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lunes, 22 de febrero de 2016

SARGENTO PIMIENTA Francisco Pasco

SARGENTO PIMIENTA.
Como ya les había contado, a veces trabajaba hasta tarde.
Una vez salí como a las once de la noche, para irme a mi casa.
Usaba el metro, lo abordè en Chapultepec, a esa hora casi estaba vacío.
Al llegar a Insurgentes, cuando se estaba deteniendo, en el anden vi a una persona vestida como The Beatles en la portada del Sargento Pimienta.
Me llamò mucho la atención y me parè para verlo bien, lo busque pero ya no estaba, inclusive me cambie de vagón pero no lo vi.
No le di importancia; poco tiempo después un viernes llegue temprano, comí, estuve con mis hijos, una tarde normal.
Como a las 10 de la noche me llaman mis cuñados invitándome a jugar poker en casa de mi Mamà, le comenté a mi Esposa y me dijo: pues ve aunque sea un rato para que te distraigas, si le dije un rato.
Al salir del departamento, para llegar a las escaleras tengo que andar un pasillo como de 30 metros.
Me cerciorè si traía llaves, me busquè en las bolsas y al voltear hacia el fondo ¡ahí estaba este señor!, recargado en el barandal de las escaleras.
Camine unos cinco metros y volteò a verme, acto seguido como que también se disponía a caminar hacia mi, esta ves si me dio terror, como pude abrí la puerta, y me metí rápido.
Mi esposa me preguntò, -¿que?, ¿no fuiste?-, le dije que no, que estaba cansado y que mejor me iba a acostar.
Empece a temblar y a sudar, mi esposa se espantó, me preguntaba ¿qué tienes?, le conteste nada.
Esa vez hasta fiebre tuve, le dije --no te duermas hasta que yo lo haga-, y sí, esperò despierta hasta que me dormí.
Al otro día le conté todo y me dijo que bueno que no me dijiste, si no hubiéramos sido dos los espantados.
Hasta la fecha no me explico que pasò, pero gracias a DIOS, nunca más lo vi.

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