De esas veces que escucha uno platicas.
Habìa una mujer que todos los dìas tenìa que pasar en la noche de regreso a su casa por una calle muy obscura en donde habìa un teatro viejo.
En una ocasiòn observò que el viejo teatro tenìa una luz muy rara.
Le entrò la curiosidad y fue a asomarse, saliò una persona mayor y le dijo buenas noches distinguida dama.
Ya mero estarà èste teatro en todo su esplendor, por que no nos acompaña al estreno mañana en la noche.
Le diò unos boletos y asì al otro dìa, cuando saliò de noche de su trabajo se dirigiò al teatro, se veìa muy diferente, se sentò.
Le tocò en una butaca alejada del escenario, se presentò un espectaculo de òpera la cual la tuvo fascinada.
Al siguiente dìa pasò por ahì en la mañana y cual va siendo su sorpresa, al ver el viejo teatro igual que como lo conocìa antes, todo en ruinas.
Espantada se regresò a su casa, ella podìa jurar que estuvo en un teatro muy elegante.
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