A mis muertos....
Ustedes se nos adelantaron en el camino, dejándonos esa sensación de vacío, ese enorme hueco en el corazón que no podría ser llenado con nada más.
Todos sin importar edad, condición o clase social, tenemos a alguien que partió a otro universo, alguien que ya no está físicamente con nosotros.
Pero mientras los recordemos, mientras nuestro corazón y nuestra alma puedan esbozar una lágrima por su partida o una sonrisa por su recuerdo, ellos no se irán de nuestro lado, estarán aquí.
Fueron padres, madres, abuelitos y abuelitas, hijos, hermanos, esposos, amigos, ángeles maravillosos que fueron al paraíso pues Dios los necesitaba tanto como los necesitábamos nosotros, y quizás su partida de este mundo nunca deje de doler, quizás la vida no fue justa y el tiempo a nuestro lado fue un breve instante y así sucedió, en un parpadeo ya estaban en un mejor lugar.
Más este día, nosotros, quienes nos quedamos a llorar su partida, estaremos felices, por que por el espacio de estos días, ustedes vendrán a nuestro hogar, que jamás dejará de ser el suyo.
Hoy celebramos la vida, la vida eterna de la que ustedes forman parte ahora, en estos días sentiremos su abrazo, su amor y su compañía, llenaremos de luz, colorido y aromas maravillosos nuestros hogares, para que estemos juntos pues eso es lo importante.
Amigos, si tienen a alguien en el paraíso, no se olviden de el, pero también reflexionemos en el hecho de que un día todos iremos a ese lugar, pero por lo pronto, los abrazos, besos, frases de cariño y amor se dan en vida... mañana podría se demasiado tarde....
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