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jueves, 5 de noviembre de 2015

El lamento de la llorona. Nancy Hernandez





Cuando yo estudiaba y antes de casarme, vivìa en casa de mi mamá, allà por coyoacàn, atrás del museo diego rivera, anteriormente, mucho se escuchaba que por allà se oia mucho a la llorona, esto me pasò hace como 15 años.
Un día estaba haciendo mi tarea en la sala de la casa, escuchando música, ya todos se habían ido a dormir, yo la verdad estaba concentrada no pensaba en nada mas que en terminar mi tarea.
De pronto comencé a escuchar un llanto de una mujer pero muy raro y muy largo, como un quejido y me quede sobresaltada pensando que què era lo que había escuchado? pero me dije a mi misma, no no es nada es tu imaginación.
Después de un rato volví a escuchar un aaaaaaaaaah muy largo tenue como en el aire y mas fuerte, me parè y le baje al radio y escuchè a los perros aullando y ladrando y entonces me comenzó a dar miedo.
Me dije, haber calmate no es nada, no te sugestiones y segui haciendo mi tarea, después volvi a escuchar el lamento muy fuerte y era un sonido inexplicable nunca lo he escuchado en un humano y entonces si ya me dio miedo y que me voy rapidísimo a la recamara de mi mamá.
Cuando iba en camino escuchè como los perros estaban como locos, y en eso desperté a mi mamá, cuando la estaba despertando todavía la volvi a escuchar.
Le dije a mi mamá, mamá mamáaaa¡¡¡¡¡ escucha¡¡¡¡¡ y mi mamá me dijo, que? pero ya no escucho nada solo escucho a los perros ladrar y aullar y yo le dije, no escuchaste? creo que es la llorona, yo bien asustada.
Para esto mi mamá se dormia con un perro que queríamos mucho, y entonces mi mamá me dice, no no escuche nada haber vamos, y fuimos a la sala y nos acompaño el perro que les comento.
Cuando bajamos a la sala, el perro comenzó a ladrar como desesperado y a subirse a los sillones como queriéndose salir.
Mi mamá y yo nos asustamos y mi mamá me dice, ya vente a mi cuarto mejor y ya no vuelvas a hacer la tarea aca sola.
Mi mamá le hablo al perro, le grito negra calmate¡¡¡y contrabajos la quitamos de la ventana y los perros afuera seguían ladrando.
Mi mamá la verdad no escuchò a la llorona pero con lo que vio con el perro tuvo suficiente.
La verdad muchas veces allà por donde vivíamos era bien común que se escuchara a la llorona ahora ya no.
Anteriormente todos en la colonia si hablaban de como la escuchaban, espero les haya gustado mi relato la verdad yo todavía lo recuerdo con susto.

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