platiquè.
Fuimos a la iglesia y platicamos con el sacerdote, le dijo no te preocupes, y le dio tres monedas benditas en una bolsita roja, y le dijo, con esto ya nada te va a pasar.
Salimos, la guardo y santo remedio, le preguntè como te sientes, me contesto como hablábamos en ese tiempo "muy alivianado".
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