El buen marido nunca le preguntó acerca de aquella misteriosa caja.
Lo que contenía, eran dos muñecas tejidas y un pañuelo atado con un discreto listón blanco.
La mujer dejó a un lado las muñecas, deshizo el nudo del pañuelo y lo fue desenvolviéndo poco a poco hasta dejar a la vista un rollo de billetes. En total, eran poco más de $ 50.000.°° (cincuenta mil pesos M. N.)
- P-Pero... ¿Qué es ésto? -preguntó desconcertado el hombre-
- Verás... antes de casarnos, -empezó diciendo ella- mi abuela me contó el secreto de un matrimonio feliz, sin peleas ni discusiones. Me dijo que si alguna vez me enojaba contigo, que no discutiera, eso jamás, sino que me sentara simplemente y tejiera en silencio una muñequita... que eso me ayudaría a calmarme.
- Mi amor, en la caja había únicamente dos muñequitas, eso quiere decir que en todos estos años de matrimonio sólo te has enojado dos veces conmigo...
Emocionado y conmovido hasta las lágrimas, apretó a su esposa contra su pecho y la besó tierna y amorosamente.
- ...Pero, el dinero... ¿qué significa todo ese dinero?
- Ah, ¿eso? -dijo ella con una sonrisa socarrona- Pues todo ese dinero es de... de todas las muñequitas que he vendido.
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